Capitulo 11
Caso de la casa del masacre (parte 3)
MAI
-sálvalos- escuchaba la voz de una mujer.
Me encuentro en el suelo rodeada de de tanta luz. Delante de mí se encontraba un mujer. Llevaba un vertido verde esmeralda, su piel era blanca, sus ojos eran de un color azul profundo y su largo cabellos color azabache.
-¿a quién?- digo
-sálvalos-
-¿a quién?- volví a preguntar
-ella no te contestara-
-Gene-
-me alegra saber que estas bien-
-¿Qué está pasando?-
-en la casa donde estas hay muchas alma que necesitan ayuda para encontrar la paz pero te necesitan a ti para que lo hagas-
-¿y por que yo?-
-eres la única que puedes escucharlos y la única a la que pueden escuchar-
-¿Qué ahora soy una psicóloga para las almas en pena?-
-Mai, estas en peligro todos están en peligro. Esa casa es una trampa mortal para ti-
-Gene, no sé de que me hablas-
-trato de decirte que hay algo en esa casa donde estas, que mantiene a todos prisioneros y que si no te cuidas terminaras siendo prisionera.-
Eso fue mucho -¿Qué tengo que hacer?-
-tienes que apurarte, despierta. Faltan unos minutos para que sea la hora de la masacre, tienes que tratar de encontrar a los niños.-
-¿Cuáles niños? Todos fueron salvados-
-ellos se escondieron en la casa. La policía de aquella época no reviso bien la casa. Ellos murieron escondidos tienes que encontrarlos, pedirles que descansen en paz es así como todas las almas que están en la casa de irán-
-espera ¿que?-
-los niños que no fueron hallados son los que mantienen a todas las otras almas encerradas en la casa-
-entonces los lamentos que oí-
-si son ellos-
-okey ¿Qué tengo que hacer?-
-hacer el recorrido que ella hizo- apunta a la mujer que de alguna manera está más cerca de nosotros.
-¿Qué recorrido?-
-vamos Mai, ya sabes. El sueño que tuviste la otra vez-
-no puede ser. Espera Hara-san la ayudo a cruzar-
-viendo los recuerdos de una persona. Más específicamente a ella- señala a la mujer que ahora estaba más cerca de nosotros –la que cruzo, era una completamente distinta-
-¿Cómo sabes todo esto?-
-¿Qué cosa?-
-todo esto, sobre la casa, sobre los niños, sobre lo que me paso ¿Cómo lo sabes?-
-Mai estoy conectado con el mundo espiritual. Estoy muerto, soy tu guía pero ahora vivo en un mundo donde solo se puede acceder estando muerto. Mucha de la ayuda que te he dado es porque estuve investigando. Pero últimamente hay alguien que esta ayudándome a ayudarte. No preguntes quien es porque ni yo lo sé. Escúchame con atención en casa aniversario de la muertes de aquellas personas la casa simula como si estuviera en el limbo por eso ellos reviven esta noche como si estuvieran con si estuvieran vivos como si estuvieran con nosotros-
-sálvanos- dijo la mujer
-apúrate, no queda tiempo, si no los salvas, trata de que todos salgan de ahí. Como dije esa casa es una trampa mortal-
-Gene-
-es esta tu oportunidad ni fallas tendremos que esperar diez años más para poder ayudarlos.-
-Sálvate- escucho en mi oído. Giro la cabeza y tengo unos ojos saltones rojos mirándome
-Mai tienes que despertar- y con eso volví a la realidad.
NARU
Estaba preocupado. Faltaban minutos para que el aniversario de la masacre y Mai no despertara. No sé que fue lo que vio o escucho pero estaba aterrada. Algo se acercaba y la única que tenia las respuestas a todo esto era la chica que se encontraba desmayada sobre el sofá, quien seguramente estará hablando con mi persona más favorita en este mundo y el otro, se estoy hablando de mi gemelo, Gene.
-Naru- Lin me saca de mis pensamientos. –Tengo un mal presentimiento-
-aunque no lo creas yo también será mejor que estemos preparados-
Escuchamos un quejido y todos lo que nos encontramos en la base giramos nuestras cabezas hacia el sofá donde encontramos a una Mai sentada.
-Mai- dijo el monje –el susto que nos diste- trato de acercársele pero ella se alejo se puso de pie.
-por nada del mundo salgan- dijo ella mirando el reloj. Se descalzo y se acerco a la puerta. Faltaban cinco minutos para las once. Se ato el pelo. –Estarán a salvo mientras se queden en la base-
-¿de que hablas Mai?- dijo la sacerdotisa.
-solo quédense en la base no salgan. Por favor-
Se escucho como el reloj marcaba las once. Mai salió corriendo y yo la seguí cruzamos la puerta y note como el monje también nos seguía pero por alguna extraña razón no pudo pasar la puerta. Ya que está de por si se había cerrado sola.
-MAIIII, ABRE LA PUERTA- se escucha gritar del otro lado.
-Naru, ¿como?-
-¿sabias que esto pasaría?- ella solo me miro -respóndeme-
-si, lo sabia-
-¿como?- exigí
-no lo sé, solo sabía que la puerta se cerraría y que iban a estar a salvo – me fije que estaba jugando con ese maldito dije en su cuello.
-Mai ¿quiero una explicación?-
-ahora no.- estaba enfadada –ahora tengo que hacer otra cosa-
Salió corriendo hacia la puerta
-otra vez no- murmuré siguiéndola.
No me di cuenta antes pero la casa estaba a oscuras aunque con la luz tenue de alguna que otra lámpara que si no estaba parpadeando estaba completamente prendida. La casa completa estaba sumergida en un ambiente bastante terrorífico. Era como una de esas películas de terror donde cualquier cosa podría pasar. Bueno en realidad lo único que pasa en las películas es la manera en como los protagonistas encuentran la muerte.
-oh Dios- escucho decir a Mai mi entras se detiene haciendo que yo haga lo mismo. Nos encontrábamos en la puerta principal y delante de nosotros había un montón de cadáveres que obstruían el paso, un cuerpo apilado sobre el otro