Capitulo 13

Capitulo 13

Casa de la masacre (parte 5)

MAI.

-Mai, despierta. Mai- entre abrí los ojos un poco y delante de mi había un rostro conocido

-¿sigues siendo Naru?-

-para ti lamentablemente si, vamos ya puedes ir a salvar el mundo- me sujeta desde el codo y me levanta. –trata de agarrarte de la pared o del techo. Mejor busca algo para sostener-y eso hice. No me pregunte a que me sostuve solo lo hice. –ahora un paso a la vez pon trata de caminar en forma recta si lo hace es posible que ninguno de los dos termine estampado con el suelo-

-mucha presión Naru, mucha presión- coloque un pie adelante.

 Al final conseguí acércame a la ventana del cuarto oculto, con la ayuda de Naru pude meterme a ella aunque caigo de lleno adentro en realidad.

-necesitas otra entrada –

-lo dejaremos para después- tomo una bocanada de aire pero fue lo peor que pude haber hecho. El ambiente está lleno de un olor a descompuesto, viejo y guardado.

-¿si lo que buscas es una montón de huesos? pues es mejor que mires a esa esquina- me señala la esquina que se encuentra más alejada de la ventana.

Y ahí estaban un montón de huesos apilados unos sobre otros semi apoyados contra la pared y sobre ellos estaba los espíritus, o mejor dicho las almas de los niños que fueron olvidados. Estaban llorando.

-Naru puedes ver si encuentras la puerta y tratar de abrirla-

-¿y cómo esperas que haga eso?-

-no tengo idea pero solo hazlo- el suspiro y se dirigió a la falsa pared. Me levante pero tambaleé. Poco a poco, aunque me costó me acerque a ellos. -hola- no sé porque pero al verlos llora, tratar de hablarles hizo que mi estomago literalmente escupiera más sangre haciendo que cayera al suelo. –Hey, ¿Por qué lloran?-

-mis papas están muertos- escuche decir.-y el mío- otra voz. Muchas dijeron lo mismo.

-pero ellos los están buscando-

-no ellos están muertos-

-esto que les voy a decir puede que les duela pero ustedes también ya no están acá-

-trata de tener más tacto- escuche decir a Naru

-niños, ustedes ya no están en este mundo. En realidad lo están pero no como debe ser. Están atrapado aquí, sus padres también- note como algunas miradas se dirigían a mi

-¿mis papas están aquí?-

-si, pero están atrapados y ustedes pueden ayudarlos-

-¿como?- dijo una niña. Por lo menos los podía diferenciar

-díganmelo ustedes. Ustedes saben cómo salir de acá-

-abrí la puerta- dijo Naru, con su mejor tono de entusiasmo.

-pero si te lo decimos no podremos ver más a mama y a papa-

-pero ellos estaban esperándolos arriba- comente yo

-tú también nos acompañaras-

-puede que si puede que no. Solo es cuestión de tiempo- muchos de ellos se miraron entre si –es solo cuestión de tiempo. Mi familia también está atrapada aquí, esperando a que yo pueda ayudarlos a ustedes. Está en mis manos de que tanto ustedes como sus padres, como mi familia y como tantos otros salga de aquí sin daño pero necesito de su ayuda. Por favor-

-¿veré a mis padres?- dice un niño, al parecer él es menor del grupo

-si. Todos verán a sus padres pero no aquí.- señalo el techo –allá arriba-

-¿todo estará bien?-

-si todo estará bien, serán felices todos ustedes y puede ser que algún dia nos volveremos a encontrar-

Los niños por un momento dudaron

-está bien-

-gracias- dije

-¿Qué tenemos que hacer?- me pregunta Naru

-perdón pero mi amigo está preocupado- les dije a los niños cuando note que estaban un poco asustados de el –pero tenemos que apurarnos, se nos acaba el tiempo-

-tienen que sacarnos de aquí- dice una niña

-pero ustedes están anclados aquí-

-nuestro cuerpos- dice un niño

Ahí entendí todo, los mayores no saben que es lo que pasa por que sus cuerpos ya no están en la casa pero ¿Por qué la mujer que expié sus recuerdo y el jefe saben todo? -gracias- gire buscando a Naru –trae una sabana, algo grande cualquier cosa-

-¿para que?-

-para cargar sus restos-

-¿y?-

-¿estas dispuesto a correr hasta la puerta principal y hacer una obra de bien?-

Nos tomo un rato pero pudimos hacer una bolsa con las sabanas que había en el ático y colocar los huesos de los niños dentro del.

-Naru tienes que correr, se nos acaba el tiempo-

-pues vendrás conmigo-

-no puedo te retrasara, tienes que dejarme. Cuando salgas haz pasar primero la bolsa y luego tu cuerpo. Ellos tienen que salir primero-

-Mai-

-vete Naru-

-okey pero volveré con ayuda- con eso se levanto se coloco la bolsa sobre el hombro y salió dejándome con los niños.

Mi cuerpo no podía soportar más asique me desplome hacia atrás lleve mis manos hacia mi estomago para hacer presión y tratar de que la poca sangre que quedaba en mi cuerpo no me abandonara.

-¿estas bien?- me pregunta una niña colocándose a mi lado.

-lo estaré cuando ustedes estén a salvo- y caí en la oscuridad.

No sé cuánto tiempo paso pero hasta que volví a abrir mis ojos, los niños seguían a mí alrededor.

-despertaste- pregunta uno a lo cual asentí –es hora- y comenzaron a levantarse

-¿ya se van?-

-tu amigo esta cerca de la puerta podemos sentirlo- segundos después el ambiente se aligero

-son libres- dije y presencie algo impresionarte. Poco a poco las almas de los niños comenzaron a elevarse y traspasaron el techo.

-nos vemos- dijo una niña mientras agitaba su mano en mi dirección

-hasta luego- conteste paso un tiempo y solo quedo un niño

-ten cuidado, alguien te observa- y con eso se fue. Y yo me rendí, deje de ser fuerte cerré mis ojos y tratar de respirar.

Escuche que alguien se acercaba a mi pero mi cuerpo estaba en alerta, la adrenalina corrió por mi cuerpo y note que temblaba de miedo abrí mis ojos y solo pude ver zapatos de hombres