Capitulo 10
Caso de la casa del masacre (parte 2)
Matzusaki-san.
-¿donde está?- pregunta Mai desesperada. Salto del sofá en el que dormía para buscar el collar.
-Mai-
-Matzusaki-san, ¿Qué haces sentada ahí? Ayúdame a buscarlo- se arrodillo para buscarlo en el suelo.
-Mai- pero no me contesto
-MAI- grito Naru. ¿Cuándo volvió a entrar? ella se levanto rápidamente golpeándose la rodilla con la mesa ratona.
-Na-Naru- tartamudeo ella. ¿Qué rayos pasa aquí?
-¿Qué haces?- ¿enserio Naru que pregunta más tonta?
-estoy buscando mi collar- se queda callada por un instante –tu lo tienes-
-¿de que hablas?-
Rápidamente Mai se acerco a Naru, metió la mano en el bolsillos derecho del saco de Naru. El se quedo duro como una piedra, claro pues solo tres personas sabíamos dónde estaba el maldito collar. Lin-san, Naru y yo.
-aquí esta- saca la mano y se ve colgando el dije del collar, lo apoya sobre su mano y pude notar como suspiró.
Con Naru intercambiamos miradas. Mai quiso colocarse el collar pero él la detuvo tomándola del brazo -Mai-
-Naru suéltame-
-¿Cómo hiciste eso?-
-¿hacer que?-
-¿Cómo supiste donde estaba?-
-yo-yo…- tartamudeo.
-CONTESTA- grito el
-Naru- le dije mientras me acercaba a ellos
-suéltame me haces daño- rogo Mai. Se miraron a los ojos, la soltó pero se perdieron con la mirada ¿Qué estaba pasando entre ellos dos?
-perdóname-
-chicos- se escucho un grito desde la cocina –venga-
MAI
Había caído la noche en todo el dia no había pasado nada paranormal en la casa. Nos encontrábamos todos en la base sabiendo que era posible que nos esperaba una larga noche, en realidad esperamos lo peor para la noche. ¿Por que? Pues hoy se cumplían setenta años desde la masacre.
¿Cómo sabemos eso?
Pues luego de la escena de mi collar, nos llamo John a la cocina, tenía en el celular a Yasuhara con la información que le había pedido Naru pero por alguna extraña razón no puede volver pues en el coche en el que se fue se descompuso. Si las casualidades de la vida.
Cuando John lo puso en altavoz no relato la historia, que creó la más escalofriante que he escuchado hasta ahora. Setenta años atrás aquí, en esta misma casa se celebro una bodas de plata. Aunque solo era una tapadera para realizar negocios que solo Dios sabe de que. En la mitad de la celebración, no se sabe cómo, pero entraron un grupo de hombres, los cuales fueron los causantes de la tragedia. La pareja homenajeada junto a cien invitados de los trescientos que habían asistido habían muerto, eso sin contar al servicio que estaba trabajando. La policía de un pueblo cercano llego rápido gracias a que un niño corrió y corrió hasta que encontró ayuda, el había escapado.
Hubo un enfrentamiento entre la banda de asesinos y la policía. El jefe de la banda y ocho de sus ayudantes murieron, resto fueron encarcelaros y murieron de forma misteriosa en la cárcel. De los que había de sobrevivientes la mayoría eran niños, adolescentes el resto eran adultos que terminaron heridos o lograron encontrar un lugar donde esconderse.
La mayor tragedia había pasado una de las habitaciones, donde se encontraron cuerpos mutilados obstruyendo la puerta. Solo cinco personas salieron vivas de ese cuarto. Y si ese es el cuarto de mi sueño.
-Hey Naru- dijo Lin-san –la cámara térmica de la cocina…-
-¿Qué le sucede?-
-mejor acércate a verlo-
Naru se acerco a las pantallas pude notar en su rostro sorpresa. Si hay momentos en la vida en que Naru tiene cara de sorpresa.
-compáralo con la cámara normal-
-¿Qué pasa?- pregunte mientras me acercaba, Naru tapo mi visión –Hey suéltame-
-¿Naru?- dijo Bou-san
-¿están todos aquí?- pregunto Lin-san logre zafarme de Naru. No escuche la respuesta porque me concentre en lo que había en la pantalla.
-¿Qué es eso?- pregunte. Lo que estaba viendo era extraño. La cámara común no mostraba nada pero la térmica mostraba muchas figuras de distintos colores entre el rojo y el azul moviéndose. Subo el volumen de la cámara común. La voz de un hombre y de una mujer se pudo escuchar claramente.
-no sé por que vino el hijo de mi prima, sabe muy bien que no es bienvenido- dice el hombre
-ya cariño déjalo, sabes que se puede hacer nada- comenta la mujer
-CLARO QUE LO SE, pero no hace falta que se comporte así. De seguro mi prima se debe estar revolcando en su tumba. Encima trae a esa cualquiera, que llama esposa, a mi casa-
-querido, basta- la mujer sonaba enojada
-está echando a perder toda la celebración, sabes porque está aquí para hacer esos supuestos negocios como él los llama-
-queri….- la voz de un tercer hombre aparece pero se corta
El audio se perdió, se mezclo con otras voces, gritos y discusiones.