Falta un día para que la noche buena comience y no logré convencer a mamá de cenar con la familia de Mike, solo quiere estar con su familia e irse a dormir poco después de la media noche. Tampoco le interesa mucho el tema de mi padre ya que no se ha tomado la molestia de preguntar por él.
-Si quieres puedes invitarlo a pasar la noche con nosotros -dice mi madre mientras lee algunos papeles en la sala.
No sé por qué siento que mi madre ya comienza a sospechar algo sobre nosotros, pero por alguna razón ella no quiere confirmarlo. Puede que necesite tiempo para asimilarlo y uno de estos días ella misma me lo preguntará.
-No se puede mamá, te dije que Mike va a ir a casa de su abuelo. Es una especie de tradición.
-Pues entonces no mi amor, solo deja que el festeje con su familia y así tú puedes estar con la tuya.
Me rindo, ahora no sé que hacer, aunque me llega una idea loca a la cabeza, puede que acepte.
-¿Qué dices si cenamos temprano y así me voy con él?
Mi madre frunce el ceño.
-Alex ¿por qué prefieres estar con él que con tu familia?
Ya estoy cruzando los límites, en lugar de evitar que me descubra estoy echando más leña al fuego.
-No es eso, es que su familia es muy buena, por esa razón quiero que la conozcas.
Niega.
-Lo siento mi amor, pero aquí es nuestro hogar.
No dice otra palabra y se marcha de la sala, es inútil, no quiero ni pensar que pasaré la Navidad sin mi novio.
Salgo un momento de casa para encontrarme con él, se encuentra retirando la nieve que se encuentra en el jardín.
-Hola cariño -dice al verme.
No sé si es la brisa fresca que provoca que mis mejillas ardan más de lo común o ese tipo de palabras me emocionan.
-Hola -lo miro un instante -¿necesitas ayuda?
-No te preocupes, lo tengo controlado -hace fuerza con la pala.
No sé como decirle la noticia, creo que quedará muy decepcionado así como yo lo estoy.
-Necesito decirte algo.
Mike deja la pala un momento y sacude sus manos.
-Si, dime.
-Mamá no aceptó tu petición.
Mike frunce los labios.
-Entiendo, creo que me quedaré entonces.
-¿Qué? No, no Mike claro que no, debes estar con tu familia.
El sonríe.
-Alex, no te estoy pidiendo permiso, quiero pasar la Navidad con mi novio, no me importa dónde estés, yo quiero estar contigo.
Me siento un poco avergonzado, pero feliz al mismo tiempo. Esto de tener muchos sentimientos a la vez continúa siendo nuevo para mí, ahora no sé que responder.
-¿No quieres?
-Sabes que es lo que más deseo en el mundo, pero no quiero separarte de tu familia y mucho menos de tu abuelo que te ama.
Mike agacha la mirada.
-Prefiero estar contigo, no importa lo que suceda.
Lo conozco y es de las personas que hace lo que él dice sin importar las opiniones de los demás, no deja de insistir hasta que lo logra. Es un hecho, Mike se quedará conmigo para Navidad, lo peor es que mamá se duerme temprano al igual que Madison, solo quedaremos nosotros dos.
-Está bien - ya comienzo a sentir frío en las manos así que las meto en mis bolsillos -si pudiera te besaba ahora.
Sonríe y no es broma, de verdad quisiera tener el valor para besarle esos labios frente a su hogar; pero por lo pronto eso no es posible, al menos no por hoy.
-Por cierto, olvidé decirte -de verdad quiero hablar sobre lo que escuché en el baño, pero temo a su reacción -Lizbeth no dijo nada sobre nosotros y por lo que sé creo que no va a decir nada.
-Me alegra, aunque la verdad ya me da igual si se enteran.
-¿En serio?
-Es el último año y en unos meses dejaré ese lugar.
Se irá a España y si yo tengo suerte iré a Nueva York. No sé que va suceder con nosotros, pero por ahora no me importa el futuro sino el presente.
-Además, deseaba mucho ser popular para que todos conocieran a un falso Mike y cuando lo logré me di cuenta de que solo amaban a alguien que ni si quiera se amaba así mismo.
Sus palabras me conmueven.
-Entonces llegó un chico a la casa de al lado y no pude negar que me sentí atraído, me di cuenta de todo el tiempo que estuve desperdiciando. Solo quiero sentirme amado.
Ahora si tengo un nudo en la garganta, lo mismo digo, me perdí de mucho tratando de evitar estos sentimientos tontos y ahora que lo estoy viviendo, no puedo negar que tiene su lado bueno.
-Te quiero mucho -digo susurrando.
Hace lo mismo, no puedo ser esa persona que le oculte cosas. Debo ser sincero en todo momento y si no me cree puedo buscar una excusa o simplemente tratar de dejar todo claro.
-Hay algo más que debes saber -aquí voy -en la última semana de clases escuché a Scott y David decir algo.
Mike frunce el ceño al escuchar los nombres de sus amigos o lo que fue de sus amigos porque cada palabra que escucha observo como sus manos forman un puño y su rostro se vuelve duro.
-No quería decírtelo, pero quiero ser muy honesto contigo.
-Gracias por decírmelo.
-No estás molesto ¿verdad?
-Contigo no, ellos tendrán su merecido. Pensé que podía contar con ellos, eramos un equipo y ahora ya no sé.
-De verdad lo siento.
Mike se encoje de hombros, por eso nunca quise tener amigos, no se sabe qué clase de compañía tienes a tu lado, excepto por Jill ya que ella me conoce a fondo y me acepta tal y como soy.
Después de terminar su trabajo vamos un momento a mi habitación, no tengo que pedir permiso a mamá ya que ella solo está descansando o en cualquier momento me llamará para la comida. Mi chico y yo jugamos videojuegos, tal vez no tengo su enorme pantalla o los mejores juegos pero aún así nos divertimos.
-¿Me estás dejando ganar verdad?
-¿Por qué lo mencionas?
-Porque tú eres mejor que yo.
Lo acepto, comienzo a hacer un par de movimientos y termino ganando, ni si quiera dejé que Mike me diera un golpe más.