Capítulo 6

Al día siguiente me reuní con Joseph, el cual me entregó los archivos tal y como se los pedí.

¿Confirmaste que lo que dijo fuera cierto? ¿Contactaste a los infiltrados para corroborar esta información? –Pregunté luego de revisar la información-

Si señora, toda la información es correcta –afirmó-

En este caso, nos vino bien un soplón –dije mientras una sonrisa de lado se dibujaba en mi rostro-

*NARRADORA: Jaidee*

Es raro que Evelyn no llegara todavía, últimamente siempre había venido aquí a desayunar mientras trabajaba, aunque en parte creo que es lo mejor desde lo que casi pasa anoche, solo de acordarme no puedo evitar que mi corazón lata como un loco, desenfrenado cuando ella está cerca, creo que empiezo a tener sentimientos hacia ella.

Al escuchar el sonido de una pequeña campanita anunciando que alguien entra a la tienda, miro ansiosa de que sea ella, sin embargo una leve desilusión me invade cuando noto que la persona que entra no es ella, sino que es Madison.

Holiiis –dijo mientras se acercaba a mí-

Hola –dije sin poder ocultar la decepción en mi voz-

Ah valla, conoces a alguien y ya no quieres verme –dijo haciéndose la indignada-

No es eso –terminé de limpiar la mesa- es solo que estoy ocupada ahora –señalé mientras alzaba los utensilios de limpieza que tenía en manos-

Aja eso y porque te aseguro que esperabas la llegada de alguien que no era yo –aseguró tomando asiento-

Que molesta –me quejé en lo bajo-

Que yo sepa también soy clienta ¿no vas a tomar mi orden? –se quejó mientas actuaba dramáticamente-

¿Qué quiere comer la drama Queen? –Pregunté sarcásticamente mientras tenía la libreta y bolígrafo en manos lista para tomar su orden-

Quiero un pastel de fresa y un batido de chocolate –Sonrió mientras yo tomaba la orden-

Ya te traigo tu orden –dije para luego irme y darle la orden al cocinero-

Mientras servían lo que les escribí en papel tomé la orden de los demás clientes y servía las que estaban listas.

Gracias –dijo Madison mientras miraba con deseo la comida que le dejaba en la mesa-

Como digas –bufo y luego sigo trabajando-

Es un poco raro que Evelyn aún no esté aquí, ¿le habrá pasado algo?, no, seguramente solo está ocupada, después de todo dirigir una empresa no ha de ser trabajo fácil.

Alejé los pensamientos sobre ella de mi mente y seguí concentrándome en el trabajo, luego fui a mi casa para almorzar.

Adiós mamá, estaré aquí cuando terminen mis clases –dije luego de dejarle un beso en la mejilla y salir en dirección a la universidad-

Eran las 7:30 pm y me encontraba en la biblioteca de la universidad realizando una investigación sobre víctimas de cáncer, quiero obtener la mayor información posible de este tema, tengo la esperanza de encontrar algo que la contrarreste, sé que algún día podré curar a mi mamá y volverá a ser la persona brillante y alegre que siempre fue sin estar pegada a una silla de ruedas.

No salí de la biblioteca hasta que llegó la hora límite, por lo que salí a las 11:43 pm, la institución estaba casi vacía excepto por los guardias y algunos profesores o alumnos que tenían algo pendiente que hacer.

Tomé el bus de regreso a casa, vi a mamá sentada viendo la televisión mientras cosía una camiseta.

¿Todavía estás despierta a estas horas? –pregunté mientras me acercaba a ella-

Porque aún no llegabas –me respondió ella casi en tono de regaño-

Sabes que estudio medicina y que es una materia muy demandante, es normal regresar a estas horas –me excusé mientras la llevaba a su habitación-

Lo sé hija, pero eso no puede evitar que me preocupe por ti, sobretodo porque se lo peligroso que pueden ser las calles a estas horas, siempre estoy deseando que nada malo te pase y que llegues sana y salva a casa –Se quejó ella mientras yo la ayudaba a acostarse en la cama-

Y por eso siempre me cuido mucho más, además puedo cuidarme sola –dije sonriendo levemente para tranquilizarla-

Pero-

Mamá ya es muy tarde, es mejor que descanses, yo también iré a acostarme que estoy muy cansada –dije interrumpiendo lo que iba a decir- Buenas noches, descansa –le di un pequeño beso en la frente-

Tú igual mi niña –me acarició la mejilla y luego le apagué la luz saliendo de la habitación-

Apagué el televisor de la sala y entré a mi habitación, aguanté las lágrimas que amenazaban con salir, me bañé y me acosté, estaba cansada tanto física como mentalmente, solo quería dejar de pensar en las cosas que están pasando a mi alrededor por un rato, quiero alejar todos los problemas de mi vida, sin embargo sé que no es una tarea para nada fácil de hacer.

Luego de un suspiro y de acomodarme mejor en la cama caí en un profundo sueño...

Al día siguiente, hice mi rutina habitual, fui al trabajo y empecé a atender a los clientes como naturalmente lo hago.

¿Qué desea pedir? –dije sin fijarme en quien era el cliente, solo quería terminar rápidamente el trabajo para continuar con mis investigaciones-

Desearía un capuchino caliente y una tostada mixta –dijo una voz familiar, al mirarla pude sentir como por un instante el mundo se detenía, era Evelyn y por alguna razón me hacía muy feliz volverla a ver haciéndome sonreír alegremente sin darme cuenta- Oh si claro –dije anotando su orden- y-ya le traigo su orden –no pude evitar tartamudear por lo que me avergoncé y pude sentir como un calor se extendía por mis mejillas-

Está bien –dijo ella regalándome una encantadora sonrisa mientras sacaba su laptop, supongo que para trabajar como siempre lo ha hecho cuando está aquí-

Me apresuré a dejar la orden del pedido al cocinero mientras atendía a los demás clientes, sin poder evitarlo pude notar por el rabillo del ojo como un chico se le acercaba, no podía escuchar lo que le decía lo que encendía en mí una cantidad considerable de curiosidad y un sentimiento extraño, es como si estuviera un poco molesta pero sin saber por qué, ni siquiera con Madison había sentido este tipo de molestia y valla que si me saca de mis casillas esa niña.