LUISA

Segundo día de colegio, ya habían pasado las primeras horas, sonó el timbre para salir al receso y Emily y Emery fueron a comprar las onces a la cafetería.
Estaban haciendo la fila para comprar y llegó Cristian también a hacer la fila, en el instante en que vio a Emily se sonrojó, pero ella creía que era por Emery, compraron y se fueron a dar las vueltas que siempre daban por el colegio, otra vez tuvieron esa sensación de que alguien las seguía, creyeron que era Cristian nuevamente, pero en realidad era Luisa, ella le tenía una gran envidia a Emily y a Emery porque eran populares, bonitas, y además llamaban la atención de alguien que ella anhelaba, esa persona era nada más y nada menos que Cristian, al verlas se le vino una idea, caminó hacia ellas y justo cuando estaba al lado de Emily le hizo zancadilla, justo antes de que ella se cayera y quizás se rompiera el tabique, alguien la sostuvo en un medio abrazo, lo cual no la dejó caer. Emily levantó la cabeza para ver quién era su salvador, y éste era Cristian, él la miraba con preocupación, Emily se sonrojó pero le agradeció:
- Gracias Cristian, me salvaste de romperme la cara...
- No me agradezcas, qué te ha hecho tropezar?
Emery intervino:
- No fue algo, fue ALGUIEN - Recalcó la palabra "Alguien" y miró hacia Luisa, quien se notaba tenía mucha rabia y estaba a punto de llorar
Cristian miró a Luisa con odio, soltó a Emily de su abrazo, ella le dió las gracias de nuevo y se fué con Emery para el salón, todo estaba en silencio, pero no era un silencio agradable, era un silencio algo incómodo, Emery decidió romper el silencio:
- Que bueno que te atrapó...
- Si...
- Qué tienes?
- Es que yo no le he hecho nada a Luisa, no se por qué me odia...
- No te pongas triste, de seguro te tiene envidia porque ella no es popular
- Debe ser, dejando el tema, me acompañas a la cafetería?
- Claro, también voy a comprar
Se fueron hacia la cafetería, Emily compró un jugo y Emery un yogurt, ellas iban bajando las escaleras cuando llegó Luisa y empujó a Emery, debido al empujón, se le regó todo el yogurt sobre el uniforme, Emery se puso furiosa y salió corriendo para el baño, por más que se intentaba limpiar no podía, se frustró tanto que comenzó a llorar, llamó a su chofer personal, Lucas, y le pidió el favor de que le trajera ropa, sí, bonita, popular y millonaria, pero como he dicho antes, el ego nunca se les subió a la cabeza, ellas eran muy humildes, solo usaban su dinero cuando lo veían realmente necesario.
A los 20 minutos llegó Lucas, le entregó la ropa a Emery y recibió su uniforme, Emery le agradeció y ya cuando Lucas se había ido, siguieron caminando por el colegio, llegaron cerca a la sala de sistemas cuando escucharon gritos y llanto:
- NO QUIERO QUE VUELVAS A MOLESTARLAS!!!
- Pe...pe...pero lo... hice por ti! - La voz era de una chica, pero ellas no sabían de qué chica, pero se notaba que estaba llorando mucho, ya que casi ni podía hablar
- POR MI!? ACASO YO TE PEDÍ QUE LO HICIERAS!? 
- N...No... Pe... pero no me hables así... cómo no te das cuenta que te amo!? - Ellas se sorprendieron y creyeron que ya lo que seguía era muy personal, pero un nombre les llamó la antención y siguieron escuchando:
- DÉJAME EN PAZ LUISA! ENTIENDE QUE YO NO TE QUIERO A TI, LA QUIERO A ELLA
Después de esto solo se escuchó el incesante llanto de Luisa, y seguido de esto vieron salir a un chico que reconocieron de inmediato: Cristian, las estaba defendiendo? Por qué? Si ni las conocía, a Emery sí, pero a Emily no, así que, por qué lo hacía? 
El timbre sonó y todos volvieron a clases, ellas dos no se podían sacar esa conversación de la cabeza, así que Emily le mandó un papelito a Emery:
Por qué nos defendía? Aunque no sé si era a nosotras...
~Emily
Obvio era a nosotras, y no sé, de pronto porque Luisa se pasó y a él no le gustó eso, es evidente que ella nos tiene envidia, pero no entiendo a que va con eso de que lo hizo por él y porque lo ama...
~Emery
No sé, creo que él está enamorado de ti, o de pronto ella cree que alguna de nosotras está enamorada de él.
~Emily
Confío más en la segunda, y ya deja de mandar notas, el profe nos mira
~Emery
~OK
~Emily
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Las clases acabaron y ellas volvieron a sus casas, Emery almorzó y pidió permiso para ir a la casa de Emily a hacer tareas, como ella era tan juiciosa y responsable al igual que Emily le dieron el permiso. Cuando llegó a la casa de Emily, timbró y de inmediato le abrieron, era Laila, la criada, pero ellos la trataban como si fuera de la familia, puesto que no les gustaba ser de esos millonarios que humillaban a la gente o así, trataban a todos por igual, Emery saludó a Laila:
- Hola - La saludó con la mano
- Buenas tardes Señorita Emery - Saludó Laila cordialmente
- No seas tan educada, por favor, me haces sentir mal, llamame Emery, sin formalidades
- Como diga Emery
- Y tuteame por favor - Emery la miró disculpándose con los ojos por ser tan cansona
- No te disculpes, solo es la costumbre, Emily está arriba en su habitación
- Gracias - Emery le sonrió y subió corriendo las escaleras
Golpeó la puerta de la habitación suavemente.
- Sigue - Dijo Emily desde adentro
Emery pasó y dejó la maleta en el suelo, cerró la puerta y se sentó en la cama junto a Emily, a ellas les gustaba mucho cantar, Emily tocaba la guitarra y Emery cantaba, lo hacían muy bien, pero no les gustaba que nadie las oyera, iban cantando y tocando mientras hacían tareas, así terminaban más rápido.
Estaban terminando la tarea de física cuando Emily recibió un mensaje:
Gomita:
Hola, cómo estas?
- Gomita me escribió
- Qué te dijo?
Emily le mostró el mensaje a Emery, ella tomó el celular y respondió por Emily:
Emily:
Bien y tú?
Gomita:
Mejor ahora que hablo contigo 😊
Emily:
Te gusto?
Gomita:
Demasiado...
Emily:
Dime quién eres, por favor
Gomita:
No puedo
Lo siento, me tengo que ir
Emily:
🙁 Está bien
Emery le devolvió el celular a Emily, ella leyó y se sonrieron mutuamente, siguieron haciendo tareas y cuando terminaron vieron una película, cuando la película acabó Emery se despidió y se fué para su casa.
En la noche Emily pensó muchísimo en quién podía ser su admirador secreto, y de tanto pensar se quedó dormida sin ninguna respuesta coherente.