Comenzaba el inicio de la que sería a partir de hoy la rutina diaria, se despiden de Margaret, Hope y Acrosss antes de salir, conscientes de que llegarian tarde tomaron un desayuno rápido mientras se dirigian a sus respectivos puestos de trabajo, dispuestos a dar lo mejor de sí mismos.
El trabajo resulto ser tanto productivo como agotador. Jeams se encargaba de la recogida de plástico. Los desechos eran arrojados a una maquina que los convertía en combustible reutilizable y reciclado. Por otro lado Destiny se dedicaba a replantar árboles en las zonzas circundantes, ofreciéndoles un espacio para acercarse y hablar de vez en cuando
Apenas tenian fuerzas para dar un paso má cuando finalmente regresan a la mansión.
Prontamente llega la noche y todos se preparan para descansar. La tenue iluminacion que entra por las antiguas ventanas de madera crea una atmosfera serena, la luna refleja su luz en los grandes ventanales con vitrales añadiendole un toque de encanto al lugar
Mientras la casa reposaba en un tranquilo sueño, un sonido poderoso arrancó a Destiny del suyo, resonando hasta obligarla a llevarse las manos a los oídos y a abrir los ojos de golpe: el canto majestuoso de una ballena. Hope seguía durmiendo a su lado, ajena al tumulto marino, y su cachorro, atento al sonido, orientaba sus orejas como pequeñas antenas buscando su origen. Con cautela, Destiny se aproximó a la ventana y se asomó al vasto mar bañado por la luz argenta de la luna. Un destello capturó su mirada- la imponente aleta caudal de la leviatán se sumergía suavemente en las profundidades. Un torrente de emoción azotó su pecho, tan arrebatador que no cabía dentro de ella un segundo más. Actuando por impulso, se abrigó apresuradamente y descendió las escaleras, una a una, con agilidad hasta alcanzar la puerta que la separaba del gran espectáculo acuático...
Rápidamente llegó a la playa, ya que estaba muy cerca de la mansión. Se detuvo en la orilla, era hermoso, el lugar estaba pintado por una arena negra, el mar una vez mas recibe a Destiny mostrado ese brillo que la ha cautivado pero en esta ocación encontrandose con un mar espumoso, las olas rompen con suavidad liberando miles de diminutas burbujas que se elevan en el aire. La espuma blanca como si las olas hubiesen decidido envolverse en vestiduras de encaje, acariciando la orilla con una ternura infinita, liberando al romper un manto de burbujas minúsculas que ascendían en el aire como joyas. La blanca espuma, suave y ligera, se esparcía sobre la superficie del agua con la gracia de un susurro, transformando el paraje en un dominio que parecía pertenecer a un reino encantado, ajeno a todo lo terrenal.
Se detiene, sus sentidos tensos en una escucha atenta, mientras sus zapatos juegan con la fina alfombra de arena. Sin embargo, el cántico submarino que esperaba captar se había desvanecido en el silencio, como si la ballena, portadora de esos sonidos misteriosos, hubiera decidido guardar sus secretos bajo la superficie del mar una vez más...
Justo cuando estaba a punto de darse por vencida, la vio: una majestuosa ballena jorobada blanca saltando en el agua como si estuviera danzando, creando olas colosales y rompiendo la superficie del agua con una energia impresionante. El animal brilla como la luna, emanando una belleza celestial, su cancion, uno de los sonidos mas hermosos de este mundo, resuena en el mar como eco, llena de profundidad y emocion parece transmitir algo y llevar concigo la sabiduria de los mares, queriendo acercarse, por un momento fugaz...se queda simplemente parada alli al pie de la orilla solo escuchando la melodia mistica que del aire salado como un poema sin palabras...
Entoces sierra bremente los ojos, tratando de interiorizar la melodia, Visiones del colgante surcaron su mente, destacandose contra un fondo negro como la arena, De su interior brotaba nuevamente el líquido, y con él, una fuerza insistente que la jalaba hacia las sombras del abismo. Sus vestiduras se habían desvanecido, reemplazadas por una extensa sábana blanca que, como la espuma del mar, rápidamente se despojó de su cuerpo transformándose en una estola a merced de la costa.
Allí, en la vastedad subacuática, la majestuosa ballena albina emergía. Destiny capturó en su mirada uno de los expresivos ojos del cetáceo, cuya pupila yacía firme e impasible. La lucha por respirar comenzó; el aire se diluía en sus pulmones, y el agobio de la asfixia la invadía. Con la desesperación rozando su ser, abrió los ojos abruptamente, inhalando una bocanada salvadora.
Despertando de la ensoñación, se encontró de nuevo sobre la orilla, con los pies enterrados en la arena cálida, bañada por el respiro de las olas.
Aturdida y asustada corrió con los zapatos competamente empapados hacia la mansion donde cierra la puerta con tal brusquedada que despertó al ama de llaves:
-¿Requieres asistencia, querida? -inquirió la ama de llaves, su voz un bálsamo y una llama titilante danzando en la cera de la vela que sostenía.
-Oh, no, era solo... -destelló una pausa, un suspiro apenas audible-. Necesitaba aire fresco, lamento la perturbación -se disculpó Destiny, su rostro un lienzo de serenidad pintado sobre un caos de desorientación. Ascendió las escaleras con el eco de su propia confusión resonando tras cada paso.
Con una delicadeza que contrastaba su tumultuosa llegada, abrió la puerta de su habitación. Despojándose de los zapatos.
Un nuevo dia del trabajo llegó, margaret con pulso firme y lleno de energia, sorprendio a los jovenes despertandolos con el dulce sonido de una bandeja de plata siendo golpeda con una cuchara.
- ¡venga es hora atrabajar!-anunciaba
Acrosss se trepaba encima de la cama de jeams para intentar despertarlo mediante besos caninos
Después de disfrutar de un exquisito desayuno acompañado de risas, sin embargo detrás de cada sonrisa cada uno de ellos llevaba en su interior pensamientos revueltos, confusos e inquietos, pero a pesar de todo los chicos se prepararon para ir a cumplir con sus responsabilidades laborales.