Después que el hombre hizo que la niña cayera en un gran sueño profundo, la dejaba en la cama con delicadeza, y la mira serio mientras rasca un poco su nuca.
Bel: No me gustan los niños. -Suspira con frustración para después voltear a la puerta del baño y fruncir el ceño- ¿por qué la ayudaste? ¡Sabes que no tienes permitido hablarle, ni mucho menos mirarle!
A simple vista parecía que Bel estaba hablando solo, pero a los segundos aparecio detras del marco de la puerta una gran cantidad de cabello, para después mostrarse por completo. Era el rostro de una mujer adulta, que no contaba con ojos, debajos de sus cuencas tenía una grande boca de oreja a oreja que no contaba con labios, así que solo se le miraban todos los dientes puntiagudos. Tenía una larga cabellera oscura que parecía que no se había lavado en años, enredada y sucia. La mujer contaba con una silueta que parecía desnutrida. Y una fina y arrugada capa de piel morena.
(no me deja enseñarles como es. así que les dejo el instagram. ahí la subí)
...: Lo siento mucho mi señor. Pero al ver que era la señorita Itayetzi, no pude dejar que la siguieran tratando así. en serio le pido que tenga piedad por esta vaga alma. -Decía tranquila y sumisa, con una voz dulce mientras solo miraba al piso arrepentida, que a la vez escondía un miedo por aquel hombre alto e intimidante.-
Mientras que el hombre la miraba con superioridad le contestaba:
Bel: no la llames así. Allá la conocemos como Lady Luciel. -Parecía hablar en serio, pues su tono de voz era molesto y con un poco de indignación por la manera que la mujer había llamado a la niña.-
La mujer levantaba la mirada y con una expresión de confusión preguntaba:
...: pero ese nombre no es el nombre d-
Bel: ¡No juzgues el nombre que le puso nuestra señora!. -la interrumpía enojado-
...: disculpeme mucho. -La mujer nerviosa, mejor se acercaba a la niña y acariciaba el cabello de la pequeña, para después preguntar- Qué va hacer con ella? ¿Estará bien? No creo que la protejas como le dijiste, eres un hombre bastante ocupado para encargarse de ella, o dejarás de ser la mano derecha de nuestro señor para cuidar a su hija? porque no creo que él se preocupe por ella en realidad. -Solo lo decía para desviar el tema. Pero no parecía que lo que acababa de decir ayudara en algo pues parecía que el hombre estaba perdiendo la paciencia con ella.-
Bel: Por órdenes de él estoy aquí, El señor no quiere que su primera hija muera. Pero ya está a salvo y ya me voy -Este parecía ya desesperado por irse, pues su paciencia se había agotado y se estaba conteniendo de no agarrar a la mujer del cuello y llevársela al infierno para torturarla por la eternidad, ¿pues quién se quedaría con la niña?-
Pero la mujer al escuchar que Bel se iba, cargaba a la niña algo asustada, desesperada y confundida
...: ¿Eh? ¿Cómo que ya te vas? ¿Y qué va a pasar con ella? -le acercaba a la niña, como diciéndole “llevatela” con aquel gesto.-
Bel: no sé. Si quieres quédatela, pero si muere... el señor no tendrá piedad de ti. -Desaparecía de la habitación, dejando sola a la mujer monstruo y a la niña inconsciente completamente solas y a su suerte. -
Resignada, la mujer desaparecida también con la niña en brazos para después aparecer en otra casa más vieja que estaba destruida y quemada.
Caminaba con la niña en brazos hacia una habitación y antes de abrir la puerta lo pensaba un poco. En su cara se reflejaba el dolor y la tristeza que había en su corazón, pero a los segundos suspiraba decidida, tomaba fuerzas y la abría.
La habitación parecía casi intacta, ahí no estaba destruido ni quemado, estaba muy bien decorado y lleno de juguetes de niño, había dos camas tendidas con peluches acomodados y en el techo estaba pintado del espacio con estrellas que brillaban en la oscuridad.
La mujer dejaba a la pequeña en una de esas camas, la arropaba y acariciaba su cabello sin creer que nuevamente tenía compañía.
Al día siguiente a las 11:15am Ita despertaba, extrañada miraba a su alrededor pues a pesar de que estaba todo muy ordenado y bien decorado, todo estaba muy polvoso, como si personas no habitaban ahí desde años. La pequeña bajaba de la cama y miraba debajo de esta a ver si no había zapatos que ponerse, pero al asomarse, solo miraba mucho cabello y el rostro de la mujer con una gran boca, sonriendo de manera muy siniestra.
…: Despertaste! Buenos días mi solecito, dormiste bien? ¿Tienes hambre? -decía entre aquella espeluznantemente sonrisa, para después salir de ahí abajo y mirando a la niña fijamente curiosa.-
La niña lejos de asustarse por la tremenda escena, estaba super emocionada, sus ojitos brillaban de felicidad y sonreía de oreja a oreja para después abrazar a la mujer.
Ita: ¡Me estás hablando! ¡No me tienes miedo! ¿Te puedo hacer unas preguntas? ¿Cómo te llamas? ¿Quieres ser mi amiga? ¿Puedo saber cómo moriste?
…: Wow, wow, wow, una pregunta a la vez –Reía con delicadeza, con su corazón lleno de felicidad gracias a Ita. Tomaba a la niña de la mano y la comenzaba a guiar fuera de la habitación, dejando que la niña viera el caos que era, muebles quemados, paredes derrumbadas, la naturaleza reclamando lo que le pertenece, pues había muchas plantas por doquier. -
…: mi nombre es María, sí quiero ser tu amiga y solo seguiré respondiendo preguntas si comes algo primero
Ita: Sí, Sí!. Esta bien –contestaba emocionada, sentimientos que no experimentaba en años volvían a ella, haciéndola sentir afortunada de estar viva y olvidando las cosas que había vivido.-
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Editado: 08.12.2024