Llegamos a la habitación y voy directo al baño, sólo quiero llorar y no entiendo la razón. No cierro la puerta y cómo lo supuse es Drake quien llega y me abraza sin dudar qué es lo que necesito, masajea mi espalda y capturo mis lagrimas en mis manos.
—¿Estás bien?
—¿Tiene que ser difícil?
—No, o tal vez si, no lo sé —suspira y dejo salir una risita.
—Quisiera que todo fuera fácil.
—Entonces estarías muerta —río sin poder evitarlo y me alejo un poco, tiene una manera para ayudar que es impresionantemente extraña—. No sé consolar, Marion, lo siento si no soy suficiente.
—Eres más que suficiente para mi —me inclino y beso sus labios, me alejo y llevo mis manos a su pelo—. Mis primos son unos trogloditas.
—Eres casi como su hermana pequeña y entre especie nos conocemos —suspiro pesadamente, un asco ser la menor y que siempre te traten como si fueras una bebé, si fuera así entonces me ayudarían a hacerme cargo de DiV, pero ahí hasta ellos tienen miedo de meter las manos.
—¿Cómo que entre especie se conocen?
—Pues todos los hombres somos graduados en Máster de Romper corazón sin saber cómo.
—Se resume en ser troglodita también —asiente sonriendo y bostezo cansada, ríe y besa mi frente—. Estoy muy cansada.
—Lo sé, yo también ¿Pero sabes algo? —niego y me rindo en sus besos, cierro los ojos y disfruto—. Tenemos que ducharnos antes de ir a dormir.
—Ni se te ocurra meterme a la ducha con ropa, es terrible porque queda un olor raro.
—Bueno, entonces —sus manos suben de mis caderas lentamente por mi costado y levanto los brazos luego de bajar el cierre de la espalda.
Cuando me quedo sin mi camiseta veo fijamente a sus ojos que ahora son un azul tan oscuro como la noche más estrellada, llevo mi mano a su nuca y me acerco a besarlo como nunca antes, sus manos en mi espalda me acercan mucho más a él. Cuando estamos quemando, su celular suena a interrumpir todo y suspiro teniendo en cuenta que ha ignorado todas las llamadas de su madre y ya no quiero que me siga odiando.
—Contéstale —me rindo y quito los cubre pezones dándole la espalda a la puerta.
Me quito la ropa con toda la calma del mundo para recuperar el aliento, me meto bajo la ducha y el agua cae tibia sobre mi cabeza, necesito quitar todo el gel que hay en mi cabello y de esta manera me sirve. Termino de ducharme y cuando salgo del baño envuelta en una bata Drake sigue al teléfono, me pongo mi pijama y vuelvo a secarme el cabello, estoy terminando cuando el vuelve, en silencio me quita el secador y él comienza a hacer el trabajo que yo.
—Lo siento.
—No importa, era tu mamá —bostezo y veo que frunce el ceño, su mirada conecta con la mía por medio del espejo.
—Tú también tienes mamá y la ignoras —niego queriendo no molestarme, ese día con ella fue el peor de todos, fue un asco de mañana y lloré todo el día ignorando mi trabajo. Le di una oportunidad por la que me rogó y la desperdició, peor que las oportunidades que ha tenido Ferrari teniendo a Charles como piloto.
—Le hice tres preguntas de cada etapa de mi vida, si se supone que ella siempre siguió mis pasos ¿Cómo es que medio mundo puede responder las preguntas que ellas no?
—¿Cómo es eso? —frunce el ceño al tiempo que deja de secar mi cabello.
—Nunca siguió mis pasos como dijo, ella también hizo como si yo no existiera y yo no morí con mi papá —me giro entre sus brazos y paso mis manos por su cuello a su cabello—. Ella no tuvo amnesia. Y no me puedes decir que ella sufrió por la pérdida de mi papá y que por eso se alejó de mí, porque eso la hace mucho más cobarde.
—Ya, entendí —murmura sabiendo que si me dice algo en defensa de esa mujer, tendrá que pedir otra habitación para él.
—Te espero en la cama, si es que no me duermo —ríe y besa mis labios.
—Ve y duerme, se te ve cansada.
—No —chillo al verme en el espejo nuevamente, quisiera golpear mi cabeza contra él.
—¿Qué pasó ahora?
—No me he quitado el maquillaje —hago un puchero y sonríe mordiendo su labio inferior.
—M & M ¿Estas bien? —niego queriendo llorar otra vez, ni siquiera yo se que me pasa—. No importa, yo puedo hacerlo por ti.
—Pero tú también estás cansado. Mientras tú te duchas, yo me desmaquillo.
Salgo de entre sus brazos y voy a mi maleta para sacar todas las cosas que necesito, cuando vuelvo al baño el agua de la ducha ya se encuentra corriendo. Ordeno las cosas que voy a usar y me ato el pelo para no mojarlo ni embarrarlo con nada otra vez. Cuando estoy comenzando a desmaquillarme Drake toma una toalla y se la pone rodeando su cadera. Veo su abdomen aún masajeando mi rostro con ese aceite que hace que parezca payaso con todo el pigmento corrido.
—¿Qué miras?
—El cuerpo de mi novio, es perfecto —admito sonriendo, Drake niega con la cabeza divertido, besa mi coronilla y se va a la habitación—. Ni se te ocurra dormir con el pelo mojado.
—Lo voy a secar, deja vestirme que así no te desconcentras.
—Imbécil.
—Y llegó mi novia a la que conocía —río por su exageración y limpio mi cara con una toalla y me vuelvo a lavar con uno de mis jabones limpiadores.
—¿Por qué tanto proceso?
—Porque tengo la piel delicada, después de que me dio anemia tuve que ir al dermatólogo —lo miro por el espejo mientras toma una foto de ambos.
—Y si no hubiese sido por mí…
—No hubiesen quitado sangre —digo rápidamente interrumpiendo lo que se que va a decir.
—No M & M, me refería a que si no hubiese sido por mi no hubieses sabido que tenía vértigo ni anemia.
—Por eso no eras de mi agrado —ríe tomando su estomago y me abraza besando mi mejilla y luego baja por mi oído al cuello y hasta mi hombro—. Ve a acostarte si quieres, a mí aún me falta.
Asiente y desaparece, termino de hacer todo lo que me indicaron y ordeno todas mis cosas otra vez antes de ir a la habitación, cuando comienzo a ordenar todo en mi maleta es que noto que ya se ha quedado dormido y se ve muy adorable así dormido. Me siento en la cama y muevo su cabello que aún está un tanto húmedo, luego voy al lado derecho y me meto bajo la sábana viendo el rostro del chico con el que dormiré por primera vez.