—Enhorabuena Drake, otra carrera más que has ganado, un increíble trabajo el que hoy has hecho —miro la pantalla disimuladamente para verlo, su sonrisa podría conquistar a cualquiera—. ¿Cómo te sientes al respecto?
—La verdad me siento muy bien, di todo de mi como en cada carrera y a pesar de esa penalización pude sostener el liderato así que muy bien —su voz suena cansada a pesar de verse físicamente bien, le falta el aire pero también podría ser por la celebración.
—Estuviste en el hospital hace una semana, se decía que no correrías ¿Algo que decirnos? —sí, que probablemente me llegue con flores por escaparse de mi casa sin despedirse sólo para evitar una pelea.
—Sí, tuve una bronquitis que no me dejaba respirar por las noches —doy fe de ello, estuve en su departamento toda la semana que no quería hacer caso hasta que no me quedó de otra más que ponerme mandona—. Debo agradecer a mi novia que a pesar de todo me estuvo cuidando, trabajaba en la misma habitación de ser necesario, así que le debo a ella mi recuperación —abro la boca cogiendo aire y sin ver la pantalla, el imbécil no está pensando claro está, porque con estas declaraciones si antes nos seguían ahora será peor.
—Dale un mensaje a tu novia, entonces. Esto ha sido una sorpresa para nosotros.
—Pues gracias por estar conmigo día y noche, el premio va para ti, hermosa —sonrío esperando que la atención de los presentes vuelva a la sala de trabajo.
—¿Tiene novia?
—No lo sabía —dice otro de los señores del consejo, me vuelvo a sentar en mi silla y veo a mi asistente que sólo sonríe discretamente viendo al suelo.
—No eres el único, hasta la chica dijo estar sorprendida —señalo terminando de anotar en la hoja lo que no me parece correcto y a ellos tampoco.
—¿Cuánto tiempo tendrá novia?
—Se dice que ha tenido más novias que meses en un año —dice otro más ¿Por qué trabajo sólo con hombres?
—A veces sólo son rumores.
—Por favor, atención aquí, no entiendo su afán de hacer una reunión un domingo —me quejo viendo la televisión, repiten la curva en la que Drake pasó a tres más.
—Cierto ¿Qué viene?
—Mañana se graba el video promocional que será liberado la fecha del aniversario —señalo cambiando la diapositiva, está listo el planer—. Me parece que es buena idea que algunos vayamos a ver el proceso de grabación.
—Me parece bien, yo traje a toda mi familia asique si puedo ir, feliz —dice Robert mientras que todos los otros ríen.
—¿Los autos salen de aquí?
—Sí —confirmo de mala gana viendo cómo Ferrari se acerca a mi chico—. Son los que quedan cómo modelo original en caso de.
—¿Tu sabes quien es la novia del chico? —cuestiona uno de los presentes, nada que ver con lo que hablamos y me molesta, no debería ser punto de atención.
—¿Por qué tanto interés? —cuestiono frustrada, nuevamente pensando en que tenía una medicina que tomar en medio de la carrera.
—Es que, no lo sé, no creí que tendría novia.
—Pues entonces van y pregúntele a él, es que aquí estamos trabajando —digo nuevamente intranquila, pues lo veo toser mientras entrevistan a Leclerc—. Aunque se supone que él y Jake forman parte del video de mañana.
—¿De verdad? —asiento con la cabeza y apago la pantalla, aunque vaya en contra de mi voluntad.
—La invitación está hecha, si quieren venir bienvenidos sean. ¿Damos por terminada la reunión? —pregunto volteando la pantalla de mi celular para que quienes se levanten no vean quien me llama.
—Así sería.
—¿En qué horario sería la grabación?
—Temprano, a las nueve se comienza —dice mi asistente viendo mi nivel de ansiedad por querer atender la llamada.
—Que tengas buen día, Marion.
—Nos vemos mañana.
Asiento sonriendo a todos, algunos se marchan y otros siguen hablando entre ellos en medio del pasillo, yo me muevo a mi oficina y atiendo la llamada entrante.
—Dime.
—Ya me tomé la medicina —su emoción tira ligeramente la comisura de mis labios, pero sólo es eso porque sólo siento llorar.
—¿Para eso me llamas? —la pregunta sale casi con veneno de mi boca y me sienta mal saber la manera en cómo lo dije, pero es que es ¿Decepción? no sé lo que siento con claridad, ni tampoco cómo me siento, es una mezcla.
—Pues sí, para que no te preocupes —su despreocupación me va a volver loca, lo puedo entender, pero él no tomó en cuenta mis palabras, no quiso hablar antes y parece que ahora es lo mismo.
—Bueno —suspiro y miro por la ventana hacia la pista iluminada.
—¿Todo bien?
—Lo hablaremos cuando vengas, ahora estoy ocupada —debería haber colgado antes, ahora no querrá colgar.
—¿Sabes? Cada que pasa algo, todo el tiempo en el que estamos en la cuerda floja, aplazas el tema diciendo estoy ocupada ¿Acaso siempre va a ser así?
—Ey para ahí, estás lejos y yo realmente estoy ocupada —en realidad no estoy ocupada, pero no quiero llorar ante todos—. Además, a mi me da igual el tema, sólo es que estoy ligeramente molesta por tus acciones ¿Sabes? Y ni siquiera es por pensar en mi, es por pensar en ti mas de lo que tu haces.
—Ya —río irónicamente y tengo que tener cuidado con mis palabras, pues mi yo interna ya está insultando en todos los idiomas que he aprendido.
—Oye, no me des vuelta la tarta. De verdad me preocupo.
—Lo sé —suspira y yo hago lo mismo buscando calmarme—. Pero entiende, yo no te digo nada por tu trabajo.
—Ya listo, cerremos el tema —era obvio que iba a tocar ese tema que a mi aún se me hace difícil, es cambiar mis prioridades y no estoy preparada aún.
—No, no me puedes decir cerremos el tema cuando gané puntos de mucha valía para el equipo, si no me presentaba hoy hubiésemos tenido cero.