cap 32

Que Xen llame todo esto un juego me da escalofríos y, me hace temblar de miedo.

Hace silencio para causar suspenso en mí, pero repentinamente comienza a hablar, lo que causa en mi un sobre salto.

Me doy cuenta que detuve mi respiración por unos segundos, no sé por cuanto pero lo que si se es que mi respiración vuelve a mí rápidamente y sin ninguna dificultad, lo cual es bueno.

“¿Sabes qué? esa última cosa que te aré no te lo diré, quiero que sea una sorpresa”

No me gusta para nada lo que él me está diciendo, el miedo se está empezando a introducir en mi cuerpo, lo cual es malo.

En el aire se oye dos palmadas, y las cadenas se empiezan a mover nuevamente.

Cuando mi piel hace contacto con el frio metal, un dolor insoportable se apodera de, no solo mi muñeca, si no, mi brazo completo. Vuelvo a sentir como la sensación de unas hojillas cortan mi brazo violentamente.

El dolor es insoportable, pero después de un rato el dolor se vuelve aun peor, es como si me estuvieran quitando la piel poco a poco, pedazo por pedazo, y lentamente.

¡DIOS NO LO SOPORTO, ES ORRIBLE ESTE DOLOR!

Inevitablemente un grito sale de mi boca tan estruendoso, mi propio grito me hace recordar a esas películas de tortura en las cuales esas pobres personas gritan por el dolor sin poder parar hasta que se quedan mudas de tanto gritar.

Oigo como la espeluznante risa de Xen se oye en la oscura noche, como gozándose por el dolor que se está produciendo en mí.

“Wao, sí que tienes unas cuerdas vocales muy buenas. ¿Pero qué te pasa? ni siquiera hemos empezado este juego y tú ya vas a estar pegando gritos. Yo tenía esa pequeña esperanza dentro de mi corazón de que ibas a soportar esto. Pero de que estoy hablando, es obvio que tú no eres ruda y menos eres alguien que resiste este tipo de trato, ¿o es que me equivoco?”

No respondo su estúpida pregunta, en vez de eso, intento no pegar ningún otro grito, pero es inevitable y lo vuelvo a hacer.

“¡DEMONIIOOS!”

Mientras cuento los minutos que se están haciendo eternos para mí, oigo, como nuevamente las palmas de Xen vuelven a sonar en la oscuridad, y esa es mi señal para prepararme y soportar el nuevo nivel de dolor que viene.