♠Capitulo tres♠

"Prefiero palabras afiladas, que mentiras"

♠Capitulo tres♠, verdad a medias

Pov's Maritza

Desperte Gracias a la bella, hermosa, preciosa y melodiosa alarma de mi teléfono, nótese el sarcasmo, me levante a duras penas de la cama para ir a tomar un baño, ya mas tarde tendría que pasar por la empresa de nuevo para ver que tal con la recuperación de los equipos.

Me bañe y fui al closet, me puse una camisa ombliguera negra de encaje junto con una falta hasta la mitad de mis piernas negra de encaje igual haciendo juego con la camisa y encima una chamarra pequeña de mesclilla, salí del cuarto para aplicar un poco de labial y corrector de ojeras y deje mi cabello aun húmedo por el baño suelto. Salí de casa para el estacionamiento y escogí este auto un auto azul sin capote.

Por primera ves en mi vida iría con guardaespaldas ya que había posibilidades que me vieran ingresando a la empresa ayer y pues eso es ahora un maldito problema además de que iré después de clases a la empresa y tenia que ir acompañada por si acaso.

Subí y me dirigí a la universidad, estacione el auto y saque unos audífonos, de la colección que tengo o tenia por que ahora esta incompleta, del bolso para ir a mi casillero.

De camino a los casilleros me los puse, coloque música mientras pensaba como recuperar los equipos...

Llegue a mi casillero y lo abrí, cuando lo hice callo un papel al suelo, frunzo el ceño; baje los audífonos y recogí el papel.

Era una foto mía bajando del auto que me dio papá, frente a la empresa... Ósea, una foto de ayer.

Coloque la foto en la puerta del casillero dando un fuerte golpe a este llamando la atención de todos, saque mi teléfono y llame a los dos guardaespaldas que quedaron en el estacionamiento para no llamar la atención, pero ahora eso no importaba, para que llegaran a mi salón y se quedaran todo el día conmigo.

Bufe, ~por eso mi padre no quería meterme en todo esto~ pensé, deje la foto en la puerta del casillero y metí mis cosas a el; luego de dejar todo en su lugar y tomar los cuadernos de la clase me coloque de nuevo mis audífonos y camine al salón.

Antes de llegar se atraviesa el dios griego de Eros Snif en mi camino, elevo una ceja y empiezo a verlo de pies a cabeza sin ningún pudor ni discreción, me baje los audífonos blancos con dorado para escucharlo si llegaba a decir algo.

Trae una camisa azul, con un jeans negro y una chaqueta del mismo color, tenis blancos y su cabello castaño oscuro mas o menos largo peinado a un lado.

~¿Como que hace calor?~ pienso.

Te gusta lo que ves- dice el divertido.

~Se me bajo la presión... ese asentó~ pienso, ladeo la cabeza a un lado y lo veo inocente.

¿Debería gustarme lo que veo?- digo arrogante el ríe de lado.

Se supone- dice el encogiéndose de hombros- Buenos dias...- concluye.

~Buena vista diría yo~ pienso, me muerdo la mejía de manera interna de mis labios para no morderme el labio frente a el y se entere de lo bueno que esta- Buenos dias- digo cortante con una pequeña sonrisa, lo paso de lado y me dirijo al salón.

¿Por qué tan agresiva?- pregunta acercándose a mi, yo muerdo mi labio.

~Esta tan malditamente cerca y tan malditamente bueno ~ pienso ~Cálmate.. Tu no eres una pendeja hueca hormonal~ me regaño.

Soy asi- le contesto, Llegamos al salón y fuera de el estan mis guardaespaldas, Nick y Moisés.

 Señorita- dicen unisonó.

Se quedaran aquí afuera...- les digo ignorando olímpicamente al dios griego- Despues de la universidad iré a la empresa... Si Douglas les avisa alguna novedad me informan de inmediato... Aunque tenga que salir de las clases para atenderlos, lo hacen... ¿Entendido?- concluyo.

Si señorita- dicen unísono.

Nick es un hombre de 37 años, con su físico muy bien proporcionado, además de ello su cabello es cae con rubio natural, sus ojos café y de piel levemente bronceada haciéndolo ver muy lindo pero su porte serio todo el tiempo lo hace interesante y atrae a muchas chicas pero jamás les ha echo caso a alguna, al menos para algo serio que a mi concierne.

Moisés es un hombre que posee el mismo porte de Nick, solo que el tiene el cabello totalmente negro y una barba que lo hace ver mas mayor y elegante de lo que es, hace que muchas suspiren pero su esposa murió de cáncer de mama hace unos diez u once años y desde entonces no ha estado con nadie mas, tiene 36 años si mal no recuerdo y sus ojos son de un negro profundo y vacío.

Si se alejan del salón avísenme...- pido amable, ellos han estado con migo desde que tengo memoria y son mis hombres de confianza, han sido como mi segundo y tercer padre lego de lo que paso, aunque ellos insisten en llamarme de esa manera tan formal- Usen el nuevo teléfono que les di, el hará que llegue un mensaje mudo al mío y asi sabré que se irán por algunos momento...- explico- Solo no se vallan ambos al mismo tiempo- les digo, los paso por el lado y entro al salón el Dios Griego me sigue, me detengo y lo veo -¿Por qué me sigues?- le digo curiosa y algo molesta.

Quiero ser tu amigo- contesta el. 

¿Enserio?- digo incrédula- ¿y los sin cerebro?- pregunto, niego con la cabeza dejando de lado mi actitud de te acercas y te mato- solo no me mientas de ninguna manera... Odio que lo hagan... - concluyo para ir a mi sitio.

Saco mi teléfono para ver algunas cosas de la empresa, uno color lila pálido tres cámaras, que posee reconocimiento facial, asi como un almacenamiento muy grande, también tiene un lápiz táctil para el y es del mismo color que el teléfono en la parte central de la parte trasera de el el logo de G.A.

~¿Como se han atrasado tanto en proyectos?~ pienso revisando las cosas desde una carpeta oculta para mantener seguro los archivos importantes.