Capítulo 29

—¡Eres un maldito suertudo!

Volteo a ver mal al chico junto a mí mientras algunos de sus compañeros de Jane aprueban el comentario.

—¿Por qué?

El bastardo frente a mí levanta las manos algo asustado por mi voz antes de hablar.

—Es que Jane no es de esas chicas que les agrade la idea de arreglarse y...

—No lo necesita, ella es hermosa así.

—Tranquilo hombre. —Varios se empiezan a alejar intentado huír de mi mirada llena de desprecio. —M-Me refiero a que Jane cuando se arregla luce muy bien. 

Ruedo los ojos antes de girarme y quitarme la playera. ¿Quién se cree este idiota para expresarse así de mi pequeña? Desabrocho mi jeans negros y antes de quitármelos, preparo mis shorts amarillos. 

—¡Apúrense! Las niñas ya están saliendo.

—¡El bastardo que se atreva a ver a Jane, aunque sea de reojo, juro que le arrancaré su puta descendencia!

Todos se detienen en la entrada y voltean con evidente terror circulando por su organismo. Y ¿quién no? Si ya me han advertido con que no me enoje porque luzco como otra persona, o más bien, ni humano parezco. Así como Jane es capaz de arrancar una puerta o perforar una pared cuando estaba en su trance de ira, yo me olvido de tratar a todo ser vivo con amabilidad. Bestia, así es como me llamó Brad cuando le hice mierda toda su ropa con mis propias manos por haber intentado besar a mi hermana.

Los chicos vuelven a sus estantes pretendiéndo acomodar algunas cosas sin quitar la vista de la entrada. Malditos calenturientos. Gruño en mi lugar y varios me ven aún asustados por mi reciente acción. Me acomodo mi collar de cruz una vez más antes de doblar y guardar mi ropa en mi maleta. ¿Cómo habrá venido Jane? Dudo que se haya puesto un traje de baño.

—¡Oye, espera!

Todos voltean hacia la entrada incluyéndome y mi respiración se atora en mis pulmones mientras mi ojos se abren demasiado. Playera larga hasta los muslos, shots apenas visibles y un chongo. Que tierna.

—Steele, te estoy esperando. —Su rostro se vuelve rojo y de inmediato se gira para irse trotando. —¡Apúrate!

Asiento y me apresuro a guardar todo en mi estante sin poder ocultar mis sonrisa. Mi pequeña se sonrojó.

JANE

Idiota, idiota, idiota. Perfecto abdomen, perfectas piernas torneadas, perfectos brazos..., mierda su físico es jodidamente hermoso y tan..., ¡Agh!, me cuesta admitirlo. Sexy. 

Tapo mi cara avergonzada por mi confesión inhalando y exhalando con dificultad. Me da miedo. Todo él luce tan imponente. ¡Y no solo eso!, tiene tatuajes. Joder, ¿es normal salivar tanto? Maldito imbécil. ¿Por qué tuviste que ser tan atractivo?, otra razón más para quedarme. Creí que ya no podía hundirme más, pero me equivoqué. Bajo mi mirada hacia el outfit que elegí y de repente me siento insignificante. Hay muchas chicas lindas aquí, quizá se dé cuenta que yo no soy  lo que él...

—Gracias por esperarme. 

Contengo un grito de sorpresa rehusándome a mirarlo. Sé que si lo veo no podré quitar mis ojos de su cuerpo y no quiero que nadie se dé cuenta lo mucho que me atrae. Eso es una arma perfecta para que se burlen de mí. Asiento y trato de caminar, pero sus brazos se aferran a mi cintura descansando su cabeza sobre mi hombro.

—D-Deberíamos movernos. —Lo veo de reojo enarcar una ceja y sostener una sonrisa burlona. —N-No me refería a eso....

Me quejo.

—Déjame verte Jane. 

Se aleja y me pego a su pecho evitando que mire más allá de mi cara. Por donde se le vea, sigue ganando. Si me alejo, me podrá observar detalladamente dándose cuenta que no soy atractiva, y si me quedo en esta posición me siente. Agh, que complicado.

—No.

—¿Te da pena Jane? —Acricia mi hombro y hago una mueca de dolor. —¿Qué pasó?

—Nada.

Tomo su mano ignorando el dolor en mi espalda. Si no me hubiera encabronado dentro del baño por haber olvidado mi bloqueador, no me habría rasguñado de esa manera tan bestia. Ni quitarme una prenda de manera descente puedo. Por eso es que me he puesto esta playera sobre lo que realmente quería usar. 

—¿É-Él es tu novio Jane? 

Decir que no me gusta llamar la etención no funciona si él viene conmigo. Supongo que no es normal traer un chico inglés como de uno ochenta, con perfecto físico, tatuajes y además, sus jodidos shorts amarillos que atraían la vista de muchas. Es disgustante tener que lidiar con algunos comentarios sobre el supuesto tamaño de este hombre.