Nunca digas adiós a algo que no has vivido.
Llegando al bar mi hermana es quien hace los trámites para entrar al lugar y después de un rato nos llevan a donde los demás. Me apresuro a saludar a la familia para poder apreciar mejor el lugar. Estábamos dentro de otro hotel el cual no recuerdo su nombre, pero por la forma en la que está decorado me dice en varios lenguajes que es costoso. Algún día estaré descansando en uno así patrosinado por mí. Sonrío orgullosa, si ya llegué hasta aquí no me es permitido pensar que no lo lograré, ¡es como una burla!
Mientras recibíamos nuestros pedidos escuchábamos las anécdotas de los presentes. Riéndo la mayor parte del tiempo. La mayoría estaba ansiosa por saber del otro y yo pedía que no m preguntaran nada incómodo, pero fue inevitable.
—Y ¿tienen novio?
Sonrío evitando hacer contacto visual y concentrándome en mi bebida.
—¿Tantos años sin vernos y eso es lo que preguntas? —Se burla mi hermana de una prima que se casó terminando su carrera. —¿Alguien da más?
—A ver si no se quedan solas.
—Y ¿a ti en qué te afectaría? —Sonrío y me doy cuenta que los ojos estaban en ambas. No pienso ser el espectáculo de nadie. —En fin, por el momento solo quiero estudiar.
—Eso dije yo y mira, —levanta su brazo donde su bebé descansaba y suprimo con todas mis fuerzas una mueca de asco, pero no por el bebé, sino por la forma en la que piensa, —enbarcada con un bebé.
—Entonces no lo hubieras tenido.
—¡Jane! —René se ríe nerviosa. —¿Qué cosas dices?
—La verdad, si te vas a referir el tener un bebé como un obstáculo en tu vida, mejor no lo tengas. —Vuelvo a beber. —¿Qué es eso de embarcarse?
Me burlo y varios ríen.
—Apenas ni llevas la mitad del vaso y mira ya como estas. —Extiende su mano con burla. —Yo me he llegado a tomar hasta cinco enteras y no me pasa nada.
—Vaya logro, alguien debería recomendarte a Harvard. —Mi hermana me codea tratando de mantener su faceta de seria. —Es que ese logro merece ser escuchado por gente importante.
—Aunque no lo creas, es necesario saber tomar.
—Pues ¿a dondé te imaginas que voy de paseo? —Vuelvo a tomar menos, la verdad no me sentía mareada, pero prefería ser precavida. —Mis lugares son estos, prima.
Centro mis ojos en mi mamá y esta parpadea despacio diciéndome, de algun modo, que estuvo bien lo que hice.
Si no me dejé por una maestra, me voy a estar dejando pisar por esta mujer que veo rara vez. Mi hogar son ellas dos en este momento, no pretendo que todos por el simple hecho de ser familia entren.
Miro hacia atrás y veo una pareja entrar. Ambos bien vestidos, pero lo que no me gusta es la manera en que vienen. Ella en su celular y él caminando a su paso. Ignorándose. ¿Qué clase de amor es eso?
Él saluda a un par de ancianos que lucen de importantes cargos y ella se pasa de largo.
En su rostro veo un vacío que está lleno de pura mierda artificial. Sustituyendo el cariño por lujos. Prefiero trabajar por mis propias cosas para así no tener algun pretexto de estar con quien amo.
°°°
—Bueno, bueno, ¿qué les parece si vamos a ver que hay por ahí? —Propone mi tío y aceptamos. —Es que tanto tiempo sentado me hace daño.
Y así terminamos cada quien tomando su rumbo. Yo con mi hermana y una prima, y mi mamá con sus hermanos y mi abuelito. O eso era al inicio antes de que me distrajera y terminara en algun lado de Reforma.
—Si...
—¡No te muevas! —Ruedo los ojos. —Ya vamos para allá, ¿que ves?
—Tranquila René, puedo regresar al Bar.
—¿Segura?
No.
—Si. —Rasco mi cabeza y de paso me quito el gorro. —Estaré bien, sino pido un taxi.
—Bueno, pero tenme al tanto.
—Si, señora. —Cuelgo y observo a mi alrededor para empezar a ubicarme. —Veamos, veamos.
Empiezo a caminar leyendo las indicaciones y termino sin entender una mierda.
—Bueno, hora de encender mi intuición. —Pretendo presionar un botón en mi muñeca. —¡Llévame a mi hogar!
Me río y meto mis manos en mi abrigo antes de que se congelen empezando a caminar de regreso. Camino columpiando mi cabeza de vez en cuando de un lado al otro. Estaba feliz de andar sola por las calles a altas horas de la noche. Me sentía completa, feliz. Me detengo a ver las tiendas de ropa y comida donde decido comprar una dona de chocolate adornada con varios "New Year" a su alrededor. Vuelvo a mi actividad anterior cuidando de disfrutar el pan y no comérmelo de una.