Groandelia

C A P Í T U L O 5

Tengo que protegerla

Ethan

 

—Vamos padre, solo será hasta que cumpla dieciocho  —le pedí arrodillándome en frente del rey de Groandelia, mi padre. El me miró desde su trono con desaprobación ante mi petición.

—Dame una razón por la cual quieres  viajar al planeta tierra  —sentenció.

—Ella salvó mi vida, tengo que protegerla  —respondí con mi voz firme.

—Te permitiré el viaje pero con una condición, no quiero que te enamores, conoces las consecuencias de unir dos mundos diferentes  —finalizó siendo claro con la condición  ante mi petición.

 

Estaba consciente del riesgo que corría, pero Alana estaba en peligro, al cumplir sus diecisiete años, abrió el portal de su planeta con Groandelia, era común en los descendientes de un rey. Intentamos cerrar el portal pero todo se salió de control, los discípulos del reino de las sombras atravesaron, fue ahí donde casi perdí la vida, ella llegó como un ángel aquella noche y me salvó.

Alana aquella chica de cabello corto, color azabache todo alborotado, ojos color miel desapareció después de pasar dos días en Groandelia, decidí viajar a su planeta para protegerla, hasta que cumpla dieciocho años, convertirme en un adolecente de secundaria común y corriente va ser un reto en mi vida, tenía mis diecinueve años y era un príncipe, estaba dispuesto hacerlo por mi ángel. Mi padre reflejaba un rostro frio desde que mamá falleció nunca más lo volví a ver sonreír, fue desgarradora su pérdida.

 

—Hijo todo está listo, Carolina te ayudará mientras estas allá, elimina a los discípulos del reino de las sombras, ten en cuenta la condición y cuídate mucho  —dijo mi padre el rey dando un fuerte abraso de despedida.

—Estaré bien  —susurré, su rostro serio se tornó a uno frágil, soy su único hijo siempre me ha protegido.

 

El viaje era en un parpadeo la tecnología en mi planeta era avanzada, Carolina era mi prima no la había visto desde que mi padre decidió llevarme cuando tenía siete años a Groandelia, todo ha cambiado desde la última vez, la casa donde me iba a quedar pertenecía a mis padres, mi padre rompió esa norma y se enamoró de mi madre que vivía en esta ciudad, no quería que vuelva a pasar lo mismo conmigo, esa era la razón por la que pidió la condición, tengo que cumplir.

 

—Ethan ¡eres tú!, has cambiado mucho, estás muy guapo  —murmuró Caro caminando hasta mi con un rostro de asombro. Eso ya me lo esperaba, todos decían lo mismo.

—Tu igual prima  —murmuré, tomé su mano y le di una vuelta de 360 grados en su propio eje.

—Gracias me sonrojaste  —dejó salir una risa.

—Mi madre ya habló en el instituto y todos los papeles están en reglas, puedes descansar desde el Lunes empiezas clases  —respiró profundo, tomando asiento en el sofá.

—Muchas gracias por ayudarme  —murmuré, sentando junto a ella —. ¿Por qué tienes esa mirada preocupante? —le dije.

—Me comentaron que el reino de las sombras está de regreso en nuestra ciudad  —llevó sus manos a su rostro y las cubrió.

—Tranquila, no te exaltes, haré lo posible por eliminarlos  —la abracé.

 

Caro| recibió una llamada y se fué, caminé por toda la casa había cambiado la decoración pero aún seguía en buen estado, mis tíos se encargaron de todo para que luciera en perfectas condiciones, subí al segundo piso, aun recordaba mi habitación al fondo del pasillo una puerta de color negro, la abrí despacio me gustaba el ambiente que trasmitía, me recosté en la cama mirando el techo, viniendo a mi mente esos ojos color miel, Alana, si me ve aquí no sé cómo va a reaccionar o como yo debería reaccionar suspiré profundo.

El timbre sonaba, ¿quien será?, caminé hasta la planta baja y abrí la puerta era carolina regresó después de una hora.

—Hola otra vez ¿te gustaría acompañar a mis amigas y a mí al centro comercial? —interrogó con una sonrisa en su rostro.

—Si claro, no hay ningún problema  —dije despeinando su cabello.

—Vamos.

 

Esta salida me caería bien, necesitaba ambientarme a la ciudad, para conocer un poco más de ella, como lo dije, había cambiado desde la última vez que estaba aquí, caminaba junto a Caro vi un auto dos chicas más, esto iba hacer algo incómodo salir con tres chicas siendo el único chico, una morena de cabello rizado era la conductora y otra chica rubia ojos azules junto a ella, Caro y yo subimos en el asiento trasero.

 

—Les presento a mi primo Ethan  —llevó sus manos hacia adelante y haciendo una pequeña reverencia, fue algo incómodo.

—Eres un chico sacado de un cuento de hadas  —murmuró la morena y la rubia de igual manera la aprobó.

—Tranquilo ellas son así  —me dijo Caro alzando una ceja mirándome de reojo.

 

Acompañarles hacer compras fue algo de sorpresa pasé sentado viendo cómo se probaban una y otra vez las prendas, tendré en cuenta para venir a comprarme prendas al estilo adolescente.




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