Mi papá tiene turno hoy y saco provecho de eso llevándome el carro. Estoy consciente de que la primera clase ya ha comenzado, pero me detengo en el camino para comprar una malteada de fresa.
Llego a la universidad y de camino a las escaleras tiro el vaso de la malteada en el cesto.
Voy a subir el primer escalón cuando siento a alguien detrás de mí, giro rápidamente y me encuentro con Jason que tiene en la mano una navaja que dirige a mi estómago. Mi instinto es detener la navaja con la mano, aunque no logra lo que quiere sí me corta la palma de la mano.
—¿Quién eres? —le pregunto en un susurro sin soltar la navaja
—¿Aún no lo sabes?, entonces pregúntale a tu novio —dice sonriendo
—¿De qué estás hablando?
—Pregúntale a Drake —dice —¿Me devuelves mi navaja?
Suelto la navaja lentamente.
—Gracias —dice y se va
Yo me quedo allí parada sin entender por qué dijo eso o por qué me atacó, lo único que tengo claro es que debo hablar con Drake.
Abro la mano izquierda y tengo sangre en ella, saco de mi maleta un pañuelo y me limpio.
Subo las escaleras con intención de hablar con Drake. Me paro en la puerta del salón y él es el primero en mirar hacia mí y le hago señas para que salga.
—¿Qué pasa? —pregunta en cuanto se acerca a mí
—Tengo que hablar contigo
—Está bien, vamos
Drake y yo caminamos hasta un salón que está en reparación y el cierra la puerta.
Yo vuelvo a abrir la mano que aún sangra y ya el pañuelo está casi todo rojo.
—¿Qué te pasó? —me pregunta Drake mirando mi mano
—Eso no es lo que importa
—A mí sí me importa —dice y se acerca más a mí —Todo lo que tenga que ver contigo es importante para mí.
Sin darme cuenta Drake me besa y esta vez siento una especie de magnetismo entre nosotros, después de eso siento como si mi cuerpo ansiara más y le regreso el beso. Eso es como una señal para Drake, pues me levanta haciendo que entrelace mis piernas alrededor de su cintura y me sienta en el pupitre que hay detrás.
—Mal día para usar vestido —pienso
El corte de la mano comienza a arderme y me retiro de los labios de Drake.
—Lo siento —digo bajando del pupitre —No vine a esto
Él me mira sin decir nada.
Suspiro —Drake, ¿quién es Jason?
—¿Fue él quien te cortó? —pregunta y veo en su mirada creo que algo de miedo, pero más que nada ira.
—Me dijo que tú sabes quién es él, ¿Lo sabes?
—Sí
—¿Me lo dirás?
—No puedo
Suelto un suspiro largo —Bien, ¿Por qué no puedes decirme?
—Si lo hago, te pierdo y créeme eso no está en mis planes —dice con mucha seriedad.
—¿Qué esperas que haga entonces?
—Que confíes en mí
Escucho el timbre para la siguiente clase.
—Tengo clase —digo suavemente —Me hablas cuando sea para decirme la verdad —digo saliendo del salón.
Por alguna razón me siento decepcionada, creí que me diría por qué Jason me dijo que hablara con él, pero yo sé que soy la menos indicada a sentirme enojada cuando a todos le oculto prácticamente toda mi vida.
Voy al baño y me cubro la herida con una gasa.
Antes de salir me miro al espejo y mis ojos están de su color real, no sé cuándo pasó, pero creo que fue después de haber hablado con Drake porque él no mencionó nada tampoco, quiero decir si hubiera pasado delante de Drake tal vez hubiera dicho algo como: “Brooke, tus ojos son azules”. Cierro los ojos y cuando los vuelvo a abrir regresan a su color café.
De camino a la clase de Contabilidad me encuentro con Ilan.
—¿Y Andie? —pregunto
—No vino hoy, está enferma
—¿Cómo sabes?