Guardianes: Los héroes aztecas.

CAPITULO 4

P.O.V Adeline

Unas horas antes...

Estaba realmente cansada, me había levantado desde muy temprano con la excusa de que iría a casa de Dylan y lo que en verdad paso era que había iríamos a buscar a Nathan Wayne eso me tenía nerviosa, e intrigada, el abuelo nos prestó un carro siempre pensé que sería un Cadillac o un carro bueno de los 70, pero no, era un Mercury Cougar del 84, en color rojo, era realmente precioso, me gustaba mucho este carro, miro la cara de Owen que sonríe, chocamos los puños en complicidad. Subimos entre todos botellas de aguas, algunas mantas térmicas, y unas barras energéticas, no sería mucho tiempo pero suponiendo que no desayunamos era por si nos daba hambre.

—¿Llevan todo? — Pregunta Samuel, quitándose su suéter y dándomelo, estaba comenzando a hacer un poco de frío y yo andaba un poco destapada. Veo como un chico con un gran suéter negro se acerca en bicicleta, era Dylan, se miraba cansado, y como sabía que estaba aquí, si apenas le había mandado un mensaje, y este se levantaba demasiado tarde.

—¿Enserio iras allá? — Se estaba comenzando a nublar, mientras el preguntaba, se quita la capucha dejando ver su cara.

—Si, te dije que era mi deber — Le contesto subiendo un kit de emergencia, reviso para que no falte nada.

—Hasta cuándo van a seguirle en esta mentira — Les pregunta Dylan a los chicos, quienes solo se miran entre ellos, pero Owen me pone la mano en el hombro, mientras me mira con cara de que todo está bien —. Adeline, ¿Dioses? Es enserio.

—Dylan es... — Trato de hablar o tan solo explicarlo pero el me interrumpe.

—Una mentira, eso fue solo parte de tu imaginación, nosotros no somos dioses. Eres mi novia eso creo... Debo de protegerte — Me dice un poco molesto mientras trato de no llorar, en verdad decía palabras hirientes —. Eres solo Adeline Allen, una chica insegura, con baja autoestima que se inventó una historia, una historia para encajar.

Unas lágrimas se resbalan por mi rostro, me dolía escucharlo y verlo así, el siempre confiaba en mí.

—¿Y esto a ti en que te molesta? — Pregunta James.

—Nosotros decidimos acompañarla — Complementa Noah, cerrando la cajuela —. Y le creemos, por que quien se arriesgaría a decir esa historia sin ser tomada como locos.

—Adeline — Me extiende su mano, cuando hacía eso sabía que quería que fuera con él, pero yo no quería, le niego con la cabeza, y veo a mis amigos, conmigo irían, James, Noah, y Owen, los demás se quedarían para cualquier cosa, nos subimos al auto —. Si te vas, lo que hay entre nosotros, nuestra relación se va a acabar.

Se miraba molesto, limpio las lágrimas de mi cara, mientras le sonrió, la razón por la que pasábamos tanto tiempo juntos iba a pasar las noches a su casa o viceversa, era porque queríamos ver si había algo entre nosotros, pero de mi parte había una barrera que me impedía sentir algo por él, pero no era una barrera, era un chico moreno que tenía apellido y nombre, era un chico que me había hecho sentir lo que Dylan se había esforzado en acabar.

—¿Cómo se termina algo que jamás empezó? — Cierro la puerta del carro —. Deberías de saber que odio que me condiciones.

Noah prende el carro mientras este retrocede, Daarick quita la bicicleta para que no le pasemos el carro encima, y emprendemos el viaje, eran cerca de las 6 de la mañana, me acomodo el suéter de Samuel me estaba comenzando a dar frío.

—Adeline, deberías de dormir quedan una cuantas horas para llegar — Me dice Noah mientras salimos a carretera.

—Genial, puedo hablar por 4 horas sobre Videojuegos, balística, Bleach, Hitler como nuestro salvador y música — Dice James emocionado.

—Pendejadas en general — Se burla Owen, mientras trato de controlar la risa, pues mi corazón dolía.

—Espera, ¿Les preocupa eso y no su pensamiento antisemita? — Pregunta Noah, sin entender que claramente era broma.

Me acomodo mejor para poder dormir, mientras escucho como ellos hablan, la voz de ellos me ayudaban a conciliar el sueño, era eso o el cansancio acumulado por las horas que me había pasado buscar una señal de lo que está pasando, y sobre todo tratar de localizar a los que faltaban, no sabía nada de Amira, ni de Malak ni mucho menos de Malek suponía que no tenían redes sociales, y lo peor que no me sabía los apellidos, no sabía cómo se apellidaba el chico que me gusta, me preguntaba que si nos llegáramos a encontrar el me reconocería, o si bien, si el no tuviera los recuerdos, le llegaría a gustar...

Después de todo seguía preocupada por mi corazón, por como debía de tener la cabeza fría. Escucho un ruido raro y al abrir los ojos, eran ronquidos, y a mi lado estaba Owen, él iba manejando esta vez.

—Justo te iba a despertar, estamos a 20 minutos de llegar — Me dice, mientras abro los ojos por completo, veo que se está guiando por el GPS del celular de Noah —. Te mirabas muy cómoda soñando.

—No estaba soñando, estaba pensando en Malek — Le digo mientras abro el espejo para verme la cara, había babeado.

—Malek... — Me dice arqueando la ceja, en modo de broma, lo semi empujo mientras me rio.

—Tengo miedo de lo que está por pasar — Le digo mientras miro como entramos a la ciudad, eran las 9 de la mañana por lo que el transito apenas estaba despertando.




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