Capítulo largo para compensar el tiempo sin publicar
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Su cuerpo comenzó a convulsionar levemente, así que sabiendo lo que pasa se apoyo en el suelo apoyada de su costado derecho. Solo fueron unos segundos, pero lo que vio le dejo completamente en shock.
—¡Clare! ¿Estás bien? —Su hermanita de ojos grises, de tan solo nueve años corrió a ver lo que le pasaba.
—Sí, Ana, estoy bien —Aseguro la mayor sentándose en el suelo, sentía su cabeza dar vueltas.
La mayor de las dos le sonrió y puso una mano en la cabeza de la pequeña, revolvió su pelo albino y dejó un beso en su frente.
—Tranquila —Le comenzó a decir—, estoy bien —La pequeña asintió no muy convencida, pero no dijo nada más al respecto.
—¿Cuándo viene Daniel? Él me dijo que venía pronto y que iba a poder ir a la casa de Kay para jugar con su hermano y con Rachelle —Se quejo la menor haciendo pucheritos.
—No lo sé, pero debe venir en camino —Intento garantizar a su hermanita, pero en el fondo ni ella misma estaba convencida— ¿Qué te parece si vamos a desayunar y después le hacemos un pastel para cuando venga? —Propone y a Ana le gusta la idea, pues se levanta rápidamente del suelo.
—¡Si! Hay que hacerlo —Dice eufórica y sale corriendo a la cocina, Clare suspira, siente que algo anda mal y su visión… no la deja tranquila.
Con un poco de pesadez se levanta también del piso y sale de su habitación, antes de poner un pie afuera, sus sentidos captan algo que la ponen en alerta.
—¡Ana! —Llama a su hermana a la vez que corre a la sala, una vez allí se paraliza al ver la persona que está sentada en uno de los muebles.
—¡Hermana! Esta mujer dice que sabe dónde está Daniel —dijo Ana sonriendo.
—Ana, ven para acá —Ordeno a su hermanita de forma ruda extendiendo su mano, la niña sin entender lo que pasa, se levanta del mueble dónde está sentada al lado de la otra mujer y toma la mano de su hermana mayor.
—No tienes razones para tratarme así querida —Habla la mujer cruzándose de piernas, Clare pone a Ana detrás de ella, la pequeña al ver como su hermana reacciona se encoje en su sitio pensando que hizo algo mal.
—¿No las tengo, Marcy? —Pregunta con rabia dejando que sus hermosos ojos azules tomen una tonalidad amarillenta, la otra mujer solo sonríe y se levanta del mueble para luego dirigirse a la puerta de la casa.
—Me lástima que me trates así —dijo con sarcasmo notorio y fingiendo dolor en su corazón—, me gustaría que se acercarán a mi y ser una familia.
—Lárgate —Casi gruñó esas palabras—, no tienes ningún derecho de estar aquí, sin ti somos una familia, no te necesitamos —Entre dientes comenzó a sisear sus palabras.
—Pero cariño… —Comenzó a decir intentando introducir cizañas.
—¡Pero nada! —Le interrumpió— Tuviste tus oportunidades y solo nos hiciste daño —Su voz se rompió levemente al pronunciar la última frase y recuerdos del pasado vinieron a ella—. Supe que ahora eres Consejera Real —dijo luego de unos segundos un poco más tranquila.
—¿Oh, Daniel te contó? —Menciono con una sonrisa— ¿También te contó lo que está haciendo para mi? —Pregunto con voz melosa, tratando de hacer que Clare dude su hermano.
—Conozco tus métodos para manipular a tu antojo, confío en Daniel y sé que lo sea que esté haciendo es por nuestro bien —Con voz firme hablo sin dudar de sus palabras.
—Vaya… parece que Daniel las crío bien —Hablo con una sonrisa apartando su cabello negro se su rostro.
—Mejor de lo que tú nunca lo harías —Aseguro con el ceño fruncido y un pequeño rastro de tristeza—, vete de aquí, no nos necesitas.
—Ana, nos volveremos a ver —Miro a la pequeña que estaba detrás de Clare y la niña se oculto detrás de su hermana con un poco de miedo.
—No la volverás a ver —Sentencio protegiéndola con su cuerpo. La mujer sonrió y abrió la puerta.
—Ya lo veremos, hijas —Fue lo único que dijo antes de desaparecer.
Clare sintió que su mundo se vino abajo, se dejó caer en el suelo de rodillas.
—¿Clare? —Pregunto dudosa y con lágrimas en los ojos la más pequeña acercándose a su hermana— Lo siento —Se disculpó con la voz ahogada.
—Oh, pequeña no es tu culpa —Aseguró abrazándola.
—No entiendo lo que está pasando —Sollozo Ana dejándose abrazar por su hermana mayor.
—Te lo explicaré todo, pero ahora mismo no podemos quedarnos aquí —Se levantó del suelo quitando las lágrimas que salieron sin permiso de sus ojos.
—¿A dónde iremos? —Pregunto siguiendo a su hermana mientras se limpiaba su nariz.
—Iremos a visitar a tus amigos —Fue lo único que dijo mientras entraba a su habitación y veía como su hermanita volvía a sonreír.
—¡Sí! Vamos a ver a Rachelle —Expreso con alegría corriendo a su propia habitación para preparar su mochila.
—Daniel… —Susurro Clare al aire aún sabiendo que su hermano no le iba a escuchar, se dejó caer en el suelo sintiéndose agotada.
Su pecho se contrajo en tristeza recordando su visión, en ella Kayla estaba casi sin pulso, la sangre salía de su boca manchándola con el loquito rojo; tirada en el suelo como basura, un gran lobo negro de ojos rojos y llameantes tenía su boca del color de la sangre mientras miraba con furia el cuerpo de Kayla dispuesto a terminar su trabajo.
[…]
Layla…
Layla despierta…
Layla, nena, vamos…
Unas manos conocidas las estaba removiendo con suavidad y lentamente la Alfa abrió sus ojos encontrándose con su esposo, le veía un poco borroso pues aún estaba desorientada.
—Hey ¿Estás muy mareada? —Le pregunta a su esposa ayudándola a sentarse en el suelo.
—Un poco —contesta con dificultad— ¿Qué fue lo que pasó? —Pregunta con sus recuerdos revueltos.
—¡Lo que pasó fue que tus lobos nos tendieron una emboscada! —Grita furioso el Señor de los Vampiros.
—¡A mis licántropos no los metas en esto! —Respondió sintiendo su sangre arder y su cabeza dolerle horrores.
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Editado: 11.09.2022