Guerrera en el Pasado

Cap. III

En estos momentos se encontraba en su habitación con la sirvienta que su padre soltó por petición de ella, o más bien, por un intercambio. Un maldito intercambio donde tendría que atarse a una persona que ni siquiera conocía.

- Victoria no debiste hacerlo, yo pude aguantar- le dijo la muchacha, cuando la llamó por su nombre y no con el apodo de señorita, rectificó que eran algo más que conocidas, eran amigas, la trataba con confianza sin miedo a que ella le recrimine por llamarla así

- ¿aguantar? ¿si quiera te viste?- la miró de arriba a abajo, como si fuera algo obvio, esa muchacha no hubiese podido aguantar más golpes

- yo... lo siento, por mi culpa ahora tienes que casarte- y se echó a llorar cayendo arrodillada a sus pies

- no llores, no es tu culpa, yo lo decidí así- y encontraré la manera de irme lo más antes posible, pensó ella

- Victoria, gracias!!!

- levántate, necesito tu ayuda- dijo ayudándola a levantarse para guiarla a la cama y sentarse las dos

- dime ¿que necesitas que haga? Lo que sea

- ¿cuál es tu nombre?- cuestionó lo primero que se le vino a la mente

- no me recuerdas ¿es acaso por el golpe?

- algo así, sé que puedo confiar en ti por algunas cosas que recuerdo, pero necesito saber más sobre lo que sucede aquí- aunque tuviera buenos recuerdos de ella, no podía confiar al 100%, ya en el pasado lo había hecho y la traicionaron

- mi nombre es Clori y soy tu doncella personal

- ¿clori? Si, recuerdo ese nombre, ¿podrías explicarme lo que sucede?

- ay Victoria cuanto lo siento, si no fuera por mi culpa, no habrías tenido ese golpe

- ¿a qué te refieres?- la miró fijamente

- a que... si no fuera por mi... tu... tú estarías bien- dijo en medio de hipidos

- no te estoy entendiendo y deja de tartamudear por favor

- tar... tar...ta... que?-pregunta Clori confusa, preguntándose que era lo que le había dicho

- ahh, nada olvídalo, ¿por qué dices que es tu culpa?

- yo te dije que te fueras, yo fui quien te dijo que te negaras a casarte

- ¿por qué?- no entendía nada

- por que el hombre con el que se casaría es malo, las personas dicen que trata mal a las mujeres, por favor perdóneme- se arrodilló nuevamente  pidiéndole disculpas

- levántate, no lo vuelvas a hacer en mi presencia, te entiendo, solo quisiste ayudarme, ahora dime ¿por qué tengo que casarme con ese hombre?

- es por que su madrastra le dijo a su padre que usted se veía con muchos hombres y él para que los demás no lo vieran de mala manera decidió casarla- primera vez que escuchaba de esa mujer y ya sentía que no le agradaría ni un poquito 

- ¿y era verdad? ¿en serio me reunía con otros hombres?

- NO!!! claro que no, usted siempre ha sido una señorita respetada

- ¿entonces?

- la baronesa le metió ideas a su padre para que la botara a usted y quiera más a la hija de ella- eh ahí el problema

así que tengo una hermanastra, pensó ella- ¿y que tal me llevo con su hija?

- mal Victoria, ella es muy mala, usted siempre ha sido callada y lo que ella le hace; usted solo se va y llora

- ¿en serio?- ya veo por que este cuerpo es tan débil, apuesto a que ni siquiera entrena

- si señorita Victoria

- ahora dime ¿cómo se llama el que va a ser mi futuro esposo?

Cuando estaba esperando la respuesta escuchó el sonido de la puerta, y era porque alguien estaba tocando.

Clori fue a ver de quién se trataba, pero al abrir la puerta fue empujada por una mujer, que no lo podía negar, era muy bella; alta y delgada con ojos color café y de tez Blanca.

BLANCA- ese nombre resonó en su cabeza

- hola hermanita- así que ella es mi hermanastra pensó

- hola- respondió secamente

- me enteré que aceptaste casarte, ¿por qué?- preguntó mientras sonreía

- eso no te interesa ¿algo más?

- ¿pero quien te crees para hablarme así?- fue acercándose a Victoria con la intención de tirarle una cachetada y cuando levantó la mano, fue detenida por la misma señorita que antes era callada y que nunca se hubiese atrevido a hacer semejante cosa- suéltame

- no me vas a volver a tocar- dijo mirándola fijamente para que se diera cuenta que hablara en serio

- ¿que pasó contigo? ¿desde cuándo te defiendes y no te pones a llorar?

- las personas cambian

- ¿tan rápido?

- para que veas, te vuelvo a repetir ¿necesitas algo más?

- no, solo desearte un feliz compromiso con ese monstruo con el que te casarás

- muchas gracias hermanita, seré muy feliz- dijo sonriendo sarcásticamente y sacándola de sus aposentos




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