Camino por el pasillo oscuro, miro a todos lados, tratando de verificar que nadie me esté siguiendo, o me vea deambulando sola por aquí.
Cuando voy a pasar el otro extremo, unos brazos fuertes toman de mi cintura y me apegan a la pared, una vez más me cautivo por su verdosa mirada.
-Mi jamila...- susurra tan cerca de mi rostro. Nuestros pechos transpiran aire con velocidad, y sin más enredo mis dedos en su sedoso cabello castaño, y lo atraigo a mí para besar sus labios. Su lengua se encuentra con la mía, haciendo un baile tan sincronizado. Cada parte de mi anatomía se estremece, se llena de tanto placer, que si no fuera por la situación en la que estábamos, me entregaría el sin remedio alguno.
- Te amo, te amo tanto que hasta duele...- vuelvo a besarlo, no necesitamos tantas palabras para demostrar nuestro amor.
Sus manos recorren cada tramo de mi cuerpo, mis dedos recorre su fornido pecho. Amarlo fue mi pecado, sabiendo a la perfección que todo de él le pertenecería a mi hermana después que se casaran.
-No me casare Jamila, no lo are- lo abrazo, el me acurruca entre sus brazos, como podría no hacerlo, desde niños los comprometieron, tan solo quedan dos meses para que él se case con mi hermana, con mi copia.
-Eso no sería posible, ya tu padre y el mío están organizando tu matrimonio con mi Ranish Shagen, no tenemos escapatoria- sus labios besan mi frente.
-La única manera es que huyamos. Vente conmigo, escapemos de todos, y seamos felices.
-Y si nos atrapan, y si nos castigan por deshonrar a nuestra familia. No podemos, lo mejor es que nos...
-No Jamila, buscare la manera de hablar con tu padre y decirle lo que sentimos, quizás nos entienda y cambien a tu hermana por ti.
-Y la boda con el Jeque Selim.
-Tu hermana es igual a ti, no creo que le importe...
-Estas completamente loco- niego, me separo de él- no podría defraudar a padre, y no creo que el acepte tal barbaridad.
-Jamila...
Niego, como podría traicionar a mi padre, y huir como si fuera una cobarde, eso jamás pasaría. Y sin más decido marcharme, lo mejor es que acepte lo que fue destinado para mí, se vería muy mal visto que cambien de gemela en un compromiso, por lo que ni la familia Addel ni mi familia aceptarían tal cosa.
A pesar de la forma tal liberal que piensa mi madre, padre aún sigue siendo un hombre criado en las costumbres, de que haya omitido la manera de ser de 'um, solo demuestra lo mucho que la ama, pero eso no significa que yo le dé la espalda a las tradiciones. Incluso madre tuvo que atenerse a ella por amor a baba.
Cuando llego al salón, decido unirme de nuevo al grupo, pero cuando madre me ve, de una vez de acerca a mí. Me mira inquisitiva, como si quisiera leer mi mente.
-Donde estabas- frunzo el ceño.
-Queria ir al baño- respondo- ¿Qué ocurre 'um?- pregunto nerviosa.
-Tu padre te estaba buscando, parece ser que tu prometido acepto la invitación de asistir a la boda. Por lo que...
-Tengo que utilizar la burka- ella se relame los labios.
-Si cariño, él no puede verte, hasta el día en que te reúnas con él en privado y bajo su ala.
-Bien- madre me lleva a unas de las habitaciones que quedan en la segunda planta, allí me ayuda a colocarme la pesada tela azul celeste, cubriendo gran parte de mi cuerpo y rostro, dejando solo a la vista mis ojos.
-No estés afligida hija. No le veas lo malo a lo que Dios te pone presente- quizás tenga razón, si ella pudo lograr amar a padre, si muchas mujeres pueden lograr amar a sus maridos porque yo no.
¡Por que amas a otro!
Por supuesto, amo al hombre que pronto será el esposo de mi hermana gemela.
-Donde esta Ranish- pregunto.
-Está junto con tu padre y tus hermanos, no hace poco llego el Emir junto con su sequito de sirvientes.
-Comprendo...
-Y también esta los Addel hay, agradeciendo al Emir por su presencia- aprieto mis puños para luego soltar, doy gracias a Alláh de que mi madre no pueda ver lo nerviosa y consternada que estoy- ya es momento de que regresemos- relamo mis labios y asiento.
Sigo a mi madre por los pasillos, hasta llegar de nuevo al salón. Pero esta vez entramos a la segunda sala, que es un poco más pequeña y privada, de seguro así lo quiso el Emir, ya que el estar con personas desconocidas para él no debe de ser lo suyo.
-Señor Abdul, la mejor fecha para la boda seria en los primeros de Marzo, ya que su alteza tendrá su agenda más libre en esas fechas.
-Por mí no hay ningún problema, de todos modos dentro de dos meses se celebrara la boda de mi hija Ranish.
-Tengo entendido que mi prometida tiene una geme...
-Buenas noches señores- saluda mi madre, el séquito de guardaespaldas y asistentes voltean a ver. Pero los ojos que más me inquietaron fueron del hombre que entre un par de meses seria mi esposo.
Un pellizco me hace dar un respingón.
-Donde estabas- me pregunta una muy intolerable Ranish. Me encojo de hombros, es mi hermana pero no le debo explicaciones- papa te ha estado buscando, incluso se desesperó mucho cuando no te encontró- vuelve a susurrar.
-Ella es mi hija...
-Deja de fastidiar Ranish- alguien se aclara la garganta, los ojos de mi hermana y mío se van directo al causante de interrumpir mi discusión en susurro con mi hermana.
-Así que tú debes ser Amira- Selim mira a mi hermana con el ceño fruncido, Ranish lo mira curiosa, pero se encoge de hombros.
-No majestad, tengo parentesco con Amira pero no soy ella.
-Y entonces donde...
-Soy yo señor... Mucho gusto.
Editado: 26.08.2020