Habibi 3# "Mi Amor, Mi Vida, Mi Luz"

CAPITULO 19

AMIR.

Hoy fue un día duro para mí, por lo que lo único que deseo ahora es descansar, suelto un pesaroso suspiro, deben ser más o menos las diez de la noche, ya a esta hora mi esposa debe estar durmiendo así que pienso apurarme en darme una ducha rápida he ir a sus aposentos.

Pero gran sorpresa me llevo al conseguirla arrodillada en el medio de la recamara con un sexy traje de bailarina color negro y dorado con un candelabro en la cabeza, sonrió jamás no creía que ella supiese bailar la danza de Raks Shamadan, cierro la puerta tras de mí, la habitación esta iluminada por puras velas, dejando la vista mucho más excitante, y si pensar me siento en la cama, la música comienza al verla apretar el control que sostiene en su mano. Arash temptation llena el lugar, y los movimientos de caderas y vientre de mi esposa comienzan a dar su gran espectáculo, ella mantiene el equilibrio a la perfección gira mueve sus brazos su cintura sus hermosos y apetitosos pechos, a leguas puedo notar que no carga roma interior, y que su falda es pegada a su cintura y muslo es bastante clara dejando a la vista la línea de sus pomposas nalga.

Mi garganta esta rebeca, cada vez mi respiración es errática, el bulto entre mi entrepierna cada vez forma una linda carpa entre mis bóxer y pantalones.

-Oh por Allah...- murmuro al verla empezar a desvestirse, se quita el sostén si dejar de mover sus caderas, sus ojos platinos no dejan ni un segundo de mirar a los míos, mis ojos están fijos en cada cosa que hace. Da un giro haciendo bambolear esas bellezas de tetas que amo con cada partícula de mis poros, relamo mis labios, trato de controlar mis ganas de tomarla entre mis brazos hundir esos rosados pezones en mi boca.

Sigue bailando sin parar hasta que se coloca de espaldas a mí y mueve su cadera lentamente hacia los lados, sus manos desabrochan las panderillas y luego baja el cierre de la falda para bajar con un poco de dificultad, pero aun sin dejar de mover esas deliciosas caderas hay los lados, tan sensualmente. Que dando completamente desnuda para mí. Dil cheez tujhe dedi empieza a sonar a todo volumen, y su cuerpo curvilíneo comienza a moverse más rápido, jadeo completamente extasiado por la deliciosa vista de ese cuerpo y esos ojos a los que tanto amo.

Y sin poder soportarlo más me levanto y me poso frente a ella, sus ojos ya oscuros y excitados me miran fijamente provocándome aún más, desafiándome con la mirada, mis manos toman el candelabro lo quito de tu cabeza y lo coloca a un lado de la habitación sin pagar las pequeñas velas. Cuando me volteo la consigo nuevamente arrodillada, me acerco a ella nuevamente y sin dudarlo acaricio su rostro y lo alza ante mí. Mis ojos van hacia esa boca roja y apetitosa, sus dientes muerden su labio inferior de una manera tan provocativa, y sin pensarlo dos veces me inclino meto mis manos por sus brazos y la alzo ejerciendo solo un poco de fuerza, ella enrolla sus piernas en mi cintura.

-Te gusto mi sorpresa esposo mío- susurra muy cerca de mi rostro, sonrió cautivado he hipnotizado.

-Más que eso cielo- la beso, uno mis labios con los suyos. La música deewani mastani inunda cada parte del lugar y eso me prende aún más, hacerle el amor a mi esposa y que la música acompañe cada caricia que le doy le dará un ambiente demasiado excitante.

Le como esa boca que tanto me hace perder el control, una de mis manos aprietan sus glúteos demostrándole así todas mis ganas por ella, camino por la habitación con Amira entre mis brazos hasta colocarla sobre mi escritorio, me empiezo a desvestir con rapidez si dejar de besarle, ella me ayuda con la camisa mientras que yo me bajo los pantalones y mis bóxer, quito mis zapatos y medias hasta quedar completamente desnudo, la vuelvo a tomar entre brazos y la llevo hasta nuestra cama, la acuesto allí, y me sumerjo entre su cuerpo cálido, toco beso, muerdo marco... hago de todas las mías posibles, hasta volverla a besar a los labios e introducirme entre su cuerpo comenzando ese delicioso vaivén, tomo de sus manos y las uno alas mías, me levando un poco haciendo precios en ellas, y comienzo a penetrarla con más rapidez, cuando está a punto de la cúspides del orgasmo bajo la velocidad, y lo hago lentamente torturándola, amándola hasta volver a embestir con más prisa hasta llegar a nuestro clímax.

Caigo como peso muerto encerrando su cuerpo con el mío. Beso su frente y luego sus labios, voy a separarme pero ella me prensa con sus piernas sin dejarme salir.

-No te separes de mi habibi, hazme tuya toda la noche- susurra entre mis labios, sin negárselo así lo hago, la hago mía de todas las maneras posible, ella arriba de mí, de lado de espaldas, la poseo la mimo con todo el amor que siento por ella.

Mi vida siempre fue gris, desde la muerte de mis padres todo se complicó aún más, siempre supe que sería el heredero al imperio, siempre supe que tenía un cargo demasiado grande en mi vida, pero desde la llegada de Amira todo eso cambio, ella convirtió mis días grises en un arcoíris, ella me regreso la vida, y temo con todo mi corazón perderla.

La veo dormir tan plácidamente, acaricio su espalda con dulzura, bajo mis dedos por toda su columna hasta llegar a la... me sorprendo al ver unas letras cursivas cerca de sus glúteos en su espalda baja escrita en letras árabes el nombre de "HABIBI" marcan su piel, me acerco un poco más para poder ver mejor, y descubro a ciencia cierta que no está hecho con henna, es un tatuaje. Me tenso al descubrir aquello, Mi mujer se ha tatuado y lo que más me desconcierta es que no me dijo nada.

La veo removerse y colocarse boca arriba, abre los ojos y estira sus brazos, al verme sonríe- Habibi- murmura con la voz roca por la falta de uso.

-Por qué no me pediste permiso para tatuarte...

"Mi amor, mi luz, mi sol, amor mío, amor, dulce amor, habibi..."




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