Habibi 3# "Mi Amor, Mi Vida, Mi Luz"

CAPITULO 20

"Se dice, que el mundo está constituido por dos epígonos, la vida y la muerte, pero siempre he pensado que la mejor manera de sobrellevar la vida en este mundo, es con el amor, una persona que no ama, es una persona infeliz, una persona que se niega amar, es una persona perdida en este mundo, frívolo, malo, egoísta, y sobre todo lleno de tanta hipocresía" att: EdimarHerrera.

-Dime, porque te has hecho un tatuaje sin mi permiso- me siento en la cama sin importarme mostrar ante él mi desnudez.

-Acaso me hubieses dejado hacerlo si te hubiese dicho- respondo, el frunce el ceño aún más.

-Por supuesto que No- responde tajante- y lo que más molestia me da, es que no me hallas dicho- me doy media vuelta y saco mis pies de la cama para levantarme, no tengo ánimos de discutir con él por algo tan tonto como lo es un tatuaje.

-Creo ser dueña de mi cuerpo, soy tu esposa Selim no tu marioneta, y lo que haga en mi piel creo que no es de tu incum...

-Si lo es- se levanta y se posiciona frente a mí- como Mi esposa, te debes a seguir mis órdenes, como mi esposa, debes contarme que quieres y yo veré si lo apruebo o no.

-Y qué hay de malo que quiera un tatuaje- respondo- me gusta, y además es nuestra frase, "habibi" representa el amor que ciento por ti.

Lo veo suspirar y relajarse un poco, sus manos acunan mi rostro y se inclina un poco más abajo, apoyando su frente con la mía- amor mío, cielo de mi alma, no me gusta que marques tu piel de esa manera.

-Por Dios habibi, si tú mismo tienes tatuajes- murmuro un poco enojada.

-Yo soy hombre...- responde y niego, voy a separarme de él pero una de sus manos me retienen entre su cuerpo.

-De que sea mujer no quiere decir que no me gusten habibi, las mujeres aquí de pintan el cuerpo con henna mensualmente, cuál será la diferencia de algo permanente.

-De que es permanente, y de que lo más seguro que cuando lo quieras borrar no podrás elimi...

-No deseo eliminarlo porque te amo, y por incluso tú nombre está escrito allí- respondo aun con el enojo en mi cuerpo.

-Eres la reina, Mi esposa, y futura madre de mis hijos, sería una desfachatez con la religi...

-No metas a la religión y a las costumbres en esto, además se te olvida que mi papel es culto, trabajo desde adentro habibi y nadie se daría de cuenta tan solo tú que lo has visto, y el hombre que lo tatuó- error, sé que sembrarle celos a mi esposo sería una locura pero quería ver como se pone.

Él se aleja de mí, puedo ver la rabia florecer en sus ojos, está completamente y absurdamente enojado, lo sabía, su mirada amielada se había oscurecido- ¡COMO QUE UN HOMBRE!- dice enojado- ¡COMO QUE UN HOMBRE TE VIO DESNUDA!- vuelve hablar con ira.

-Habibi, el hombre no me vio desnu...

-Que NO, Y TAN SINICAMENTE ME DICES QUE NO TE VIO DESNUDA, ACASO DE VEZ EN QUE LUGAR ESTA...

-Bueno, está un poco al inicio de mis glúteos pero no es para...

-Dime quien es, y como hiciste para salir de palacio sin mi permiso.

Me quedo callada, voy a inventarme algo pero prefiero hablarle con la verdad- escape de palacio, nadie se dio de cuen...- el levanta una mano callando mi palabrería.

-No quiero saber nada mas Amira... que sea la última vez que sales de palacio sin mi consentimiento, y peor aún, que sea la última vez que...- me lanzo entre sus brazos y lo beso, el trata de alejarme pero aferro sus labios con los míos, dándole un leve mordiscón en su labio inferior.

-Es mentira habibi, no fue un hombre, fue una mujer, no te pongas de esa manera, y creo que no deberías prohibirme nada soy la jequesa tengo derecho a salir.

-Amira...- lo vuelvo a besar, y esta vez el sí rodea mi cintura con sus brazos, me alza para poder enrollar mis piernas en su cintura, nos besamos con pasión y deseo a pesar de su enojo por lo que hice, se deja envolver por nuestro amor.

Nos separamos un poco mientras camina hacia el baño conmigo entre sus brazos- no lo vuelvas hacer cielo mío, no tolero la desobediencia, si quieres salir solo dímelo yo te acompañare, entendido- lo beso de nuevo.

-Entendido...- gimo cuando nos adentramos a la ducha mojando así nuestros cuerpos, el sin separarme demasiado se posiciona dentro de mí, desde hace un par de segundos ya estaba preparada para él, por lo que se le hizo fácil introducirse entre mi caliente y deseoso sexo, haciéndome sentir plena, y satisfecha con lo que tengo ahora.

"Las mujeres son el paraíso del hombre, y el infierno del alma"...




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