Hacía la otra vida

Descubrimientos y despedidas.

1622bef1e9735658939006195812.jpg

Sy.

El miedo siempre ha estado presente en todas las personas y aunque le preguntaras a alguien con el ego muy elevado o que se sintiera muy superior en su interior siempre existirá el miedo.

Nunca hay que confiarse que nada malo te sucederá porque no siempre las cosas van a salir como tu las planeaste o como las idealizaste.

Todos le tenemos miedo a algo o a alguien en especifico.

En mi caso, no sabía a que le tenía miedo. Puedes decirle a todo el mundo que no le tienes miedo a nada porque ; o tienes miedo a algo pero no lo vas a admitir o  simplemente no sabes a que le tienes miedo.

Al pasar de los años aprendí a defenderme y entrar en conflicto con las personas con el fin que siempre me metía en peleas llegando a casa con moretones en la cara a los cuales o mis sirvientes o mi hermana si estaba en casa me curaba las heridas.

Si yo resultaba herido o con moretones en la cara, imagínense como terminaba el otro tipo. En conclusión siempre ganaba en las peleas.

Mi miedo esta dividido en varias partes desde conocí a Maylin.

Cuando eres el heredero del imperio empresarial hotelero más importante de toda Asia y te gusta una chica y quieres impresionarla siempre esperas que te diga que sí.

Tienes los lujos, el dinero y el medio para ofrecerle todo lo que una chica quiere y eso lo has sabido siempre.

Chicas se te cruzan en bares y en fiestas y siempre quieren lo mismo y nunca hubo una excepción a la regla.

Cuando traje a Maylin a casa armé un plan para darle todo lo que una chica quiere y en el momento en que se lo hice saber..

Fui rechazado.

Ella no quería de ningún modo estar a mi lado aún cuando le ofrecía de todo pero sin embargo dijo que no.

Cuando el momento pasó creí que estaba loca y que volvería llorando a mí arrepentida.

Eso nunca pasó.

Pasaron muchos encuentros hasta que me di cuenta cuenta que Maylin me gustaba y trataba con todas mis fuerzas que mis amigos no se enterraran por el motivo de ser criticado o juzgado por enamorarme de una persona humilde.

Pero nunca me criticaron, ellos lo aceptaban y eso me daba paz pero existía la gente que no te dará paz.

Gente que tratara de arruinarte el momento.

Esa gente solo existe para hacerte cometer errores.

O para aparecerse en tu vida solo para hacerte darte cuenta que no eres tan paciente como creías..O seguro de ti mismo. De ser así, de ser seguro de lo que realmente creas o que eres una persona paciente nunca le habría hecho el daño que le hice ese día en la azotea a la persona que me gusta.

A Dong Maylin.

Aún puedo ver en mi cabeza como sus ojos perdían la orbita de la realidad cuando estaba aprisionándola entre mis manos.

No quería sentir su miedo, así que solo me hundí en mi ira.

Cuando siento ira siempre creo tener la razón , a pesar de que me contradigan.

No podía parar.

Hasta que la vi llorar en frente de mí.

Vi como su rostro se retorcía y sus lagrimas empapaban su rostro hasta la barbilla y mi corazón comenzó a apretarse al punto de querer exprimirse.

Sentí dolor.

Un dolor inexplicable que ni siquiera podrías compararlo con el dolor que sentía al haber golpeado la pared y que producto de eso te sangran los nudillos. Era un dolor interno que aunque quisieras que parara de doler ni con una venda podrías detenerlo.

No se en que momento la solté pero cuando me di cuenta estaba sentada abrazándose a sí misma en el suelo y cuando quise tocarla lloró más fuerte retorciéndose en el lugar.

Supe en ese momento lo asustada que estaba y como sabiendo eso me hacía doler mucho más en el interior.

—Deja de llorar..

Me hacía sentir tan débil y nunca antes me había sentido de esa manera. Como si estuviera enfermo y mi cuerpo ya no se sentía mi cuerpo pero sabía que no estaba enfermo en ese momento. Siempre sabía que hacer y siempre he hecho lo que quería sin importar cuanto hiero a la gente y sin sentir culpa de mis aptos.

Ni siquiera tuve que pensar para hacer lo siguiente.

Tomé delicadamente su cabeza pegando mi frente con la suya respirando agitadamente sintiendo como ella quiere alejarse de eso haciendo que acaricie suavemente su mejilla tratando de darle tranquilidad.

—..No te lastimaré más.—Así que deja de llorar.

Porque en serio mi interior no deja de doler al verte llorar.

***

Cuando mi mayordomo vio la herida de mi mano intentó curármela con lo que pudo pero al darse cuenta que no lo podía hacer tuvo que tomar medidas y llevarme al hospital a hacerme una radiografía a mi mano porque no podía moverla muy bien ni sentirla muy bien.

En resumen, me había roto la mano con los golpes en la azotea y cuando llegué a casa tampoco fui gentil con ella.

Regrese con la mano curada y vendada faltando los siguientes días a la Universidad para tomar reposo de ella.

No me importaba en realidad, podía realizar cosas con la otra mano.

Podía comer y escribir con naturalidad.

Solo me di el lujo de estar en casa dos días y el tercer día volví a clases.

No quería estar en clases, sabía que al entrar mis amigos verían mi venda y preguntarían, pero al fin al cabo donde sea que vaya terminaran preguntando el porque.

Pase todo el día en el club de Bridge , exceptuando que en los descansos iba paseando por los jardines de la universidad porque ellos iban al club en los descansos.

Todo cambió en el cuarto día.

Había llegado temprano ese día y fui directo al club de Bridge , antes de entrar escuche las voces de Wen y Tai en el club.

—..¿Y no te dijo nada?

—Dijo que Sy estaba viniendo a clases desde ayer, pero es lo extraño.



#33686 en Novela romántica
#6023 en Fanfic

En el texto hay: drama, amor, jardin de meteoros

Editado: 31.08.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.