Estábamos rodeados de perros monstruos los cuales no se veían demasiado amigable, sus dientes eran sumamente grande y afilados, además de la rabia que parecían tener al estar en babeo constante, nunca me han gustado los perros de este estilo por lo que esto hacía que se me erizara la piel.
–¡Maldición! – Me puse de pie rápidamente.
Lyna volvió rápidamente a su forma de hada e hice que se sujetara de mi hombro con fuerza. En medio de la nada, la pared que se encontraba a mis espaldas fue destruida como si fuese cualquier cosa, se trataba del monstruo que invocó estos perros los cuales usó para rastrearnos.
–¿Un invocador? – Dije maldiciéndolo mientras me marchaba a una gran velocidad de impulso del edificio donde me encontraba.
–Así parece– Dijo Lyna –Hasta donde sé, la raza de invocadores solo se puede especializar en una especie animal, esa es la que dominaran por el resto de su vida, pero dependiendo del uso que le den en una batalla, estratégicamente hablando puede ser mortal.
–¿Y tenía que ser aparecer uno justo entre ellos?, sí que tenemos suerte hoy– Continué alejándome tanto como podía.
–Even no podemos huir para siempre– Dijo Lyna con preocupación.
–Lo sé, pero mi problema ahora no es el hecho de enfrentarlo a él, sino más bien…– Me di vuelta rápidamente creando una pared de hielo.
El susto que me dio la presencia de otro comandante no fue normal, literalmente tenía una forma metálica puntiaguda casi en mi rostro, si no fuese por mis reflejos, su ataque me hubiera matado sin duda alguna.
–¡¡Mi problema es enfrentar a los 9 monstruos que quedan al mismo tiempo!! – Grité manteniendo la pared con fuerza.
Siete de los comandantes enviados por el emperador me rodearon rápidamente, algunos de ellos se encontraban flotando en el aire y otros me observaban con odio en tierra. Podía ver en sus rostros la ira y el resentimiento que albergaban hacia mí por el hecho de haber matado a uno de sus camaradas hace un par de minutos atrás, su sed de sangre era latente, debía ser muy cuidadoso porque si no, podría estar cavando aquí mismo mi propia tumba.
–Yo…– Liberé una gran cantidad de Soul provocando que un ligero tono morado se forme en mi cabello y pupilas –¡¡Yo no pienso perder!! ¡¡Recuperaré la paz de mi planeta venciéndolos a todos ustedes y al emperador!!
–¡¡CALLATE DESGRACIADO!! – Gritaron los siete comandantes que rodeaban a Even al mismo tiempo.
Interrumpen.
–¡¡Así es!!– Dijo el comandante invocador con sus perros monstruos a su lado –Maldito, te atreviste a asesinar al más débil de los comandantes por un mero descuido de este– Observa con ira –¡No te lo perdonaremos!
–¿Asesinar? – Observé fijamente manteniéndome en guardia –¿Acaso ustedes no están haciendo lo mismo con nosotros los seres humanos? – Dije sin poder controlar mi ira –¡¡¿Acaso no vinieron a matarme?!! – Grité con mucha frustración –¡¡Ustedes buscan asesinar toda la humanidad y a las mismas hadas, aun así, ustedes!!… ¡¡Aun así se atreven a reprocharme la muerte de su estúpido compañero!!
–¡¡Estamos luchando por el futuro del universo!!
–¡¡Ustedes solo están condenando la existencia de dos razas completamente inocentes!!
–¡¡Desgraciado, no sabes nada!!– Desvía su mirada hacia su costado derecho –¡¡Meitil!!, ¡¡Asegúrate de acertar con tu mano para desintegrarlo!!, ¡¡Esta vez no vuelvas a fallar!!
En eso… escuché una respuesta que jamás pensé que podría ser dicha.
–Yo no peleare.
Todos sin excepciones quedamos observando como con una mirada fría y contundente, rechazó la propuesta de su camarada, era el mismo que antes dijo que no podía pelear contra mí porque sentía que se estaba revelando contra el emperador debido a mi enorme parecido con él.
Esto llamó sin lugar a dudas mi atención ya que, no conozco los motivos reales por el cual tiene un apego tan grande al emperador como para evitar atacarme por simplemente guardar cierto parecido con su líder supremo.
–Yo no peleare, y ya te expliqué antes el por qué, si lo van a asesinar háganlo, pero no van a contar con mi ayuda– Se da media vuelta –Paso completamente de esto, necesito… confirmar mis dudas sobre ese chico, si determino que no tiene nada que ver con nuestro líder, asumiré la responsabilidad de los resultados expuestos en esta batalla.
Y así, sin dar muchos más motivos o contestar a más preguntas, se marchó del lugar en un abrir y cerrar de ojos.
–“Se fue”– Pensé mirando hacia al frente con una mirada seria.
–Si…– Dijo Lyna manteniendo una mirada llena de seriedad y dudas –Es un monstruo… muy extraño.
Por instinto generé un muro de hielo cilíndrico haciendo que protegiera todos mis laterales, frontal y retaguardia ya que como lo suponía, no me dieron tiempo para nada, me atacaron a la mínima oportunidad que tenían.
Uno de los monstruos el cual parecía poder crear formas metálicas de la nada se acercó a mi muro y lo destruyó con facilidad, corrí rápidamente alejándome de cada uno de los demás comandantes, pero era imposible, me tenían justo en la palma de su mano. Uno de ellos consiguió alcanzarme y pegarme con una bola de energía muy cerca de mi estómago, lo esquivé rápidamente mientras creaba una espada de hielo que usaría para atravesarle el corazón, pero en eso intervino uno de sus compañeros el cual se podía estirar, lo retiró completamente de mi campo de ataque mientras que al mismo tiempo, el invocador de los perros monstruos se puso a mis espaldas propinándome una patada en el rostro el cual me mandaría volando hacia los tantos escombros de los edificios destruidos que se encontraban a mi alrededor.
–¡¡Even!!, ¡¡Even!! – Grita Lyna llena de preocupación.
Mi vista se nubló de sangre… podía sentir claramente como las gotas recorrían cada parte de mi cuerpo formando un pequeño charco de sangre, ahora mismo… me encontraba sumamente herido con cortes profundos.
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Editado: 31.12.2022