Hada de hielo

La petición de Lyna

Luego de que aclaráramos las cosas y de haberme recuperado emocionalmente, continuamos nuestro camino hacia el hogar de Celia, curiosamente, por todo el tema que había ella pasado con Nash, decidió vivir en los límites de nuestra ciudad para evitar cualquier tipo de problema, siendo esta zona la menos concurrida de todo Miracles.

Después de unos cuantos minutos llegamos a su hogar, no era una casa muy grande, algo sencilla, pero acogedora… o al menos por fuera, ya que por dentro lo que predominaba era el color negro, esto me dejó preocupado, lejos de parecer una casa común, parecía una entrada para la atracción del terror.

–Siéntanse como en casa, pueden coger lo que quieran– Dijo Celia.

–La verdad… no se si sentirme como en casa o como en una película de horror– Respondí en vos baja.

–¿Dijiste algo?

–¡No, nada, no dije nada!

Le pedí a Celia que me dejara una habitación para poder descansar, a lo cual me llevó a un pasillo extraño con varias puertas.

–¿Y esto? – Pregunté con algo de miedo.

–Es la parte trasera de la casa, ya hace tiempo que lo construí con mi novio por si llegamos a tener demasiados hijos, así cada uno podrá tener su propia habitación, aparte el color negro le da un toque muy lindo, ¿No lo crees?

Me quedé petrificado pensando “¿Esto es una broma verdad?”, no sabía cómo mirarla ni que cara poner, por una parte, me alegraba no vivir aquí, pero por otra parte me daba hasta curiosidad poder saber cómo es que Nash es capaz de lidiar con esto.

–¿No es una broma, cierto?

–No, lo digo enserio.

Tenía unos cuantos comentarios que decir, pero mejor me los guardé para evitar morir a manos de ella, así que solo me quedaba pensar en que, si mi mejor amigo se casa con ella, terminará completamente consumido en más de un sentido. Una vez terminé de rezar por Nash, elegí una de las habitaciones, curiosamente había ropa, le pregunté sobre esto y me respondió que era ropa de Nash que había sobrado, si yo quería la podía usar y así lo hice, puesto que no había traído ninguna de mis pertenencias.

–Debería bañarme antes de cambiarme supongo– Dije para mí mismo.

Sali de la habitación y en el pasillo me topé con Melisa con una toalla en la mano, enseguida me puse incómodo puesto que yo también cargaba toalla en mano, nos quedamos viendo por unos segundos, pero fueron los más largos de toda mi vida, ella reaccionó primero y me dio permiso para poder adelantarme, de inmediato me negué diciéndole que no se preocupara, ya que podía esperar sin ningún problema. 

–Bueno… si así lo quieres está bien, gracias, con tu permiso– Respondió con un tono bajo de voz.

–Melisa– Sujeto de su mano –¿Te pasa algo?, te veo deprimida.

–¡Oh, no!… estoy bien, solo un poco cansada por todo lo que pasó.

–¿Segura?

Se quedó callada por unos cuantos segundos mirando el suelo, como si algo no la dejara tranquila, algún pensamiento la estaba consumiendo y no solo lo pensé, sino que también se lo dije, a lo que ella un poco temblorosa decidió responderme.

–Even…– Sus labios empiezan a temblar –Quiero disculparme.

–¿Por qué?

–Lo estado pensando y la única razón por la que decidiste salir fue por mí, por ello la muerte de tus padres…

No lo pensé demasiado y la abracé.

–No quiero que te sientas culpable de eso, ni tu ni yo sabíamos lo que iba a pasar, es cierto que lo mejor hubiera sido no haber salido a ningún lugar, pero como te digo no sabíamos lo que ocurriría, no tienes la culpa de nada.

–Even…– Le devuelve el abrazo –¡Yo… si hubiera sabido lo que pasaría, sin lugar a dudas hubiera rechazado nuestra cita, pero ahora que no puedo hacer nada, solo me arrepiento, lo siento!

–Nuestra cita… fue uno de los mejores días de mi vida, pese a lo de mis padres, me siento agradecido de que hayamos pasado ese día juntos, gracias por eso y por mantenerte a mi lado apoyándome, no te culpo de nada, solo te agradezco puesto que para mí tú eres… irremplazable.

Melisa pasó de abrazarme a mirarme fijamente, estaba super cerca de mí, podía sentir su respiración, su calor, su mirada llorosa y además… podía ver sus labios a una distancia muy corta de los míos, no entendía bien lo que estaba pasando, cada vez se iba acercando más e iba cerrando sus ojos, inconscientemente también cerraba los míos, pese a que no entendía por qué lo estaba haciendo, era un sentimiento de tranquilidad demasiado extraño. De pronto escuché como si alguien se cayera, eran los chicos junto con Celia que nos estaban espiando, esto hizo que Melisa se detuviera y se tapara por completo la cara.

–Melisa ¿Estás bien? – Pregunté acercándome a ella.

–¡¡S-s-s-sí, e-e-e-estoy bien, me iré a-a-a-a bañar!!…. ¡¡¡Con permiso!!!

–¿Pero que le pasó?

Después de que Melisa se encerrara en el baño, todos se acercaron para preguntarme si ahora somos novios o algo por el estilo, a lo que respondí que no somos nada de eso, solo buenos amigos, simplemente no entendí lo que quiso hacer, añadiendo que me había sentido algo extraño al tenerla muy cerca de mí, lo que provocó que todos me llamaran, “Tonto sin remedio”.

Las horas pasaron y conseguí bañarme de una buena vez, Melisa aún andaba tartamudeando con la cara roja, mientras que yo solo me senté en el mueble a ver la tele. A medida que cambiaba los canales, llegué a un noticiario que para mí enorme sorpresa, estaban hablando de mí y de los chicos, el tranquilo ambiente que teníamos se esfumó para pasar todos a estar completamente serios y concentrados viendo lo que informaban.

“Después del inesperado ataque del actual considerado hombre más fuerte del mundo, muchos quedaron impactados y con serias dudas de su objetivo tras destruir las instalaciones universitarias, por suerte no hubieron fallecidos o algún tipo de heridos, pero creo que una pregunta que nos hacemos todos sin lugar a dudas es, “¿Por qué hizo tal cosa?”, el joven universitario Even Molina, era un líder respetable en esta universidad, que ayudaba con el entrenamiento de cientos de estudiantes, nos parece increíble que al final esto resultada de tal manera. Según el testimonio que dieron los implicados en este atentado, afirman que este delincuente intentó asesinar al director de la entidad, además de ser culpable de los secuestros ocurridos en la ciudad de Miracles y por palabras del mismo director, es también responsable de la destrucción de la fábrica en la provincia de Crying, este criminal escapó en lo que parecía ser un automóvil negro con los identificados, Nash Loughty, Tala Benson, Melisa Sallow y otro sujeto que queda a la espera de ser identificado por las autoridades. Estos son criminales muy peligrosos, al cual se recomienda a los habitantes de nuestra ciudad que anden con suma precaución, la policía mágica los está buscando en este momento, ellos pagarán por todos sus actos retorcidos”.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.