Vanessa.
Observé como papá bajaba las escaleras lentamente, optando por esperarlo abajo y no subir y traerlo. No le agradaría eso y yo tampoco tenía ganas de soportar su sermón sobre mi actitud con Derek hace dos días.
— Nessy. —el apodo que normalmente me alegraría escuchar, en este momento solo me generaba desespero y ganas de salir corriendo. —Pensé que estabas en la oficina.
— Así era, pero tengo un compromiso al que llegar. —enarcó una ceja, a la espera de que le dijera más. No lo hice, de hacerlo, se tomaría atribuciones que no le correspondían y no estaba para lidiar con él. Suficiente tenía con Valentina reventando mi teléfono con mensajes y llamadas para que adelantara mi viaje a Milán. —¿Cómo te sientes?
— Mejor. —su bata se había ido y el habitual traje de negocios ocupaba su lugar. —¿Brown ya firmó?
Sacudí la cabeza, la mención de Elijah haciendo que me girara para no verlo. Ese era un tema que no iba a tocar con él, mi decisión de divorciarme no fue gracias a él, aunque así lo creyera. Me separaba de Elijah porque era lo mejor para ambos.
Tenía miedo de estar tomando la peor decisión de mi vida, pero al mismo tiempo por primera vez luego de mi elección de casarme con él sabía que esto era cosa mía. Quería correr directo a él, pero cuando me enteré que aún luego de que me fui siguió arremetiendo en su deseo de venganza, lo perdí. Nos perdí en el camino de vuelta.
— Llamaré a Fred para que...
— Tú no harás nada. —espeté, encarándolo. Sus ojos se fijaron en mí ausentes de emoción alguna viendo como la mirada fría aparecía en los míos. —No te metas en esto, papá. Mi relación con Elijah no es de tu maldita incumbencia, ya tu y Jeremy han hecho suficiente.
— Pensé que...—mi sonrisa lo detuvo. ¿De verdad? ¿Este era su justificante?
— Estoy aquí cumpliendo con lo que mi cariño hacia ti me pide, pero nada más. Mañana cuando el doctor te de el alta para que retomes tu vida me iré lejos de aquí. En unos días ya no me tendrás aquí.
— ¿Volverás con ese idiota, Vanessa? —el Nessy se fue.
— Incluso si lo hiciera, no eres nadie para evitar que lo haga. Amo a Elijah, eso no ha cambiado ni desaparecerá de la noche a la mañana. Le mandé los papeles del divorcio, pero es solo eso. Un maldito papel que me separa solo un poco de él, esto no es por ustedes así que no mires cosas donde no las hay. —no me acerqué, pero mantuve mis ojos fijos en su rostro. —No tomé la decisión de divorciarme por lo que les hizo, al final del día se lo merecían.
— ¿Qué?
— Elijah y tú son similares, ambos se vengaron el uno del otro y a ninguno de los dos les importó que yo estaba de por medio. Y sí voy a justificar a alguien será a él. Tú comenzaste esta guerra y luego la seguiste. Él también lo hizo y debemos asumir las consecuencias de lo que hacemos.
— ¿Escogerás a ese idiota antes que, a tu familia, Vanessa? ¿Qué me estás diciendo? —suspiré, buscando la calma que en estos momentos necesitaba. No podía alterarme porque eso solo lo alteraría a él.
— No estoy escogiendo a nadie, me voy de Estados Unidos. No solo me voy de tu vida, sino de la suya. Tal vez si tú no los hubieses jodido con lo de Brown Enterprise mi matrimonio jamás se habría acabado. —espeté en su dirección. —No voy a lamentarme por cosas que solo me hacen daño, por primera vez en mi vida voy a ser egoísta y solo voy a pensar en mí porque así debió ser en muchas cosas.
— Si te vas...
— Haz lo que quieras. —solté riendo. Ya ni siquiera me importaba. —Tus malditos intentos por manipularme te dieron resultados antes, pero ya me cansé, papá. No hay nada con lo que puedas hacerlo ahora ni quiero caer en ello de nuevo. Tenías razón hace poco cuando dijiste que yo no era tú hija, porque la estúpida que mangoneaste durante años a tu antojo ya no está. —me acerqué, plantando un beso en su cabeza a pesar de que me alejó al sentirme hacerlo. —Esa idea que tienes en la cabeza de que me divorcio de Elijah para casarme con Derek sácala de allí. No me voy a casar sin amor y mi corazón en este momento le pertenece a ese hombre que me enseñó el camino para ser feliz.
— Él no se merece tu amor, Nessy. —el odio hablando nunca era un buen camino para seguir, pero sabía que era la única forma en que mi padre algún día se referiría a Elijah. —Prométeme entonces que no vas a volver con él.
— No haré eso. —ni siquiera podía asegurármelo a mi misma. —Lo amo y una parte de mi se quedará con él una vez me suba a ese avión en unos días. —tragó en seco, esperando las palabras que sabía saldrían. —Si en algún momento las cosas se llegaran a dar entre ambos sin todo esto de por medio, no dudes ni por un segundo que volvería a su lado.
— No sabes lo que dices. Ese hombre solo te mostró lo que él quería que vieras, mira lo que nos hizo, ya no queda nada que recoger, Vanessa.
— Intentaste venderme, papá. Yo debería odiarte y no lo hago. Elijah de una u otra forma tiene justificantes para lo que hizo en principio, pero tú no. —¿por qué no podía ser una perra sin sentimientos e irme de una vez? —Solo limítate a ser mi padre, porque es la única forma en que quiero que sigas en mi vida. Respeta mis decisiones o tomaré el mismo camino que Valentina y de verdad acabarás solo.
Sin esperar que siguiera refutando, tomé el bolso del sofá y salí rumbo a la salida. El taxi que había pedido hace un par de minutos me esperaba junto al chofer de papá que me negué a usar. Estaba aquí de paso, no para volver a la antigua vida que tenía.
(...)
Emma me sonrió, pasándome a un Ansel dormido en sus brazos. El pequeño se removió incomodo una vez estuvo contra mi pecho, pero pronto volvió a su placido sueño acomodándose. —Está hermoso. —solté, pasando mi mano con suavidad por su espalda cubierta por el diminuto traje hecho a medida.
— ¿Para cuando los primos por parte de la tía Ness? —me tensé ante las palabras de mi amiga, los ojos azules de Elena se fijaron en mí del otro lado de la mesa, dándome una sonrisa triste que solo yo alcancé a divisar.
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Editado: 18.08.2024