Dicen los que más historias han escuchado, que cada una de ellas tiene vida propia y que inevitablemente van cambiando conforme se las van contando; aseguran que están estrechamente ligadas a la vivencia de quienes las cuentan, pero los que realmente más saben de historia dicen mucho más todavía. Afirman que, si uno está feliz y contento terminan de esa manera; y que, si uno está triste las historias nunca pueden terminar bien.
Se comenta que es más fácil imaginarnos en lugares comunes y saltando el límite entre el bien y el mal, solo para regresar victoriosos de nuestras proezas; en realidad se comentan demasiadas cosas.
Hay un pequeño detalle: la mayoría de las veces nuestras acciones tienen profundas consecuencias y no siempre se puede volver.
Tal vez si alguien se lo hubiera dicho, hoy todo sería muy diferente, tal vez.