Hasta donde llegue la realidad

Capitulo 5.

Marzo, 17. 18:46

Laila

Me pongo unas gafas de sol para después pasarme los dedos índice y central por las sienes. Dios... La resaca me está matando, no se va ni después de dos ibuprofenos y mucha agua. Y haber quedado con mi padre, para que le dé a mi madre la pensión que le pertenece, para ayudarla con los gastos, no hace que mejore mi dolor de cabeza.

Intento evadirme cuando llamó a Emma, pero no me coge. Probablemente lo estará haciendo con Fran. Seguramente ayer en la fiesta lo hicieron, y ahora se abra vuelto adicta al sexo o algo así.

Niego con la cabeza intentando que no vengan imágenes guarras de una de mis mejores amigas, eso es realmente asqueroso. Me dirijo a casa para cambiarme de ropa, me apetece correr para olvidar un poco de mis problemas. Lo suelo hacer cuando estoy saturada.

Cuando estoy entrando a casa, recibo una llamada​ de Nora. Sin ganas, aceptó la llamada dirigiéndome a mi habitación.

-Hola ¿Que estás perdida o que? Nadie te ha visto desde las once de la mañana, ¿que haces? -pongo el altavoz mientras me quito la ropa de la fiesta de anoche para ponerme una más deportiva.

-Lo siento, quede con el donador de mi esperma, no quiere pasarle la pensión a mi madre. Llevo discutiendo con él desde la una de la tarde, y la resaca me mata. Creo que voy a correr un rato, ¿te apuntas?- escucho como suelta un gemido de frustración.

-Lo siento por lo del dinero, si quieres os dejo a ti a tu madre todo el que queráis. Y pasó de correr, tengo bastante con dos horas a la semana en clase- Me encojo de hombros soy la única que le gusta correr en el grupo, cada una le gusta algo diferente. A Bella y a Emma les gusta el baloncesto, Emma solía jugar en un equipo pero se desapunto, a Tamara no creo que le guste nada, es muy vaga, y a Nora le gusta la piscina. A mi me gusta mucho correr, me quita el estrés.

-No hace falta lo del dinero, no es que nos haga falta, solo es por joder al donador de esperma, está forrado. Si no es un buen padre por lo menos que suelte la pasta ¿no?- Digo intentando hacer una broma, aunque no tenga nada de broma. Para aligerar el ambiente cambió de tema-¿Que hacéis?.

-Nada, hemos estado viendo una película de miedo, y luego Bella y yo nos hemos compinchado para que viéramos la primera temporada The Walking Dead, pero Tamara se ha ido al baño, y se ha quedado allí unos veinte minutos. Creo que odia esa serie- Río, la verdad es que a mí también me convencieron para que la siguiera, pero no sé, tampoco me llama la atención.

-Bueno a mi también me lo hicisteis. No me gusto, pero la vi por vosotras. ¿Que no se hace por unas amigas?- Digo mientras me ato mis zapatillas Nike.

-Eso es verdad.-escucho como dan unos fuertes golpes en la puerta desde el teléfono. Arrugó la frente y pongo más atención- Oye vas a tardar mucho Tamara, me meo- Oigo la voz de Nora, creo que quiere ir al baño.- Bueno, te dejo que Tamara ya sale.

Me levanto de golpe dejando el móvil en la cama, salgo de casa pensando cuanto tiempo correré, igual con una hora y media bastará. Normalmente suelo hacer media hora más, pero como tengo resaca... Mejor no, solo hago hora y media.

Cuando regreso a casa sudada, lo primero que hago es ducharme. Después de tumbarme en mi cómoda cama, casi soltando un gemido, estoy agotada por todo lo que he corrido. Al final en vez de una hora y media, decidí correr hasta que mi cuerpo no pudiera más. Mañana tendré unas agujetas... Miro haber si tengo algunos mensajes, es pronto no son ni las nueve y media pero tengo el móvil lleno notificaciones. Pero los ojos me pesan tanto que ni me molesto en leerlos, dejo el móvil debajo de mi almohada y me tapo con las mantas, acurrucándome en ellas hasta encontrar la postura adecuada, para luego caer rendida y dormir como una osa invernando.

Escucho el timbre sonar con insistencia, espero a que mamá abra la puerta, pero el timbre no para de sonar. Me tapo los oídos con las manos, intentando traer el sueño de nuevo. Recuerdo que mi madre tenía que salir antes, tenía un nuevo caso de acoso escolar. Bufando y con una pereza increíble consigo levantarme, bostezo mientras me froto los ojos, los tengo llorosos y, seguramente, el pelo lo tendré hecho un desastre, igual que mi aliento pero que se joda el que esté al otro lado de la puerta, por levantarme a...¿Que hora es? Cojo el móvil debajo de la almohada viendo la hora. Las 7:30. Mierda. Emma venía a buscarme para ir a clase, Hoy es lunes. Como odio los lunes.

Abro a Emma, que entra como Pedro por su casa y me mira.

-¿Todavía no te has vestido? Llegaremos tarde.- Dice mirándome de arriba a abajo.

-Estaba en ello.- Le miento. Emma se sienta en el sofá y yo aprovecho para ir a mi cuarto y abrir el armario. Cojo mis pantalones de chándal negro, y una camiseta blanca con una rosa en medio. Me visto rápidamente, y mientras voy al baño me pongo las zapatillas Vans. Me recojo mi pelo rizado en una coleta alta, y me lavo la cara. Miro mi móvil y veo que son las 7:39. Tiempo récord.

-Ya estoy. - Digo mirando a Emma, que ya se ha sentado en el sofá.

- Vale, vámonos.

Salimos de mi casa cerrando la puerta al salir. Bajamos las escaleras rápido para llegar a coger el Bus de las 7:45.



#12658 en Joven Adulto

En el texto hay: amor, juvenil, misterio y accion

Editado: 09.08.2018

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