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Ya habían pasado algunos días desde nuestra primera cita, los días por venir él se la pasó mandándome mensajes al amanecer y al aparecer la noche.

Me encontraba terminando mi desayuno en espera de que Camila se despertara para salir a buscar un disfraz para la fiesta de esta noche, hoy por fechas festivas no tendríamos clases y a un grupo de personas se les ocurrió la magnífica idea de organizar una fiesta a la cual asistiría gran parte de el alumnado de las distintas carreras.

Mientras me dirigiría a ponerme ropa cómoda para salir de compras, pero antes pase por la habitación de Camila y entre, tome dos cojines y se los lancé, ella de inmediato salió disparada de la cama.

—!!¿Que te pasa?!!— Su voz aún se escuchaba ronca y somnolienta.

—Es hora de levantarse—Sonreí con inocencia.

—Y no era más fácil hablarme o moverme un poco— Arrugo la frente— Me has matado de un susto; pensé que la lámpara se ha caído encima de mi—Chillo en exageración.

No pude más y me solté a reír, ella tomo los cojines y comenzó a lanzarme los y así iniciamos una batalla de almohadas.

—Para...para—Pedí entre risas.—Tenemos que apurarnos, hoy las tiendas cierran temprano—Hable.

—Tienes razón—Tomo la almohada y la estampo en mi cara.

Me levante de su cama y me dirijo a mi habitación, me adentro en el baño y lavo mis dientes y me coloco un pans y una sudadera, ato mi cabello en una coleta y espero a Camila en la sala.

Mientras caminamos por las calles mirando los distintos locales de disfraces, no tenía idea  de qué disfrazarme, tenía años que no asía esto de escoger un disfraz.

La última vez que lo hice fue con mi hermana, aún recuerdo lo linda y graciosa que se veía vestida con el disfraz que yo elegí de calabaza, y ella para vengarse de mi me obligó a vestirme de ratón, al final de todo nos la pasamos muy bien esa noche pidiendo dulces, quien sabría que ese sería nuestro último Hallowen juntas.

Camila me tomo de la mano y me jalo para entrar a una tiendo, estuvimos ahí más de una hora en lo que ella se medía varios disfraces haya que por fin encontró uno de policía que la hacía lucir sexi y hermosa.

Al salir de esa tienda continuamos viendo más o obsiones para mi, no tenía idea de qué ponerme o qué estaba en tendencia, mi única obsion si no encontraba nada era vestirme de bruja.

Dimos otra caminata por el lugar, cuando uno en particular llamó mi atención, la tela era de seda muy brillante, de un tono azul tornasol, y lleva a unas alas de mariposa de tornasol   con tonos  azules.

Me metí en el probador no me importaba que si el disfraz no me engallaba o me quedara a la perfección, a mi me gustaba.Cuando salí para mirarme en el espejo; simplemente quede encantada con el.

—Me gusta, ese es... ¡¡si por fin!!— Chillo Camila.

Cuando terminamos de comprar lo necesario, regresamos a casa, tome una larga ducha y comencé a sacar las cosas de las bolsas, Al final decidí primero maquillarme y arreglarme el cabello primero.

Como era de esperarse yo no tenía mucha idea de cómo maquillarme así que llame a Camila para que me ayudara, mientras ella me maquillaba yo desenredaba mi cabello para después moldearlo.

— Has quedado hermosa— Hablo Camila terminando de aplicar brillo en mis labios.

—Gracias— Le sonreí.

Tome la te tenaza y tome un mechón de mi cabello para comenzar a peinarme, solté un chillido cuando me queme la yema de mi dedo, coloqué un poco de laca para fijar todo.

Cuando ya estaba listo mi peinado y maquillaje, continué a ponerme el disfraz, me miré en el espejo y  saqué mi teléfono, aún era un poco temprano para irnos.Mi teléfono comenzó a sonar y sonar, eran ya masas y textos de Cole y de un número desconocido:

Hola Mili :)...

Me intrigaba saber quien era o como habían obtenido mi número, así que decidí contestar su mensaje:

-¿Quien eres? Y ¿como has conseguido mi número?-

Me mordía las uñas mientras esperaba que contestara.

-¿No me recuerdas?... Bueno eso no importa, solo quiero advertirte que tengo unas imágenes muy interesantes sobre ti...

No entendía de quien o qué se podría tratar, revise su foto, pero como era de esperarse no había ninguna.

—Si esto es alguna clase de broma de mal gusto, no me interesa seguir hablando, adiós...

Cerré la conversación y puse mi teléfono en no molestar.No note la presencia de Camila haya que me tomo de el hombro, sacándome de mis pensamientos.

—Es hora de irnos—Chillo emocionada— Mili se nos hará tarde para la fiesta— Continuó apresurándome.

—Nunca se llega tarde a una fiesta Camila, no seas exagerada...—Tome mi bolso y deje mi teléfono en mi habitación.

—Lo se, pero estoy muy emocionada...

Salimos de la pensión y tomamos un Uber para dirigir nos a la fiesta, de camino Camila no paro de sacar fotos de ella y de ambas, el chofes la miraba raro al notar que borraba y sacaba demasiadas fotos.

La fiesta era en un una casa a las afueras de la ciudad, tendríamos mucho espacio para disfrutar al máximo de la fiesta y lo agradecía, porque no me gustaban los lugares encerrados y con muchas personas.

El Uber se estacionó y bajamos del coche, caminamos hacia la casa, la cual ya estaba repleta de personas, todas disfrazadas de distintas maneras.

—Hay que disfrutar, esta noche—Chillo Camila.

Avanzamos haya un grupo los cuales eran amigos de Camila, ella era más sociable que yo yo solo hablaba con mis compañeras lo necesario, y ella al contrario convivía y charlaba con todos.

Había quedado con Aron de encontrarnos en la fiesta, pero obvio no tenía como llamarlo ya que mi teléfono lo dejé en la casa.

No sé en qué momento pase a tener un vaso en mi mano y estar bebiendo de el, estaba disfrutando de la fiesta, realmente lo hacía, comencé a charlar con los chicos y chicas.