El cálido calor de nuestros cuerpos al despertar era embriagante, hubiera elegido nunca levantarme de esa cama, pero el maldito despertador no dejaba de sonar, aparte sus brazos de mi cuerpo, llegue hasta la pequeña cómoda de mi habitación y apague la alarma.
Regrese de nuevo a la cama, y me recosté de nuevo, me quede mirando lo lindo y tranquilo que se miraba mientras dormía, el pequeño rayo de sol que entraba por un traga luz , alumbraba sus labios, y mi mirada se detuvo ahí.
Tenia tantas ganas de tocarlo, saber que esto no era un sueño uno muy hermoso del cual no quiero nunca despertar, con la yema de mis dedos iba repasando cada una de sus hermosas facciones, a pasarla por su barbilla esta podía sentir los pequeños bellos que iban creciendo, baje asta su clavícula y ahí descanso mi mano.
-Si sigues haciendo eso, no me podrás sacar nunca de tu cama-Hablo con su voz aun adormilada y una sonrisa ronca que ilumino mi mirada.
-Es hora de levantarnos...-Le informe aunque la realidad era que me quería quedar tumbada en esa cama acostados todo el día, y quedarnos abrazados sin importar lo que pasara afuera de esas cuatro paredes.
-Tengo una idea mejor...-Comenzó a reír aun mas cuando mis mejillas se tiñeron de rojo-Pero que has pensado señorita...-Hablo entre risas.
-YOO!!...Nada..-Trataba de esconder mi cara entre las cobijas.
Si lo has pensado pervertida...
-Claro...-Tiro de mi para quedar abrazados.
Comenzamos a besarnos, nuestros besos siempre eran tiernos, y llenos de nostalgia en cada rose, pero ahora todo era diferente, todo se sentía tan bien que no dude en hundir mis dedos en su cabello para profundizar el beso, bajo su mano hasta mi cadera para pegarme mas a el.
Una pequeña nota de miedo me inundo, y el al parecer lo noto por que al instante separo nuestros labios, su respiración se escuchaba acelerada, al igual que la mía, nuestras miradas se encontraron y el solto un suspiro y descanso su frente sobre la mia.
-No tenemos que hacerlo si no quieres o no estas segura-Hablo con dulzura, y me dejo un beso en la comisura del labio.
Me sentía un poco mal por arruinar nuestro momento con mis miedos e inseguridades, yo no tenía el cuerpo perfecto como el de las demás chicas, en el se encontraban imperfecciones, y marcas de todas las batallas que he superado, y me daba miedo que él las mirara y se lamentara el estar con migo.
—Anda vamos a desayunar—Salió de la cama y comenzó a ponerse su disfraz de la noche anterior.
Borre mis pensamientos y lo seguí, salimos del cuarto y Camila se encontraba soñando su cabeza y tomando agua, por su cara de fastidio era obvio que tenía cruda.
—Hola, Buenos días—La salude al pasar por su lado.
—Nada es bueno, cuando sientes que se te caerá la cabeza—Gruño.
—Si no hubieras bebido demasiado...—Bufé—Y te hemos salvado de una anoche...
—Para, no quiero saber nada...— Chillo apenada, cuando noto a Aron a mi lado— Esa no era yo, aclaro—Tomo su vaso de agua antes de regresar a su habitación.
Ambos reímos por ella, y coloque un poco de agua en la cafetera, y saqué un poco de pan y mantequilla, cuando estuvo listo el café nos serví ambos y unte un poco de mantequilla en los panecillos y comenzamos a comer.
—Iré a casa a cambiarme y regresaré más tarde— Habla Aron mientras yo tomo mi café— Quiero mostrarte un lugar
—Estaré lista.
—Bueno es hora de irme—Se levanto de su lugar y camino hasta mi, me beso y después salió de la casa.
Me apure a limpiar la cada ya que Camila no lo aria ese día, después de terminar de lavar los trastes me metí en la ducha, me tome bastante tiempo duchándome que si nana se enterara le daría un infarto por el agua desperdiciada.
Que hablando de ellos tenía días sin hablar con ellos, más tarde les hablaría para saludarlos,que al fina solo quedaba un mes para salir de vacaciones y verlos de nuevo.
Cuando entre en mi habitación me sorprendió ver a Camila acostada en mi cama con una mirada demandante.
—No tienes algo que contarme— No dejaba de mirarme, con un aire de emoción.
—Mmm... —Traté de hacerme la interesante, porque sabía que eso la molestaba.
Saque de mi armario, un vestido negro con puntos blanco y mis medias oscuras, ya que si solo llevaba el vestido me congelaría, y no dejaba de sentir la mirada de Camila en todo lo que hacía.
—MILI!!...—Chillo.
—No pasó nada—No pude aguantar más seguirla torturando.
—Claro, ¿Entonces solo durmieron y ya?—Sonó decepcionada.
—Si, para eso se utiliza las camas, para dormir y ya.
—Y hacer otras cosas, Pero enserio solo durmieron y ya, que decepción, yo quería que me contaras los detalles.
—Los detalles es que no hubo—Me gire y me coloqué el vestido.
—¿Y tú querías?... ya sabes— Preguntó mas serena y con seriedad.
—¿Yo?—Me sonroje— Ehmm... ¿si no?...—Susurre por lo bajo.
—Mili... si no estás segura aún él lo entenderá, después de lo que pasaste es normal tener miedo.
—Lo sé y él me dijo que me esperara el tiempo que sea necesario, pero no es solo eso....—Me senté a su lado.
—¿Y qué es?
—Me da miedo que mire mis marcas y mi cuerpo y le de asco, se que no soy la más hermosa, pero eso me da miedo que no le guste.
—Mili... Créeme que a él no le importa nada de eso, lo he visto como te mira y te ama, a él no le importa lo físico él te ama por comer eres y lo que eres.
—Pero..
—Eres hermosa, con tus marcas, con tus imperfecciones, con tus virtudes y defectos, enserio no dejes que esos pensamientos te hagan no verlo.
—Te quiero Camila— La abrace.
—Yo también Te quiero Mili, ahora ven te ayudaré a arreglarte.
Después de terminar de maquillarme y peinarme Camila regreso a su habitación y me pidió que no la despertara hasta dentro de cinco años porque aún se sentía mal por la noche anterior.
Editado: 12.06.2024