Hasta que te encuentre

2. Vacaciones y chicos

Luna escuchó la alarma y se quejó. Probablemente no había otra persona que le gustara tanto dormir como a ella le gustaba. La apagó, se dio la media vuelta en la cama para poder seguir durmiendo tranquilamente, pero eso no le duró mucho tiempo.

-Luna ya despierta, no querrás faltar a tu primer día de clases.- Gritó Raizel desde algún lugar de la casa. Ella abrió sus ojos con pesadez miró la hora y mientras fingía que lloraba se levantó de la cama.

Ya había pasado una semana del casamiento de su tio. No tenía muchas ganas de recordarla, no la había pasado muy bien y ni siquiera sus padres. Darian discutió con su hermana y con su madre, lo que no era algo nuevo y para no arruinar la boda él prefirió no seguirla y ellas se fueron enfadadas.

La chica no quería preguntarle a su padre porqué fue la pelea, pero cuando habían vuelto a la mesa solo estaban sus padres y su abuelo. Raizel tampoco le contó exactamente que había pasado, de todos modos no le importaba. No tendría otra vez tener que relacionarse con su familia paterna, quienes casi no conocía.

Su celular vibró con un mensaje de Any.

ANN <3:

"¿Te preparo tu café?" ✓✓ 7:14

Lulu loca :

"Yes, tal vez así podré despertarme bien." ✓✓ 7:15

Salió de la casa y caminó hacía la casa de Any, quien vivía a dos casas después de la suya en la vereda del frente. Más que primas parecían hermanas. Todo el tiempo estaban juntas.

Los padres de Luna no estaban mucho tiempo en la casa por su trabajo, no venían por algunos días y cuando estaban tenían unos horarios muy descoordinados. Entonces Luna para no estar sola llamaba a su prima o iba a la casa de ella; hacían pijamadas, se ayudaban con las tareas y no se separaban por mucho tiempo.

Antes iban a la misma escuela, no les quedaba muy lejos y caminaban juntas. Pero ahora, Any comenzó la universidad, por lo que no tenían el mismo camino. Aún así, se encontraban por costumbre cada mañana con un jarrito de café y caminaban hasta donde podían para hacerse compañía.

Para Luna ya no tener a su prima en los recreos le parecía triste, la extrañaría cuando se aburría con sus compañeras. Por otro lado, Any creía que eso sería una buena oportunidad para que socializara más.

Llegaron a una esquina donde tenían que separarse e ir cada una a su destino por lo que se despidieron.

-Adiós Luna, te paso a buscar en la salida.- Any anunció y le dio un beso en la mejilla.

-Si, si sobrevivo.- Le respondió.

-Deja de ser tan negativa y ¡disfruta la vida, exagerada!- La regañó.

Luna solo hizo una mueca, no pensaba igual que ella y creía que todo su positivismo era porque iba a la iglesia.

Cuando entró en la escuela buscó a su mejor amiga Emily y al encontrarla la abrazó muy fuerte, ya que, no se veían desde que terminó el año anterior.

Su amiga se había ido por todo el verano a unas cabañas en las montañas de San Luis, que eran de los jefes de su madre, los cuales, la habían invitado por trabajo pero también para que pudiera disfrutar algunos de los lugares con ellos, permitiendo que llevará a su hija Emily también. Luna le pidió que le contara todo con detalles aunque algunas cosas ya se lo había contado por mensaje, quería escucharla decírselo todo.

-Estuvo muy divertido, los jefes de mi mamá son muy buena onda y nos dejaron compartir con ellos muchas cosas. Yo estaba todo el día en la pileta y tenía una vista preciosa del patio de la casa. ¡ah! y el hijo de los jefes de mi mamá ni te cuento... - Dijo por el chico que conoció allí e hizo un gesto de enamorada. Luna se rio.

-¿pero ya lo conocías de antes?- Preguntó Luna, ya que, por mensaje ella le contó que ese chico iba a su misma escuela pero no eran del mismo salón.

-Lo tenía de vista pero nunca hablamos con él y creí que jamás tendría la oportunidad de hablar con él por la diferencia de familias... Cuando lo vi me sorprendió, no sabía que mi mamá trabajaba para sus padres y creo que él tuvo la misma reacción. Aún así hablamos y todo bien.- Le explicó. Luego le mostró una foto que ella misma le había sacado mientras estaba distraído, otras de ellos juntos, con la familia y unas pocas del lugar. Cada foto tenía una descripción de su amiga contándole de ese momento capturado.

A Luna no le parecía tan lindo el chico, tenían gustos diferentes y eso era bueno. No era la primera vez que veía enamorada y contenta a su amiga por un chico pero siempre le parecían divertidas ese tipo de conversaciones que tenía con ella; además de que no eran las únicas conversaciones que tenían, las dos podían tener cualquier tipo de charla y no hacían diferencias aunque fueran opuestas.

Emily no se tomaba en serio el enamoramiento y siempre le gustaba algún chico o se hablaba con alguno, en cambio Luna con respecto al amor no se veía frecuentemente enamorada, pero era muy ilusa cuando alguien causaba algo en su corazón. A pesar de eso, ninguna se juzgaba y les gustaba la compañía y el apoyo que la otra le daba.

-¿Y ya lo viste hoy?- Preguntó Luna curiosa.

-Nop, aún no lo vi.- Emily pensaba que él tenía que buscarla, le gustaba hacer pensar a los demás que no estaba interesada. Por el momento no le atraían los compromisos, se sentía joven y con ganas de disfrutar su adolescencia y experimentar con el amor. Le dijo a su amiga que en la noche anterior habían hablado, asi que suponía que se verían en el recreo.




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