Capítulo I
Iba de pie en el transporte público pensando, analizando y volvía a pensar en la situación del país tan aterradora, seductora, difícilmente y complicada para entenderla , mucho más compleja para salir de allí de manera elegante y dejando atrás lo que me apasionaba, atender y ayudar a personas en situación de calle. Allí recordé a paula una jovial e histriónica mujer de 58 años de edad con una vida muy dura, la cual conocí y trate durante un largo tiempo mientras trabajaba ella me contaba sus anécdotas para mostrar que habían locos que no eran locos y locos que locos son.
Paula tuvo una infancia complicada como la de muchos, alegre como la de pocos que reciben maltrato por parte de sus padres desde los 4 años. Ella Describía conducta muy rebelde, inquieta , directiva, histriónica, líder innata por el buen humor y la inventiva que la caracterizaba, aunado a llantos sin razón, tristeza profunda , espontanea, aislamiento, mutismo y depresión , cambios de humor que sus padres no entendían. La Mamà de paula una señora de pueblo con costumbres cerradas, sumisa de trato noble entregada a la religión donde se refugiaba para encontrar la Paz que en su casa no tenía. Paula era la tercera niña que llego en un momento muy crítico de la vida familiar.
La vida familiar para aquel momento se basaba en alcoholismo, golpes y frustraciones diariamente. El padre de paula un Militar retirado que vivió lejos de su familia por muchos años, arrastrando traumas desde su niñez . perfilaba como hombre desconfiado, agresivo por no tener lo que había soñado, se refugiaba en el alcohol para olvidar metas inconclusas y proyectos congelados. Paula cuenta que ella era el niño varón que su papá quería tener, ya que su hermano mayor había nacido ciego y su papá no lo quería por tener esta condición así que lo rechazaba; pero que al nacer la niña que creían era niño represento un error en la vida de este hombre por lo que los maltratos comenzaron desde que paula tuvo uso de razón.
El papá de paula no la dejaba jugar con muñecas, la vestía como niño le rapaba el cabello, no quería que usara nada alusivo a su género. Siendo paula una niña zurda su papá la obligaba a escribir y dibujar con la mano de derecha, la amarraba, se la quemaba, le colocaba yeso para que fuera diestra. La Mamá de paula nunca hizo nada para frenar esa situación y cada vez que lo intentaba golpes abundaban en esa vieja casona llena de cuartos oscuros paredes frías y techos atormentados de tanto llanto y sufrimiento. Paula un día que parecía iniciar muy cálido, cielos despejados y brisa fría decide levantarse muy temprano y escapar de su casa sin rumbo fijo a los 8 años de edad.