Eliot W.
—Sólo imagina que esa persona esta frente a ti, intenta no atacarla ni hacerle daño ¿bien? Vamos Cook se que puedes hacerlo —lo ánimo, 18 años, ataques de irá y ansiedad. Suspira y cierra los ojos —Lo intentaremos de nuevo —
—De acuerdo —tomó el pequeño saco de arena, que siempre uso en sus sesiones.
—¿A quien tienes en mente? —
—A mi padre —contesta, estoy enterado de los problemas de el y su padre por lo que no me opongo —Soy una diarrea de persona, sé que lo soy, pero joder eso no le da el maldito derecho de tratarme como basura —
Me quedó en silencio, y el frunce el ceño, continúa hablando —Vas bien, intenta no perder el control —digo calmado.
—¡¡Yo no pierdo el control, maldición!! me —corrige de manera abrupta .
—¿Que dice tu padre? Cook —pregunto moviendo el sacó de arena.
—Dice que soy una pérdida de tiempo —dice suspirando.
—Convierte eso en algo bueno —lo aliento sosteniendo el saco de arena por detrás para que no se mueva mucho.
—Soy agil —da un golpe seco —Soy fuerte —empieza a dar seguidos golpes —Y para nada soy una basura... —la puerta se abre interrumpiendo.
—Uhg, asi que ahora seremos boxeadores —Elizabeth entra tranquila y se sienta en el sofá para los pacientes, la secretaria entra resonando sus tacones después de unos segundos que ella entra y Cook se encuentra mirando a Elizabeth detenidamente.
—Lo lamento enserio señor West —se disculpa rápidamente mirando a Elizabeth de manera fulminante —La señorita no ha querido esperar a que su turno empiece, ha corrido por todo el edificio y... —
—No se preocupe —la interrumpo rápidamente —Me ocupare yo —le digo calmándola, puedo notar que ha corrido gracias a su respiración.
—¿Quien es ella? —pregunta Cook con el ceño fruncido , quitando el sudor de su frente.
—Creo que el tiempo se ha acabado Cook, espero verte la próxima semana —le digo dándole la nota con la firma y cosas que debe hacer.
—Soy Elizabeth Stone, otra loca que necesita ayuda —se burla presentándose, él le sonríe y le guiña un ojo.
—Elizabeth no puedes hacer eso, tengo las horas exactas para cada paciente, no vuelva a entrar así ¿Bien? —la regaño mientras meto el saco de arena de donde lo he sacado, escucho como gruñe.
Cook se retira no sin antes darle esas mirada a Elizabeth, tan típico de los adolescentes. Me siento en mi escritorio y abro los archivos donde guardo la información de cada paciente, ella me mira y saca su diario con lapices de colores y otras cosas.
—Bien... —hablo sentándome al frente del sofá en donde se encuentra, en uno que es individual —La ultima ve que estuviste aquí, quedamos en que harías un dibujo cada vez que te sintieras sola, triste o con ataques de ansiedad —digo releyendo lo que había escrito la ultima vez que vino.
—Solo ella podía leer mi diario —susurra tomando el diario entre sus brazos, mirándome de forma seria.
—No lo leeré, solo me mostraras cada dibujo y me dirás por que lo dibujaste ¿De acuerdo? —le sonrió para que pueda confiar en mi.
Ella asiente haciendo una mueca, lo abre y se dedica a buscar la pagina en donde ha dibujado, la observo mientras lo hace, su ropa me llama la atención; Un suéter negro sin mangas con el logo de un fantasma en el, una chaqueta de de jeans encima de esta, un pantalón negro un poco ajustado y una botas negras. Era extraño solo por que la mayoría era de color negro .
—De acuerdo —habla después de unos minutos sostiene el diario en su pecho y lo voltea —Antes de que empiece necesito que prometas que nada de lo que diga saldrá de estas paredes —habla detenidamente —Ni mis padre sabrán. Si quieres ayudarme esta bien, pero no quiero que nadie interfiera —
—De acuerdo —asiento —Pero debes prometer que pondrás de tu parte en todo, no te negaras a ningún medicamento, ni método —propongo y tiendo mi mano para que la estreche.
—Troto hecho —sonrió al oír sus palabras, ella estrecha mi mano y siento lo delicada y fría que esta su piel —Este lo hice desde la ultima vez que vine —muestra un paisaje lluvioso de noche con rayos y hojas volando, tiene un gran talento para dibujar —Mamá y papá se encontraban peleando en el piso de abajo, fue la discusión mas grande que había escuchado —habla señalando los rayos que había dibujado.
—¿Te sientes de alguna manera afectada por eso? —le pregunto escribiendo un poco de lo que dice.
Pasa la siguiente pagina y muestra otra totalmente diferente, este era en un parque donde a lo lejos se podía ver un gran árbol y una chica recostada en el, era como en un campo todo lleno de pasto y plantas —La razón de la discusión era yo —explica —Hablaban del error que habían cometido para tener tal problema como yo —mira hacia otra lado evitando mirarme
#48420 en Novela romántica
#12711 en Joven Adulto
hombre mayor, amor complejo, amor ertico sexo jefe amor prohibido
Editado: 16.08.2018