Capitulo 2. Un libro especial, parte 2

Narra Eun-Yeong:

Estaba en casa de mi tía con un libro antiguo de mi madre, un regalo para mí.

—Este libro contiene las instruccones de hechizos y otra parte en blanco para ayudar a los demás. Solo nuestra familia y quien tenga magia podrá abrirlo, ten mucho cuidado con quien confías.

—Gracias tía Hana. Lo tendré.

—Cualquier duda o problema, acude a mí y siempre que pueda te ayudare y te aconsejare.

Subí a mi habitación y abrí el libro, como dijo mi tía, la primera página estaba llena de hechizos, palabras y dibujos magicos. Y lo demás estaban en blanco ¿que significaban? ¿para ayudar a la gente? ¿como?

La primera página en blanco brillo inesperadamente, mire en su interior y estaba escrito algo muy interesante.

"Nombre: Dong-Yul. Horóscopo: Aries. Edad: 20 años. Estado: Triste. Problema: Ha sido humillado en público después de intentar tocar bien su teclado, siempre ha querido ser músico pero sus padres son muy estrictos con él. Esta triste y solo en la esquina de tu casa".

—Eso es nuevo. ¡Tía Hana! ¡Tía Hana!—Bajé a la cocina y le explique lo que había pasado.

—El libro te ha dado tu primera misión, sé que es desconcertante pero tu madre estaría muy orgullosa de que siguieras con sus misiones. Este libro es tuyo. Tu madre tenía el suyo individual, al igual que tu padre. Ve a ayudarlo.

—Está bien, lo intentare.

Después de la descripción, había su foto actual, justamente donde estaba. Sentado en una esquina de un callejón sin salida, abrazando sus rodillas.

—Hola. Te llamas Dong-Yul ¿verdad?—El chico levantó la cabeza, me miro y respondió.

—¿Como lo sabes? ¿Quién eres? ¿Has visto algún video de mí con mi teclado?

—Iré por partes—Me senté junto a él. —Me llamo Eun-Yeong, digamos que me lo ha dicho un libro y no, no he visto ningún video tuyo con tu teclado. A propósito ¿dónde está?

—Está en la basura. ¿Para qué lo voy a hacer servir? ya no toco bien.

Intente pensar en cómo podía animarle...Me fui a coger su teclado y lo lleve en frente de él. Estaba casi nuevo, parecía que se lo había comprado hace poco.

—¿De verdad que no lo quieres? parece que lo has comprado hace poco. ¿No lo quieres?— Se lo intente acercar lo máximo que pude para convencerlo, pero él lo aparto de un golpe con la mano.

—¡He dicho que no! ¡Déjame en paz! ¡No te conozco y ¿me vienes a decir a mí que te lo ha dicho un libro!? ¡Quiero estar solo!

—Está bien, tranquilo, ya me voy—Estaba muy preocupada pero en ese momento no podía hacer nada. El teclado había recibido un gran golpe, no sabía si volvería a funcionar de la misma manera. Regrese a casa con el libro en la mano.

—¿Y bien? ¿Cómo ha ido?

—Tía Hana, ¿cómo lo conseguía mamá?

—Eso es que no ha ido bien. Siéntate y explícame lo que ha pasado—Se lo explique. —Ya veo. Escucha, no todas las personas son fáciles de ayudar. Tu madre intentaba conocer primero a la persona para poder ayudarla después.

—¿Tú no tienes un libro de estos?

—Digamos que mi destino no era ser una heroína que ayudaba a los demás con esos libros. Pero si que ayudaba a tu madre cuando un problema se volvía todavía más grande.

—Ojala estuviera mi hermano aquí.

—Tu hermano estaría orgulloso de tu papel en la vida, el también tiene su libro de misiones.

—Sí, pero está bastante lejos de nosotras.

—Ya lo sé, pero seguro que algún día vendrá a visitarnos. De momento, con esta misión, puedes acceder a los pensamientos y momentos, de la vida, de la persona a la que vas a ayudar.

—¿Se puede hacer eso?

—Sí. Es el truco más fácil, el básico para ayudar.

Hice caso a mi tía y leí el hechizo para ver las memorias de Dong-Yul. Desde pequeño fue un niño que le habían dicho como se tenía que sentir, que tenía que hacer, sus padres eran muy estrictos con él, aún siendo un niño. Nunca había tenido amigos de verdad pues le dejaban de lado cuando salían a divertirse y solo lo querían por sus notas y sus trabajos bien hechos. Sus padres querían que fuera abogado pero él no tenía intención de serlo. Tenía un profesor de música que le enseñó, que era libre de escoger su destino. Él fue quien le enseñó a tocar el teclado y quien se fue hace un año a otro instituto como profesor de música.

—Qué triste que tus padres no te apoyen con lo que quieras en la vida. "Buscador de personas"—Leí. —Quiero encontrar al profesor de música que inspiro a Dong-Yul. Qué bien, no está lejos de aquí—Bajé las escaleras y me fui pero no antes sin avisar a mi tía de que ya sabía cómo animar a Dong-Yul.

CONTINUARA...