Capítulo 20 ~ Un día en el pasado.

Siento como si estuviera cayendo al vacío. Despierto de inmediato. Una confusión invade mi mente, estoy en una habitación distinta, y sin duda alguna me siento diferente. Me levanto un poco y observo todo a mi al rededor. Un cuarto color rosa. Hay un mueble con una laptop cerca de la ventana, un ropero enorme y al lado mío un tocador. Encima hay una lámpara, un libro y mi iPhone. Lo tomo de inmediato y veo la fecha. <<Viernes 15 de Mayo de 2020>>

Yo sonrió. —No puedo creerlo...—salto de la cama y abro las cortinas. Respiro el aire fresco y al mismo tiempo mi madre me llama para desayunar, se siente bien esta vida, y eso que solo es el inicio.

Una notificación llega a mi smartphone. De inmediato reviso, es Diane.

Messenger

Diane: Recuerda que tenemos una presentación el día de hoy, que no se te olvide llevar tu laptop como la última vez JAJA

Vianey: Jaja. No... no lo olvidare.

Apago la pantalla de mi iPhone y me pongo de pie. Un ligero mareo me hace que todo de vueltas. Me incorporo rápidamente y en efecto es como dijo Arely, siento algunas memorias desbloqueadas. Recuerdo claramente. Mientras estoy sentada sobre mi cama vienen recuerdos sobre días anteriores.

<<Flashback>>

Arely sonríe. —¿Estás segura, Vianey? Una vez hecho esto, no habrá marcha atrás. Belfegor pide algo a cambio. Si rompes el trato, Diane morirá—confirma mientras me observa fijamente a los ojos.

—Estoy segura. Arely, en serio lo amo. Pero el no me quiere, y eso tengo que cambiarlo... haré lo que sea por lograrlo. Una por amor firma un contrato con el demonio—río.

—¿Pero aceptar que tu mejor amiga sea el seguro? Entiendo la parte que tú pones en juego tu alma, ¿pero tú mejor amiga?—ríe. —Y la gente a mi me llama loca—hace una mueca de burla. —Y no es solo eso...

Yo me sorprendo. —¿De qué hablas?—inquiero.

Ella me lanza una mirada incrédula. —Vamos, Vianey. Soy una bruja... el chico es guapo, en efecto lo es. Pero la riqueza y nombre de la familia juega un papel importante, ¿o no?—responde y se acerca a mi mientras sostiene un libro antiguo.

Observó al horizonte. —Tal vez...

—¿Entonces? ¿Procedo?—

—¡Qué sí!—afirmó, con algo de enfado.

Ella encoge sus hombros. —Bien. Una vez completado el hechizo, será cuestión de días para que lo regrese as comiendo de la palma de tu mano, o de rodillas besándote los pies. Si rompes el hechizo y lo alejas, además de romper el amor que le tendrá cegado hacia ti, Diane estará en peligro, y tú también...—explica.

—Eso ya no importa—sonrió mientras observo sacar algunos artículos que le ayudarán en su hechizo. Imaginando mi futuro, que básicamente estoy escribiendo a mi favor.

<<Fin del flashback>>

Al mismo tiempo que divagó en el pasado, recibo múltiples mensajes de Aldair. Es mi novio.

Ignoro los mensajes, me pongo mis pantuflas y me preparo para salir de mi habitación. De reojo me veo en el espejo, doy unos pasos hacia atrás y sonrió. —Vaya que el tiempo si se nota...—murmuró antes de correr hacia la puerta.

Salgo de mi habitación. La casa sin duda alguna no es la misma, aunque la decoración del pasillo es algo similar a la de la casa del presente. No me causa sorpresa estar de nuevo ahí, en mis memorias tenía la sensación y recuerdos. Lo que me impacta es estar allí por medio del hechizo, saber que la loca de Arely puede hacer lo que quiera me causa escalofríos.

Me deslizo hacia las escaleras y bajo rápidamente. Mi madre está preparando el desayuno, y mi padre se fue hace unos minutos.

Yo camino lentamente. Observando un gran mueble que contiene copas y vasos de vidrio. Este mueble marca la separación entre la cocina y el comedor. Al igual que una barra.

—Buen día, nena—mi madre sonríe. —Por fin, es viernes...—saluda mientras cocina.

—Sí. Hoy será un buen día—comentó mientras tomó asiento y observó a mi alrededor.

Ella se acerca y me ofrece un vaso con jugo de naranja. —¿Saldrás con Diane, cierto?—me pregunta mi madre mientras sirve el desayuno.

Yo asiento. —Sí, saldré con ella—respondo mientras intento centrarme en la platica. Aún me cuesta un poco creer lo que está pasando, aunque de cierto modo "me siento en casa"

Ivanna toma asiento. —Diviértete. Antes de que te vayas te daré dinero, para que lleves contigo y puedas gastar. ¿Llegarás tarde?—inquiere mientras da un sorbo a su café y me observa.

—Gracias, mami. Y sobre sí llegaré tarde, no lo sé. Yo te avisaré de igual forma—contesto mientras empiezo a desayunar pan cakes con miel.

Ella sonríe. —Te daré llaves de la casa. Tu padre y yo saldremos a cenar y quizás volvamos algo tarde—afirma —Oye.

Y de inmediato volteo a verle. Estaba concertada mirando unas fotografías qué hay en la pared, en mi actual casa nunca las había visto.

—¿Mande?

—¿Cuando nos presentarás a tu novio? Hablas maravillas de él, desde que lo conociste no ha pasado un día en el que no hables de él... creo tu padre y yo debemos conocerlo, ¿no crees?—pregunta.