Capítulo 12

Parte 1 Raquel

Debo protegerlos, se lo prometí a sus madres; aunque no los quise preocupar, sé que lo que voy a hacer es muy peligroso, prácticamente me voy a meter en la boca del lobo, pero es la única forma de obtener respuestas y hacer que esos bandidos salgan de su escondite y poder descubrir que es lo que quieren; hace poco me entere que en el bajo mundo mágico  ofrecían recompensa a aquellos que llevaran a los que poseían la triquel en su cuerpo, descubrí además que hubieron muchos disturbios y levantamientos de delincuentes contra la población buscando presionar a sus dirigentes e infundir el miedo, la persona con la que voy a reunir es un alto dirigente de la comunidad mágica que fue amigo nuestro en la juventud, me ofreció su ayuda y además la información que tengo es muy valiosa y le dará mejor visión sobre lo que de verdad buscan estos bandidos; espero que funcione el plan que fraguamos, aunque es muy peligroso no queda mucho tiempo y debemos hacer lo necesario para que salgan de su escondite.

Prepare a Dilan con todos los recursos disponibles para que pueda defenderse y proteger a Liorna, aunque sé que ella no necesita mucha ayuda.

Espero me perdonen por lo que voy  hacer.

Parte 2 Dilan

¿Qué estará pensando hacer Raquel? Es muy extraño que de manera fortuita quisiera irse a investigar, estoy seguro que algo nos debe estar ocultando o tal vez alguna situación la presionó a ir en busca de respuestas; con lo poco que la  conozco me doy cuenta que no le gusta preocupar a las personas hasta que no se ha en última instancia.

-¿Qué piensas Dilan? Pregunto sacándome de mis cavilaciones.

-solo pienso en tu viaje tan repentino y en la situación que estamos no puedo evitar preocuparme.

-es necesario que viaje, pero no te preocupes hare todo lo que este en mis manos para ayudar a que ustedes estén a salvo y tranquilos, así podrán tener una vida relativamente normal.

-pero ¿Quién te cuida a ti Raquel?

-estaré bien, no hagas drama. Respondió con una sonrisa y acariciándome el cabello.

-bueno, creo que no tengo más opción que aceptar, pero quiero que me prometas algo.

-¿Qué? Cuestiono sorprendida.

-si necesitas algo no dudaras en avisarnos, aunque seamos jóvenes podemos ser de ayuda, y jamás nos perdonaremos si algo te pasa y no hacemos nada para impedirlo, nosotros también debemos hacer algo, es nuestro destino el que está en juego.

-que dices Dilan, se supone que los debo proteger, no los voy a llevar al lugar donde menos deben estar.

-sé que Liorna no estará tranquila, ella te ha tomado mucho cariño, no le hagas esto.

Después de unos minutos de silencio Raquel añadió.

-está bien, hagamos algo.

-¿qué? Cuestione.

-vamos a realizar un pacto mágico, este no se puede romper, si algo llegara a pasarme se activara automáticamente y enviara a tus ojos una imagen vivida de lo que yo esté viendo en el momento; dame tu mano.

Esto me tomo por sorpresa pero le di mi mano y concentrándonos, sentí como la energía empezaba a emanar, seguidamente dijo unas palabras mágicas que concluyeron con un resplandor más fuerte que produjo una herida en la palma de mi mano similar a una quemadura.

-bien, ahora estamos unidos, esta unión se puede romper cuando ambos lo deseemos, por ahora se quedara así para que estén más tranquilos.

-créeme que me dejas más tranquilo, no sabía que esto se pudiera hacer.

-deberías leer más los libros de encantamientos, no solo los de defensa son interesantes. Mencionó con una gran sonrisa.-debo ir a prepararme, trae tus cosas que en una hora me voy.

-¿por qué tan rápido?

-debo irme antes de que oscurezca. Dijo mientras salía de la habitación.

-espera, se me había olvidado preguntarte. ¿No voy a dormir  aquí o sí?

-claro, por eso te pedí que cuidaras de ella; la noche es la más peligrosa, y en la cual los seres mágicos estamos más activos.

-eso no le va a gustar a ella; seguro pondrá el grito en el cielo.

-jajajaja, seguro que lo hará, pero no le queda de otra así que lo aceptara, mejor vete a preparar que yo haré lo mismo, trae cosas para estar aproximadamente tres o cuatro días, no se te olvide pedir permiso.

-pero que le voy a decir a mi papá.

-de seguro eres bueno inventando cosas, haz tu mejor esfuerzo. Añadió dándome un golpe en el hombro mientras se retiraba.