Hechos para ser uno solo

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CHLOE MEYER

Un sábado como ahora estaría sentada en mi recamara viendo series de modelaje en FOX. Pero no, ahora con amigos se puede pasar mejor los fines semana.

—Ya chicos, quédense quietos, por favor. —les pedí sacando más tela.

—Toda tu “oficina de diseño” es mi casa entera. —admiro Lennox visualizando todo el lugar.

—Créame esto no es nada, la de su madre es más grande. —hablo Alonso siguiendo su trabajo.

Mi madre es diseñadora y la dueña más famosas de Alemania y del mundo. [German Style] esta vez le pedí que me dejara presentar uno de mis modelos en sus fabulosas pasarelas. Todos esperan mucho de mí, mi madre siempre me inculcó hacer mi propia ropa sin dejar de usar ropa de marca y diseñadores.

—Lennox, ¿Puedes ponerte este vestido?

—Ni lo sueñes, rubia. Vine aquí porque tienes las hormonas alborotadas y no aguantaba más tu llanto al pedirme venir. Vine a pasar el rato, no a ser tu modelo. —Tomo sus auriculares y se sentó. —Además creo que ese vestido queda muy bien con las piernas de Nyle y su cabello largo lo puedes peinar.

Un intento fallido por ver el cuerpo de Lennox. Quiero decir, a Audrey le hice una blusa a su medida con detalles de encaje. Quería hacerle algo a Lennox.

—Les dije que no aparecerán en el evento, solo necesito sus cuerpos.

De pronto todo se volvió risa por el comentario de doble sentido, sus miradas picaronas y risas, reinaban mi sala de diseños.

— ¡Chloe! ¿Estás en casa? —me paralicé al escuchar esa voz.

La puerta se abrió dejando ver el rostro confundido de mi padre al ver la multitud en esta.

—Lo siento si no te avisé, padre. Estaba apurada por hacer este proyecto para mañana. —le avisé abrazándolo.

— ¿Quiénes son? —me preguntó acariciando mi cabello.

—Mis amigos, te prometo que no haremos mucho ruido. —lo mire una vez más, su rostro sin reflejos a ninguna expresión.

Solo asintió, dejando la sala en completo silencio. Voltee a ver sus rostros sorprendidos de todos, no entendía porque.

— ¿Qué? —inocentemente pregunté.

— ¿Tu padre es el director de la universidad? ¿Cómo no nos dimos cuenta?

Vaya, pensé que lo sabían, apenas se acaban de enterar quien es mi madre, ahora se enteran de mi padre. Si mi padre es el director de la universidad, no solo eso, sino también de hoteles y restaurantes.

—Pensé que todos lo sabían, chicos. —habló Alonso con la misma confusión.

— ¿Tu padre es Raúl Meyer? Para comer en uno de sus restaurantes debo trabajar meses e hipotecar mí casa. —seguía tan sorprendida Lennox.

—Deja de exagerar, todos acá conocemos la historia de nuestras familias. —opino Engelbert

—No, nadie las conoce, no es que vas a todos lados presentando por tu familia y no por ti mismo. —Nyle parecía que recibía una noticia de muerte

—Bueno, mis padres son turcos, pero yo crecí siempre en Estados unidos. Son dueños de la empresa de tecnología, SucTech. —No fue un tono egocéntrico. 

Ni yo sabía eso. Sabía que sus padres tenían dinero, pero no sabía que venía de esa empresa.

— ¿Qué? No nadie sabía eso. —La sorpresa reino a Audrey.

—Oh, acabo de arruinar la sorpresa.

ALONSO GARCÍA

Chloe tiene dinero, aún no les diremos a sus padres nada, por ahora. No quiero lastimarla, yo no le puedo dar sus comodidades, la trato como lo que es, mi reina. Pero no puedo darle la mansión que ella acostumbra.

No quiero ser el malo de la historia, pero la amo tanto que sus padres nos separarán, no dejaré que eso pase, si tengo que crear una vida nueva lejos y crear mi familia, lo haré. Pero para eso necesito dinero.

—Armando. —no podía creer que llegaría hasta este punto. — ¿Puedo hablar contigo un segundo?

Éste solo me miró desde su pupitre, apuesto que le parecía tan extraño como a mí.

— ¿Qué quieres, Alonso? Estoy ocupado. —no despegaba sus ojos de sus hojas.

No había nadie en este salón, lo cual era más fácil hablar y no avergonzarme.

—Es algo personal. —capte su mirada irónica. — ¿Podrías prestarme dinero?

Ahora su atención está completa en mí, no quería hacer esto. Era tan difícil pedirle favores a alguien que me odiaba.  Su semblante cambio a uno autoritario. Lo cual me molestaba.

— ¿Mi preciado cuñado me pide dinero? ¿Teniendo de novia a una de las herederos Meyer multimillonario? —se inclinó en su silla cruzado de brazos y con una sonrisa ladina.

—Sabes que no le pediría dinero a ella para nada. —recalqué. —Necesito pagar deudas en casa, mi madre lo necesita. Te lo pare completo en un mes.

Sonaba muy estúpido al rogarle, pero si tenía que perder la dignidad por mi ojitos bellos, lo haría hasta con sus padres.

—Por ser tú. —un destello de alegría tocó mi alma. —No te lo daré, no tengo porque hacerte favores Alonso García.

Él tenía razón, el me detestaba, su familia me detestaba, después de pasar un año intentando separarnos, no lo lograron, ahora busco dinero para separarla ella de ello.

Recogí mi dignidad del piso, encaminando por donde vine, ni siquiera sabía que pensaba, tendré que trabajar tres meses más.

— ¡Te lo daré!

Su voz a mis espaldas hizo recobrar el anhelo perdido.

—Te lo prestaré si te alejas de ella. —su mirada me fulminaba como rayos láser.

No sabía si su mirada era para dar presión o para que me vaya de una vez.

—Es la quinta vez que me lo pides. Te dije que no aceptaré tu dinero. Hagamos esto como un banco, me lo prestas y te lo devuelvo.

—Si te lo pido tantas veces es porque en verdad quiero que te alejes de ella. —se levantó a mí misma posición, recostándose en una pierna.

No vine aquí, para escuchar esta platica de nuevo, me sabía todo de memoria “eres pobre” “merece alguien mejor” “ella será exitosa y tú serás su llaverito”



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En el texto hay: seduccion, amor sexo, sed de venganza

Editado: 22.03.2021

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