¿Creían que todo sería felicidad? ¿Acaso, imaginaban que el despertar de Zafiro traería la paz y prosperidad anhelada desde hace décadas en Hemantya? ¡Ilusos! Tontos soñadores que, al igual que las desdichadas almas en pena que vagaban inertes en busca de una esperanza que los instara a continuar, creyeron ver, con la reina sentada en el trono de los hombres, las tinieblas caer.
Pronto se despabilarían.
Los enemigos continuaban respirando y aunque fuera innegable que el sudor del temor corría por sus mejillas, también lo era el hecho de que no iban a rendirse sin luchar, que aquel pacto macabro, elucubrado a espaldas del mundo, al amparo de la oscuridad, estaba tan firme como una roca.
¿Pero qué hay de aquellos jóvenes forasteros que volvieron el sueño realidad? ¿Cuál es su propósito en aquellas tierras si su destino parecía estar cumplido?
Una vez más, la vida se encargará de ponerlos a prueba, llevándolos hasta el límite de sus posibilidades obligándolos a empuñar la espada para devolver a Helamantya el esplendor de antaño. Ahora, en el preciso instante en que los relojes del firmamento advierten que se acaba el tiempo; Sebastian, Nataly, Mizuki, Dakarai y Amanda deberán viajar a los confines de la tierra y enfrentar un obstáculo mucho mayor que aquellos enemigos que osaron destruirlo todo en el pasado, uno que ni siquiera imaginaban que existía: ellos mismos.
Editado: 28.09.2018