Aquella vez conocí a una chica. Una chica de cabello castaño ondulado, ojos color chocolate y piel morena. Aunque aquí, lo que importa no es su aspecto, sino quien era ella.
Si hablamos de química, especialmente de los cambios de los estados de la materia, podríamos describir su personalidad como la cristalización. Si bien, de manera figurada, ella era una chica de cristal que podía ser cálida y tierna cuando quería pero que en tan sólo pocos segundos podría endurecer su corazón como un cubo de hielo. Es una chica de cristal porque a pesar de mostrarse segura de si misma, de ser perezosa y conformista, se cerraba y le ocultaba al mundo sus verdaderas actitudes y sentimientos. Ella era frágil pero muy pocos lo notaban.
Si fueramos todos un libro abierto, créanme que esa pequeña chica, que en realidad no tiene nada de pequeño pues media 1.68; tendría escrito en su frente: "Cuidado. Fácil de romper".
Era y es muy curioso conocer cada faceta de ella. Y de la forma tan peculiar que tiene para demostrar el aprecio a otra persona. Así que si el masoquismo es lo tuyo, una amistad con ella bastaría. Pero ¿por qué masoquismo? Claro, si mencionamos los malos gestos y malos tratos hacia ti o la poca empatia con los demás, sumándole comentarios hirientes; puede ser un total martirio para la mayoría que no sepa cómo tratar con este tipo de personas. Así que, supongo que soy una sadista por aguantar todo lo anterior y seguir siendo una amiga fiel.
Está chica de cristal a pesar de estos malos comportamientos, en su interior sentía inseguridad y miedo. Inseguridad por lo que su entorno podría hacerle o herirle y miedo por no saber como actuar ante diversas situaciones que requieran un nivel de estrés totalmente alto. Supongo que es por ello que intenta alejarse de las personas y no involucrarse tanto con ellas. No quiere que su pequeño pero al mismo tiempo, grande corazón le destruyan.
Ella es maravillosa aunque ella no lo acepte, ella es impresionante aunque piense que es un fracaso y ella es enpatica pero no quiere sacarlo a la luz. Ella es fría pero en realidad es pura calidez, como lo es la cristalización y su opuesto, la sublimación.
La gente no ve lo que está detrás de ese muro de hielo que construyo. Sólo muy pocas personas se atreven a trepar por el y si son lo suficientemente suertudas, podrán conocer las llamas de la fogata tan acogedora que hay al otro lado. Ya que si escuchas palabras amables, gestos suaves y un gran aprecio hacia ti, sabrás que has logrado romper con sus demonios.
Por eso, si alguna vez te tropiezas con esta chica o con alguien igual, dale todo tu apoyo y amor, no la dejes de lado y muéstrale que para el invierno siempre habrá una primavera y un verano después.
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Editado: 15.05.2020