Cuando somos niños, nuestros padres nos ponen reglas y una de tantas es no hablar con extraños. Pero hasta el día de hoy es una de las reglas que mas he roto, y me ha gustado hacerlo porque día a día conozco a miles de extraños que se han vuelto familia.
Toda la vida, me la he pasado viajando. Muchos me dicen que es una manera de huir, yo diría que es una forma de vivir la vida. Nunca duro más de dos meses en un lugar, trato de recorrer lugares que me llevan a nuevas aventuras. A un que hoy en mi nuevo viaje todo se me ha salido de control. Miro a la chica que está enfrente de mí con una expresión de pocos amigos.
-Señorita, está usted segura – me dice. Con una mirada intensa y firme.
Maldita sea ¿Esta persona no entiende el español? Le he explicado más de diez veces que al salir del aeropuerto, un tipo con una máscara y capucha negra me arrebato mi bolsa, donde traía mi documentación.
-¡Si!-me desespero y pongo mis ojos en blanco.
Respira hondo y sonríe. Esto está matándome acaso no pueden mandar a otra persona para levantar el acta de robo. Solo puedo soportar un poco más antes de perder la poca calma que me queda.
-¿Has venido a México por negocios?- me pregunta.
Oh vamos es enserio. Sonrió.
Digamos que no, solo vengo por el turismo que es a lo que me dedico –le contesto con total naturalidad.
Me observa un momento. Sonríe como si estuviera guardando un gran secreto oh más bien como si esta situación le causara gracia. Desde hoy no me caen para nada bien la policía de México.
¿tiene amigos aquí en la ciudad?- pregunta.
¡si!, tengo una amiga – digo un poco irritada por este estúpido interrogatorio- pero a qué viene el caso si tengo amigos o no – le digo en un tono de voz un poco elevado.
La miro y puedo jurar que ha notado de lo molesta que me encuentro porque desvía su vista de la mía.
Es para que tenga donde quedarse, en lo que recuperamos sus cosa – me contesta- oh en lo que puede adquirir su documentación de nuevo – admite.
Oh vamos, está jugando con migo verdad. Tengo que salir de aquí en un mes, y por nada del mundo, me puedo quedar más tiempo para tanto papeleo. Y no quiero pedirle ayuda. Yo puedo, siempre he podido.
-Está bien, me iré y regresare mañana a ver si ya encontraron algo- le digo
Si claro, en cuanto tengamos alguna información me comunico con usted- me dice con una expresión fría.
Me pongo de pie, y me despido dándole las gracias. A un que no haya sido de mucha ayuda mi mama siempre me dijo que tenía que ser agradecida. Ahora solo me queda ir a ver a Karla a su departamento, para que me de hospedaje. Hasta que encuentren mis cosas.
Respira, Kenzi, respira profundo. Toda estará bien, solo disfruta el tiempo que estas aquí. Todo se resolverá ¿Qué más puede salir mal?