De pronto Noa mientras chismoseaba mi casa para ver alguna oportunidad de entrar a la casa, lo logro por qué por la ventana de mi habitación había una escalera y la ventana estaba abierta y él utilizó la escalera, pero fue despacio para que mi madre no sospechara nada. Noa sube las escaleras y llega a la ventana, se queda un poco observando y en silencio para que mi madre no lo viera.
De pronto, Noa ve, a mi madre en mi habitación y Noa se da cuenta de que mi madre tiene un palo y me pega y después se va, me deja tirada como un objeto.
Entonces Noa entra en la habitación, me carga con los brazos y me lleva hacia la ventana y está bajando lentamente conmigo y después me despierto, lo veo y le digo
Lucía: ¡Noa que haces aquí, te dije que te fueras!
Noa: Vine ayudarte, y a protegerte de esa bruja.
Lucía: Te lo agradezco, pero, y se te pasa algo malo por mi culpa.
Noa: No me importa, por qué te amo y nadie va a cambiar eso, ni siquiera tu madre.
Lucía: Gracias Noa.
Noa: Denada.
De pronto cuando llegaron al suelo, mi madre entra en la habitación y no me ve, se da cuenta de que la ventana está abierta y hay una escalera, ella se asoma por la ventana y mira a su hija con un chico.
Laura: (Grita) ¡Lucía ven para acá!
Los dos miran para arriba y se dan cuenta de esto.
Noa: Ella no va a volver con usted.
Laura: ¿por qué? No, Y también ¿cuál es tu problema? (Gritando).
Noa: Pues sí, mire, me atrevo, no le tengo miedo, y si es mi problema, usted, maltrata a su propia hija a las espaldas de todos y eso no lo voy a permitir, por eso estoy aquí, yo soy el príncipe que su hija ah esperado todos estos años para poder ayudarla y protegerla de usted.
En esos momentos yo y Noa salimos corriendo de mi madre, mientras escapamos de mi mamá y buscamos un lugar seguro, llegamos a la casa de Noa (el lugar seguro).
Noa: Muy bien entremos rápido antes que tu madre llegue
En ese mismo momento llega mi madre con un bate y le pega a Noa en toda la cara, yo me asusto, tenía miedo y furia al mismo tiempo, por qué veo a Noa en el suelo tirado, la sangre chorreando por toda su cara, mi madre con una sonrisa se acerca a mí me coge del brazo y me lleva a un carro, de pronto yo veo que Noa se levanta malherido pero con fuerzas.
Noa: No te la vas a llevar, mientras yo siga de pie, no te la vas a llevar
Laura: enserió, quiero que lo intentes.
En ese momento mi madre se acerca Noa y lo empuja hacia la puerta, antes de que él se desmaye, le dice esto:
Laura: saber que vas a morir lo cambia todo, por qué ya no tendrás la oportunidad de volver a verla, entonces disfruta el último aliento que te queda de vida.
Entonces laura coge a su hija del brazo y se la lleva y deja Noa tirado.
Lucía: ¡mamá suéltame!
Laura: ¡jamás, no te dejaré huir nunca más!
Lucía: por lo menos déjame despedirme de él, por favor, te lo suplico
Laura: está bien, 5 minutos
Lucía: Gracias, madre
Lucía: Noa, me escuchas
Noa: No te vayas con ella, corre, puedes huir de ella, aún
Lucía: No puedo, estoy encadenada con ella, pero yo no te voy a dejar morir, voy a tocar la puerta de tu casa y saldré corriendo al auto para que tu madre te lleve al hospital
Noa: pues yo no te voy a soltar
Lucía: no es tu decisión Noa, además esto lo hago por ti y porque te amo eres el hombre de mi vida, no sé qué haría sin ti y le doy un tierno beso en la frente
Toco la puerta y salgo corriendo
Y desde ese día, jamás, volví a ver a Noa.