Hera: La caída del sol y el rayo

Oh carajo...

—¡Detente! — grité invocando un pasaje para lograr interponerme entre Metis y Thanatos.

—¡Hera! — el grito de Zeus hizo eco en el salón. La espada de Metis atravesó mi hombro evitando que se enterrara en el pecho de mi padre. La furia me albergó y de un puñetazo limpio hice atravesar a Metis por la pared.

En un pestañeo Thanatos desapareció y apareció estrellando a Zeus de un puñetazo contra la pared. Ahogué un grito y me puse de pie sosteniendo mi sangrante y adolorido hombro.

—¡Estoy harto de ti! — Thanatos gritó. Zeus se calcinó en ira y se abalanzó hacía mi padre devolviéndole el puñetazo partiéndole el labio.

Tal descuido hizo que no me percatara que Metis se acercó dándome un puñetazo directo a la nariz, vi absolutamente todos los colores del mundo ante el dolor, pero mi ira era mucho más que cualquier cosa. Le halé del cabello lanzándole al suelo donde di repetidos puñetazos en su rostro.

Rayos resonaban con violencia sobre el cielo, pero nuestros gritos de lucha eran mucho más ruidosos. Metis invocó su espada y con el mango de esta dio directo en mi sien mareándome. Me dio un puñetazo directo a mi ojo.

Vi pasar a mi padre con Zeus del cuello hasta que se estrellaron en la pared.

—¡Basta de una maldita vez! — grité tomando del cuello a Metis —¡Nunca te atrevas a tocar a mi padre! — le dejé inconsciente por la falta de aire. A este punto mi hombro había manchado por completo mi vestido. Caminé hasta ellos

—¿Qué mierda sucede contigo? — Zeus gritó —¡¿Acaso te has vuelto loco?! — lanzó su protector de antebrazo, Thanatos lo esquivó agachándose con rapidez permitiendo que el protector me diese a mi directamente en la frente. Caí de espaldas al suelo sintiendo un hilo tibio deslizarse de mi frente.

Zeus y Thanatos se acercaron preocupados quienes se arrodillaron a mi lado.

—Mi amor lo siento tanto— Zeus dijo con aflicción más yo no hacía más que solo ver el techo del lugar.

—No le digas así o voy a arrancarte la cabeza— Thanatos alzó mi cabeza poniéndola sobre su regazo.

—¿Cómo es que llegamos a esto? — mascullé viendo el ojo morado de Thanatos y su labio abierto. Llevé mi mirada a Zeus y tenía el labio roto al igual que su ceja y en su rostro se repartían varios moretones. Ambos tenían el cabello alborotado.

—¡Pero que mierda! — escuchamos el grito de Poseidón

—¿Qué carajos ha sucedido? — ese era Hades.

—Nos perdemos en este maldito lugar ¿y ustedes hacen esto? — Hypnos, supongo que Moro estaba con él. ¡Que humillación!  

Los cuatro se acercaron a nosotros observándonos horrorizados. Me senté tocando la cortada de mi frente de la cual corría un hilo de sangre.

—Creo que esto ha terminado— me puse de pie tambaleándome a lo que Hades me sostuvo. Thanatos y Zeus se pusieron de pie —¿Puedes llevarme con mamá? — le pregunté a Thanatos.

—¿De qué mierda hablas? ¿A dónde crees que vas? ¡Necesito una maldita explicación! — Zeus gritó —Primero viene tu padre demente a atacarme ¿y ahora te vas? ¿Qué mierda acaba de suceder? — tomó mis hombros sacándome un grito de dolor.

—¡No la toques! — Thanatos gritó invocando su guadaña a lo que Zeus activó el rayo.

—¡No te atrevas a alzarle ningún arma a mi padre! — grité empujando a Zeus —¡¿Porque no vas a ver si tu amada Metis sigue con vida?! — Zeus frunció el entrecejo.

—¿Acaso ella es la causante de todo esto? — gritó —¿Ahora que mierda hice? — apretó los dientes.

—¡Llévame con mi madre ahora! — le grité a mi padre.

—¡No! Tu no vas a ningún lado— el lugar tembló ante el grito de Zeus.

El silencio se hizo en el lugar donde solo se escuchaban las respiraciones pesadas de Thanatos, Zeus y mía. Volteé embravecida hacía los demás quienes nos veían boquiabiertos ante la situación.

—¿Y ustedes qué? — grité.

—Creo que deberíamos de calmarnos— Poseidón se acercó.

—¿Calmarme? — grité —¿Me estas pidiendo que me calme? — le empuje.

—¡Eres una maldita demente! — Zeus gritó. Me di la vuelta despacio y él dio un paso hacia atrás.

Corrí hacía él queriéndole dar un puñetazo, pero detuvo mi muñeca tomando mi cuello con la otra.

—No te atrevas— Thanatos se abalanzó dándose de golpes con Zeus una vez más. Me prendí de la espalda de Zeus halándole el cabello. Se volvió un escándalo completo tratando de separarnos. Hasta que Hades enfureció.

—¡Poseidón enciérrales! — gritó embravecido.

—P-pero— Poseidón dudó.

—¡Ahora! —.

Las burbujas de Poseidón envolvieron nuestros cuerpos encerrándonos en ellas.

—¡Sácame de aquí! — grité y un chorrito de sangre salió disparado de mi frente manchando la burbuja.

—Hera— Thanatos y Zeus dijeron al unísono.

Comencé a marearme hasta que caí sentada. Ya era demasiada sangre la que estaba perdiendo.

—Hypnos ve por icor— Hades ordenó e Hypnos asintió yéndose mientras era seguido por Moro.



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En el texto hay: trianglo amoroso, drama, amor

Editado: 15.12.2020

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