Herederos por Contrato

Capítulo II

“Hemos de estar siempre preparados para las sorpresas del tiempo”

Paulo Coelho

***

Hugo, Videl y yo chocamos nuestros shot al mismo tiempo ocasionando que estos terminen por derramarse un poco entre nuestros dedos, apenas brindamos por decima por nuestro nuevo comienzo cuando nos tomamos de un solo trago la bebida llamada “bomba” la cual ocasiono que pronto mi garganta empezará a arder y terminará por apretar mis ojos ante el inconfundible sabor del tequila en conjunto con tabasco, pimiento y absenta.

Hugo dejo ir un sonido satisfactorio hasta que su rostro se puso colorado, eso sin decir que, Videl empezó a morder un limón para poder saborear más el sabor de la bebida. Me a recosté en mi asiento para luego ver por todo el bar el cual no se encuentra con mucha clientela ya que aproximadamente con el suceso de la pandemia, la mayor parte de los locales han tenido que limitar a los clientes para que no haya un próximo contagio.

—No hay nada mejor que un buen shot en un lunes por la noche sin preocupaciones —Hugo se relaja en su silla mientras disfruta del ambiente.

—Necesitaremos más shots para celebrar —levanté las manos.

—Deberíamos probar todos los shots —dice Videl leyendo el menú.

—No saldremos sobrios del bar si es lo que deseas —le dije bromeando.

—Bueno, hay que disfrutar, la vida es única y no siempre te alegras porque te hayan despedido de un trabajo del que te explotaban. —Se sincero.

—Es cierto, necesitaré más de diez shots para entender como no me fui de la empresa cuando empezaron a bajarme el salario y no pagarme mis horas extras —Hugo parecía arrepentirse.

—Yo intenté y vieron lo mal que me fue. —Dije protestando.

—Carácter y ganas no te faltaban para irte, lo que necesitabas eran pruebas y no haber tenido que poner en tu curriculum el número del señor Brandão en tus referencias laborales. —Me reprendió Hugo.

—Lo sé, pero no tenía muchas alternativas, ustedes saben que debía de ponerlo —me excuse.

—Pero podías haber puesto mi número y aparentar que era él —dijo con seguridad.

—No… En verdad, no quiero meterme en problemas… —me interrumpió.

—Quien te metió en problemas fue él en haberle dicho a todas esas llamadas para confirmar tus referencias que no eras una trabajadora lucra y con ética. —Bufé.

Agarro el siguiente shot para alzarlo y hacer un brindis por mi estupidez antes de tragarme por completo la bebida ocasionando nuevamente el mismo gesto en mi cara. De por sí, pude haberme evitado esos disgustantes comentarios si en vez de poner de referencia laboral a mi ex jefe hubiera llegado a poner al gerente de departamento, aunque tampoco eso no hubiera sido mucho de ayuda cuando una vez escuché como el señor Duarte le decía a Nicodemo que no contestará ninguna de mis llamadas de referencia, y que si lo hacía tenía dos opciones, una hablar mal de mí o la otra, ignorar que yo hubiese trabajado en el departamento de diseño para la fábrica Mobília Real.

—Vuelve a intentar, quizás en esta ocasión olviden tus referencias laborales y puedan darte una nueva oportunidad —sugiere Videl.

—El problema es que lo intente hace un par de meses, y está semana estuve buscando nuevamente alguna vacante y no hay para diseñadores de mobiliario. —Dije decepcionada.

Molesta vuelvo a agarrar el décimo shot para tomármelo de una sola vez antes que Hugo y Videl me detengan al darse cuenta que me los estoy tomando muy rápido; realmente sé que encontraré un trabajo, el problema es que no sé en qué momento a no ser que tenga que moverme de expertise para intentar algo nuevo donde quizás pueda que funcione o simplemente fracase, aunque con la iniciativa que a veces me tomo con nuevas cosas para aprender, es probable que no me traería ningún problema.

—Yo te recomiendo que mejor te busques otra área en que emplear tu carrera, realmente eres una excelente diseñadora por lo que otras industrias no tardarían en contratarte. —Hugo sigue brindándome apoyo.

—Eso es cierto, lo malo fue que Mobília Real no supo sacar provecho a tu talento magistral, y tienes razón en no querer volver a trabajar con ellos luego de todo por lo que pasaste. —Mientras tanto Videl, manifestó su comprensión hacía mí.

Me tomaría el décimo primer shot pero en sí, las palabras de mis amigos no tienen nada que ver con desgracias que me han pasado, así que no tiene sentido tomarlo cuando están destacando fuertemente mi habilidad de la que sé utilizar desde que era una niña. Aun así, aunque la haya moldeado gracias a mi padre y mi carrera universitaria, parece que desafortunadamente mi trabajo no cumplió con esas expectativas que quería dentro de una fábrica en donde se diseña y elabora mobiliario.

—Debo de proponerme a buscar un nuevo trabajo, de por sí, mi familia sigue necesitando de mí y eso significa que un día que no trabaje es un día perdido sin dinero. —Digo derrotada.

Suelto un suspiro antes de sentir la garganta fría y ardiente con los diez shots que me tome casi de seguido en cada brindis cualquiera que hiciéramos; aunque lo peor fue que ni siquiera vi el momento en que inconscientemente por mi propia tristeza de no haber salido adelante con un buen trabajo soñado y ahora un despido del que es poco probable que reciba una indemnización, agarre el décimo primer shot para tomármelo y golpear el pequeño vasito entre la mesa.




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