Capítulo 4

Él.

Él era un chico que para otras personas podía tener muchas imperfecciones, pero para ella, para ella cada uno de sus defectos lo hacían perfecto, a sus ojos él era ese sueño que nunca supo que tenía hasta que apareció.

Desde el primer momento hubo algo...ese algo que al paso de los días crecía muy rápido. Ella se vió esperando sus mensajes. Sonriéndole al teléfono en ocasiones.

Tuvo miedo, mucho miedo. Se había pasado mucho tiempo encerrada en ella y de un día para otro llega este chavo haciendo todo más difícil, o eso pensaba ella. 

Al inicio quiso alejarse, olvidar todo y hacer como si nunca pasó, pero ya era demasiado tarde para ello porque ya ese chico le gustaba.

Esperaba con ansias que llegara la noche para así poder hablar, esas conversaciones tan simples pero tan significativas. Así aprendimos a conocernos, a conocer cada detalle que quizás ni nosotros conocíamos. 

El tiempo pasaba y con ello el sentimiento aumentaba. Poco a poco traspasó cada barrera que con tanto trabajo me había empeñado en construir, derrumbó todas las murallas por más alta que esta estuviera. 

Tarde me di cuenta que el chico no me gustaba, yo estaba enamorada de él y eso me aterró aún más. No supe como reaccionar, qué hacer o cómo lidiar con aquella situación. No sabía lo que él sentía y yo no me animaba a hablarle de aquello.

Poco a poco las palabras empezaron a sobrar, no había necesidad de nada porque ya se sabía todo. Ambos nos enamoramos. Pero ninguno tenía la valentía de admitirlo.