《Fantasía》

Cap 8

Emperador

Después de decirle a mi abuela a donde me dirijo, empiezo a caminar para encontrarme con mi mejor amigo, me detengo al verlo parado en una mesa coqueteando con una chica, sonrío al parecer él no cambia. Creo que no es buen momento para saludarlo, así que me doy la vuelta para irme, pero su voz hace que me detenga.

Puedo notar los tragos que tiene encima, su aspecto me lo dice, no tiene saco ni corbata, solo la camisa blanca desabrochada de los primeros botones, al parecer alguien la esta pasando demasiado bien.

Marcus es mi mejor amigo desde los doce años, es alto, cabello rizado y negro, ojos azules que vuelven locas a todas, según él, aunque sigo dudando ya que nunca lo he visto en una relación seria.

―¡Amigo! ―se acerca a mí y me da un corto abrazo ―la boda es realmente increíble y yo que no quería venir.

―Te lo dije ―pasa su brazo por mi hombro y me lleva hasta su mesa.

―Les presento al soltero más cotizado ―les dice a las chicas que están sentadas y ellas me sonríen de manera coqueta ―después de mi, claro ―ellas ríen.

―Ex soltero ―dice una voz detrás de nosotros.

—Si regresó contigo no cuenta —le responde con una sonrisa que no puede ocultar.

—Siempre con tus bromitas de mal gusto —él le guiña el ojo como respuesta —me vas a decir que tu mejor amigo no te ha hablado de la chica con la que lleva poco más de un año de relación —él me mira desconcertado y ella sonríe —al parecer no son tan buenos amigos como crees —lo que acaba de decir es con toda la intención de hacerlo sentir mal, lo que significa que esto se va a poner interesante.

―Claro que lo sé ―dice con bastante seguridad ―solo pensé que lo querías mantenerlo en privado ―me mira y sonrío ―eso me dijiste, ¿lo recuerdas? ―asiento, Marcus no va dejar que Eira tenga razón en algo, la detesta ―¿Por qué ella lo sabe? se supone que solo unos cuantos lo sabíamos.

―La abuela le dijo cuando nos vio llegar ―respondo para que este al tanto de como pasaron las cosas y Eira no descubra que él no sabe nada.

―¿Tú lo sabías? ―pregunta sorprendida.

―Por supuesto que sí ―miente con demasiada seguridad ―es mi mejor amigo y lo sé todo.

―¿Por qué no vamos a verla? ―una parte de ella sigue sin creer que mi noviazgo es real —apuesto a que conoces a la novia de tu mejor amigo.

―En persona no hemos tenido el gusto de conocernos, pero como siempre me habla de ella creo que hasta ya la conozco.

—¿Hablas mucho de ella?

—Te respondo yo —mi amigo se adelante a contestar la pregunta que claramente era para mí —habla de ella todo el tiempo, que si a ella le gusta eso, que si ella es alérgica a eso, que si a ella le gusta este lugar, que si a ella le gustan las flores, que si ella.. todo el tiempo es ella —Eira me mira un poco nostalgica y agacha su mirada por unos segundos.

—Ya que están todos aqui, ¿por qué no aprovechas para presentarlos formalmente? Es importante que tu novia y tu mejor amigo se conozcan, ¿no crees?

—Yo encantado —responde Marcus.

―Vamos entonces para que la conozcas ―asiente y empezamos a caminar pero nos detenemos porque Dania empieza a hablar con Eira ―me permiten.

―Claro ―me sonrie y se va con Dania un momento —¿Es en serio que le seguiste el juego a Eira?

—La culpa es tuya por no ponerme al tanto de nada, además sabes que no voy a dejar que se salga con la suya. ¿Quién es ella?

—Se llama Renata Symanski.

—¿Symanski? ¿A caso no es...?

—Sí, pero no hay tiempo de eso, han pasado muchas cosas que no te he contado, así que tú no sabes nada de ella, ¿está claro?

—Si.

―¿Vamos? ―Eira se acerca de nuevo a nosotros y caminamos detrás de ella, hasta que suena el celular de Marcus.

—Es importante, en un momento los alcanzo —se aleja de nosotros y Eira no continúa caminando.

―¿Qué pasa? ―se acerca hasta donde yo estoy.

―No pensé que le tuvieras tanta confianza a tu noviecita ―estoy confundido, no tengo la menor idea de que me habla y ni siquiera porque lo dice en ese tono ―ya para darle acceso a tu celular debes estar loco ―ahora sé de que habla ―conmigo no hiciste eso cuando eramos novios y ahora resulta que ella tiene acceso a todo.

―¿Qué te puedo decir? ―me encojo de hombros —el amor —dejo salir un suspiro, lo que le molesta, así que comienza a caminar hacia la mesa.

―Volví ―tomo asiento y veo a mi abuela y a Renata tomándose fotos con mi celular, ahí es donde entiendo como es que se dio cuenta Eira —tengo que decirte algo —le susurro discretamente.

—¿Qué pasa?

―¿Cómo están? ―pregunta Marcus con los brazos extendidos ―usted cada que la veo más joven ―le dice a mi abuela, toma su mano y la besa ―no cabe duda que el tiempo no pasa por usted.

—Ay hijo que cosas dices.

—Solo la verdad.

—Renata te presento a Marcus es mi mejor amigo —él se acerca y la saluda, pero ella está confundida.

—Ya era hora de conocernos formalmente —asiente sin saber muy bien que hacer —me ha hablado mucho de ti, aunque eres mas linda de como lo recordaba.

—¿Recordabas? —pregunta ella confundida, Marcus me mira y se aclara la garganta.

—Me refiero a cuando él habla sobre lo hermosa que eres.

El mesero trae una botella de whisky y nos empieza a servir, Eira toma de un solo trago la cantidad que le sirvieron y pide que le sirvan otro trago.

―¿Y tú no piensas beber? ―le pregunta a Renata ―o déjame adivinar, ¿eres una santita?

—Si bebo o no, no es algo que deba importarte, enfocate en ti.

Eira termina por tomarse sola casi toda la botella, luego de un rato el mesero trae las copas con champagne para brindar por los novios, después de decir unas palabras brindamos.

A medida que pasa el tiempo la fiesta va subiendo de nivel, casi todas las personas ya están ebrias, Renata apenas va comenzando, lo cual me preocupa, si estando en sus cinco sentidos se avienta de un auto en movimiento, no me quiero ni imaginar lo que puede hacer estando borracha.