Héroe Dimensional

Capítulo 2: Sacrificio por un bien mayor

Al atravesar el portal aparezco del otro lado sin poder ver nada, estaba completamente aturdido. Cuando por fin recupero la visión había muchas personas mirándome aterradas. Explore el lugar con la vista y definitivamente no estaba en mi realidad. Todo se veía más medieval, carruajes, caballeros e incluso había un castillo. ―Al fin ha llegado el héroe de la profecía― Grita de momento una anciana que ―se encontraba en el suelo. ― ¿Qué? No, yo no soy ningún héroe ¿Quién me hablaba por el anillo? ― Pregunto alzando la voz y con enojo. No me gusta enojarme pero en esa situación no estaba pensando claramente.― Fui yo quien te llamo, gaste toda mi energía rompiendo el sello y abriendo la puerta― Me habla una chica la cual no mentía ya que su voz es la misma que la que me hablaba a través del anillo.― No me interesa ¿Dónde está mi mascota?― Pregunto aún más enojado, cuando miro a mi alrededor veo a todos los ciudadanos asustados, pero no me interesaba, solo quería recuperar a Tobi y volver, pero por la cara de la chica algo no estaba bien.
―Si te refieres a ese pequeño animalito...―Noto tristeza en su voz, ella cierra los ojos, se agacha y lágrimas comienzan a recorrer por sus mejillas― Para romper el sello tuve que liberar su energía...la cual desintegra todo lo que toca...de verdad lo siento― La chica rompe en llanto mientras la observo con la mirada perdida. Sentía un gran dolor en el pecho y sin darme cuenta también comienzo a llorar. ― Por favor, devuélveme a casa― Le suplico entre lágrimas, él no se merecía esto. ― Lo siento, pero no puedo hacerlo, solo hay dos formas de volver a tu mundo, por el anillo o derrotando al Mal Renacido― Escuchando esto comienzo a buscar el anillo, pero no lo encuentro. ― ¿Derrotar? No se pelear, no puedo hacerlo― La chica se levanta del suelo y se acerca hasta estar a escasos centímetros de mi rostro. ― Por favor, no te muevas― Diciendo esto comienza a susurrar cosas que no entiendo.
Luego de unos segundos su cuerpo comienza a brillar y esta retrocede asustada. ― No sé si es bueno o malo, pero tienes un aura muy destructiva― ¿Aura? Habla como si estuviera en un videojuego. ― Primero ¿Cómo te llamas? Y ¿Dónde estoy?― Le pregunto a un confuso sin dejar de observar su cabello completamente blanco ya que no es normal, al menos no en mi mundo.― Perdón, donde están ,es modales, soy Johana y estas en la ciudad de Valheim― Su nombre es normal, pero este ambiente me da mala espina― Como habrás escuchado, eres el héroe de la profecía, cada mil años aparece el Mal Renacido, el cual intenta destruir las dos dimensiones y así crear una suya, fue contenido 4 milenios, pero esta vez es más poderoso― Ya es mala suerte que me toque a mí en este milenio.― Y supongo que yo tengo que destruirlo y así evitar el desastre ¿Verdad?― Interrumpo la explicación de Johana la cual asiente tras mi pregunta.
―Pero yo no sé pelear ¿Cómo luchare con alguien que tiene el poder de destruir dos dimensiones juntas?― Le pregunto ya que es clave para esta situación además de que es lo que cualquier persona sensata haría.―Deberás cumplir 12 misiones, pero no puedes tardar, aquí el tiempo avanza más rápido que en tu mundo, así que calculando, en 20 días estaremos perdidos― Solo 20 días para cumplir esas misiones, debo centrarme.― Bien ¿Qué debo hacer primero?― Pregunto dando el paso hacia mi destino.― Primero debes ir al castillo, allí el mago real liberara tu lazo interior para que uses tu poder― No sé qué era peor, saber que iba hacia una muerte segura o que me emocionara la situación.― Pues vamos al castillo y terminemos con todo esto― Le digo mientras camino hacia el castillo. Valheim es bonito, como si estuviera en una historia de fantasía. En el camino hablamos sobre temas banales, los tipos de magia, las criaturas y el mal renacido, aunque de esto último no me habla mucho.
Luego de varios minutos llegamos a las puertas del castillo, donde los guardias nos dejan pasar sin hacernos preguntas. ― Creo que deberían tener más seguridad― Johana no dice nada acerca de mi comentario, simplemente me guía por los pasillos del enorme edificio. Al pasar por varias habitaciones llegamos a la sala del trono donde se encontraba el rey, un viejo con una gran barba y en cada lado de la alfombra una fila de caballeros con armaduras.― Así que tú eres el héroes de esta generación, eres mucho más joven que los 4 héroes anteriores― No sé si sentirme alagado o aterrado― No tenemos tiempo, soy el rey Golar y este es el mago más fuerte de Valheim, Rankor― Estos si tienen unos nombres muy raros― Rankor procede a deshacer su lazo― Este siguiendo las órdenes se acerca hacia mí y pone su mano en frente.
Al igual que Johana comienza a susurrar, pero esto comienza a provocarme un gran dolor en el pecho que hace que me arrodille. Cuando miro a mi alrededor todo comienza a temblar mientras que el dolor aumenta cada vez más. De momento el mago retira su mano rápidamente la cual está más delgada que antes, como si hubiese estado a punto de desaparecer. ― No puede ser, tiene el poder de la destrucción― No sabía lo que significaba, pero al escuchar las voces de todos en la sala susurrando no era nada bueno. ― Te explico Henry, en el principio de los tiempos existieron dos dioses, uno de la creación y el otro dios de la destrucción. El de la creación creo las dimensiones y el tiempo, mientras que el de la destrucción solo traía enfermedades y desastres, se dice que aquel descendiente de ese dios está condenado a ser arrastrado por la oscuridad o ser consumido por su poder destructivo― Me explica Johana con muchísima calma, mientras que yo me pongo aún más nervioso.
―No destruí tu lazo para que tengas más tiempo y un poco más de probabilidades de dominar ese poder, aunque aún son muy bajas―Continua la explicación Rankor. ― Como la Princesa te habrá explicado debes cumplir 12 misiones, cada cual más difícil que la anterior, si las superas todas antes de los 20 días, tendrás probabilidades de acabar con ese miserable de una vez por todas― ¿Princesa? Claro, por eso los guardias le permitieron entrar.― Díganme cual es mi primera misión, no podemos perder tiempo―Apresuro al rey, cuanto antes termine todo eso más rápido podre volver a mi vida normal.― Tu primera misión es de infiltración, deberás entrar en el palacio del norte, roba el anillo mágico que hay en él y asesina al rey, luego regresa para tu próxima misión, aquí tienes un mapa, luego nuestros espías te darán una daga y te indicaran que debes hacer, por ahora ve a tu habitación y descansas, sales mañana por la mañana― Me ordena el rey y asiento decidido.
Camino hacia la habitación la cual quedaba al final del largo pasillo, mientras pienso en que nunca me había infiltrado en un lugar y que nunca había asesinado o robado a alguien. Al llegar a mi habitación, la cual luce como la típica habitación medieval que tiene un castillo, comienzo a quitarme la camiseta para dormir cuando siento una presencia detrás de mí. Me giro poniéndome en posición de combate ya que estuve practicando karate desde los 14 años. Cuando miro hacia abajo, me encuentro a una mujer enmascarada que se arrodilla ante mi.― ¿Quién eres y que haces aquí?― Le pregunto sin quitarle la vista de encima ya que parece tener algo en el bolsillo.― Veo que domina bastante bien la detección joven héroe, soy uno de los espías del rey, vengo para hacerle entrega del mapa y de la daga, las instrucciones son las siguientes― Saca el mapa y la daga la cual está fusionada con un raro mecanismo.―¿Qué debo hacer?― Le pregunto decidido ya que este era mi destino.
―Antes del amanecer debes estar en el punto donde marca el mapa, el rey estará pasando con sus escoltas y la iglesia para calmar a su pueblo, ahí aprovecharas para asesinar a uno de los oradores, vestir su túnica e infiltrarte, luego busca el momento perfecto para asesinarlo, no puede haber testigos, todo aquel que te vea ejecutando el plan asesínalo― Debo tener cuidado, no me gusta la idea de estar acabando con todo el que se interponga. Me giro para poner las cosas sobre una pequeña mesita y al volverme a girar ella ya no estaba.
Voy hacia la bañera para bañarme y me acuesto a dormir. Al cabo de varias horas me despierto, al mirar por la ventana noto claramente que aún falta para el amanecer. Me visto con la ropa que me dejo el rey ya que no podía llamar la atención. Agarro mis cosas, monto el caballo que estaba preparado para mí y me dirijo hacia la ciudad donde se encontraba el punto. Al principio me costó, pero finalmente agarré el truco y continué avanzando rápidamente. Luego de muchos minutos cabalgando llego al lugar antes de que saliera el sol, me posiciono en la ruta de los oradores y espero pacientemente mientras me equipo la daga, al parecer esta funciona cuando los dedos presionan un botón que hacen que la hoja salga silenciosa pero rápidamente.
Después de un rato el sol comienza a verse en el horizonte, las personas poco a poco comenzaron a concentrarse en la ruta dándome oportunidad de mezclarme con ellos. Pasados unos minutos comienza a ser visible la guardia real. Yo me muevo entre las personas buscando a los oradores los cuales están detrás del rey y nadie se fija en ellos. Los encuentro y fijo mi vista en uno que va pegado a un callejón. Corro sigilosamente entre la multitud y empujo al orador hacia uno de esos callejones, donde le tapo la boca y le apuñalo el cuello, pero al ver que sufre le apuñalo l corazón matándolo instantáneamente.
Rezo por él y rápidamente limpio la sangre que quedo en la daga y en mi cuerpo y visto la túnica de mi víctima. Me apresuro y logro alcanzar a los demás. Al llegar noto que el rey gira su cabeza y me observa, pero por un corto periodo de tiempo ya que se voltea de nuevo para saludar a sus súbditos. Por un segundo pensé que todo estaba perdido, pero estaba equivocado. Nos desplazamos por toda la ciudad hacia el castillo, en el camino muchas personas aclamaban su nombre y parecía buena persona, pero a veces hasta el animal más indefenso puede matarte, así que no lo pensé mucho.
Al llegar al castillo, la caravana se disuelve, yo al ser el último consigo ocultarme entre las sombras y comienzo a explorar el castillo. Entro en una habitación y comienzo a buscar ropa para cambiarme e infiltrarme entre la realeza. Para mi suerte logro encontrar ropa de algún noble, me cambio y salgo rápidamente del lugar. Mientras caminaba buscando la sala del trono, alguien agarra mi hombro por detrás de mi. ― ¿Puedo saber quién es usted? ― Me giro y detrás de mi estaba el rey, tenía que hacer algo o toda la misión terminaría. ― Soy un extranjero, noble de tierras lejanas, tenía por entendido que usted es el mejor rey que se puede encontrar en muchos reinos, así que quería hacerle una visita y proponerle un trato― Mi voz se escuchaba firme y serena, pero por dentro estaba aterrado. El hombre que estaba frente a mí me mira fijamente y comienza a reír.
―Me gusta tu mirada, y según veo tu aura es muy fuerte, aunque desconozco que atributo es ¿Puedo saber su nombre amable caballero? ― Me pregunta con educación y extendiendo su mano como saludo. ― Soy Henry ¿Y usted? ― Agarro su mano aceptando el saludo y le sonrió. ― Edward, y por favor hijo, hablemos de tú a tú, adelante, estás en tu casa, en la noche tendremos una gran cena junto a mi hija, por ahora me retiro que tengo asuntos importantes― Me dice mientras camina y desaparece entre los pasillos. Doy media vuelta y comienzo a explorar el área, observando posibles rutas de escape.
Salgo del castillo y camino por sus alrededores. Cuando llego al jardín hay una chica que está mirando la fuente y las bellas plantas. Era mi oportunidad de tener a alguien dentro del castillo que me ayude sin saberlo. ― Hola que tal ¿Vives aquí?― Le pregunto mirándola fijamente.― Si, soy la princesa Violet ¿Y tú quién eres?― Bien, es la princesa, si la logro engañar todo será más fácil.― Henry, un humilde noble que viene con la misión de hablar con el rey, el cual me acepto como su invitado, por cierto no sabía que eras una princesa, al verte pensé que eras parte de estas bellas flores― La chica ríe apenada tras mi comentario, todo estaba saliendo bien― ¿Podrías darme un recorrido por el castillo?― Si acepta ya tendré la mitad de la batalla ganada.
―Si por supuesto, sígueme― Perfecto, todo salió como esperaba. Comenzamos a caminar todo el castillo mientras hablamos de diferentes temas. No me gusta nada de lo que estoy haciendo, pero es necesario para salvar a las dimensiones. Luego de caminar y encontrar muchas rutas de escape nos dirigimos a la zona que más me interesaba, la bóveda de los tesoros.― Aquí guardamos las reliquias que nos han precedido de generación en generación y la más importante es esta― Nos adentramos un poco más y nos detenemos frente a un pedestal donde está lo que vine a buscar― Este anillo perteneció a mi tátara abuelo, no sabemos para qué es su uso así que lo guardamos como una reliquia familiar― Examino el anillo y la habitación, la cual su única entrada y salida es la puerta principal.― ¿Y aquí hay mucha seguridad? Porque todo esto es muy valioso y sería una desgracia que alguien lo robara― Pregunto inocentemente sin mostrar otras intenciones. 
―Sí, dos guardias vigilan las puertas todo el tiempo, nadie puede entrar o salir sin que se entere mi padre― Asiento y continuamos con el recorrido el cual dura todo el día hasta la noche. Nos separamos para darnos un baño en nuestras respectivas habitaciones. Luego de ducharme intento hacer algún hechizo. Estiro mi brazo hacia un pequeño candelabro que había cerca, me concentro sintiendo como una gran energía recorre mi cuerpo, luego de unos segundos este se desintegra y desaparece completamente sin dejar rastro. ― Bien, esto puede servirme― Me digo a mi mismo mientras me dirijo hacia el lugar de la cena.
Al llegar me encuentro con una gran mesa llena de comida, varios sirvientes, a Edward y Violet los cuales me esperaban. Al llegar comenzamos a hablar de cosas sin importancia por mucho tiempo. ― Ahora regreso, iré a mi habitación un momento―Esta era mi oportunidad, no podía dejarla escapar. ― Violet yo también regreso ahora, voy a salir a tomar el aire, no me siento bien― Me levanto y hago como que voy al jardín, pero al salir de la vista de Violet comienzo a caminar detrás del rey hasta que entra en una habitación. Detrás entro yo y al fin lo tengo acorralado.― Así que en verdad tus intensiones no son buenas, lo note al sentir el aura maligno que hay en ti― Me iba a doler lo que estaba a punto de hacer, pero era necesario.― Créeme que no quiero hacer esto, pero es necesario para acabar con el Mal― Al decir esto el hombre sonríe.― Así que eres el héroe de la leyenda, pues te diré algo, no todas las personas son buenas, hasta las flores más bellas tienen espinas― Cuando termina de hablar rápidamente lo apuñalo terminando con su vida. Concentro otra vez mi poder y logro desintegrar el cadáver sin dejar rastro.
Salgo y corro hacia la bóveda donde estaban los dos guardias. A uno lo neutralizo usando técnicas de karate avanzadas y al otro le apuñalo el cuello. Los desintegro a ambos y entro en la bóveda. Cuando al fin tengo el anillo en mi poder aparecer Violet la cual se queda petrificada al verme ensangrentado. ― No ¿Qué haces aquí? No tenías que haberme visto― Le digo mientras mis lágrimas comienzan a brotar, no quería matarla. ― Henry ¿Qué hicimos nosotros para merecer esto? ― Me pregunta mientras se arrodilla y comienza a llorar. Sin decir ni una palabra ni mirarla ya que yo también estaba llorando le hago un gran corte en el cuello y me marcho mientras que ella se desangra.
Corro rápidamente hacia los establos esquivando a los guardias y sirvientes que corrían desesperados. Al llegar preparo al mejor de los caballos, pongo rumbo hacia el bosque que había cerca. Había cumplido mi misión con éxito, tenía el anillo y Edward estaba muerto, sin embargo, no lo sentía como una victoria, más bien me sentía sucio y asqueado de mí mismo por asesinar a una buena familia, pero era un sacrificio por un bien mayor.



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En el texto hay: magia, muerte, no hay clichés.

Editado: 06.07.2022

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