Hey Karrie

¡Hey!

¡Por fin sábado! Lo amo, digo, es el día en que paro vaga, me doy de ves en cuando mi esnifes, paso mi día con mi amigo con derecho y pues doy mis carreras de ves en cuando, pero como siempre la menstruación me ama (Creanme que tengo una cara de matar sinicamente a alguien)  pues tendré que quedarme tranquila, algo que no logro, en esto voy a ver mi reserva para pasar estos días....

• Pizza, hay...
• Luz y netflix hay...
• Cama y aire cómodos hay....
• Mis pampels bien chidoris para no marcharme no hay...

¿Espera que?

Oh no, a tener que comprar, podía mandar a comprar a mi padre pero vamos, aun soy mujer ¿no? Voy de mala gana a comprar mi paquete y extra paquete para mejor reserva.

Voy con mis shots y mi camisa bien entallada (Antes muerta que pendeja) a la farmacia, de paso y compro nutella y Hersheys.

Pase por una pizzería, la tentación era mucha, pero el dinero poco ¡Dios que mal!

Fui a la farmacia, compre lo que "era necesario" y vi las pizzas otra vez, me aleje de ahí para no comprar hasta que....

—¡Hey Karrie!

Frizada, modo Hielo o lo que sea, esa voz me es conocida... ¿Seth?

Me volteo y si, miren que regalito nos dio la suerte, al fin alguien para matar.

—Hey Karrie no me respondiste lo de ayer, perdón hacerte sentir incomoda, soy Seth, trabajo aquí por si la pregunta de como tengo esta ropa, y bueno, dime de ti.

Este men si que no entiende, bueno, vamos a ver...

—Buenas, soy Karrie, pues algún día acepto, odio el color del uniforme pero amo la pizza, y ya me voy querido.

No dure dos segundos, había un póster al lado y no lo vi, caí como un coco.

Desperté, pero me dolía la cabeza, me vi.... ¿en donde estoy? Parece una sala de operar ovnis o algo así, hasta que lo vi.

Seth.

—¿Oye tu acaso me drogaste o que? Si querías que fuera tuya en la cama solo tenias que decírmelo idiota. — Dije tocándome la cabeza, si que duele.

—No hago esas cosas, a Dios no les gusta y se dice gracias, te desmayaste por el golpe, estas en la pizzería pero en el despacho, te traje, mi mama te atendió, te puso algo que necesitabas y luego pase a mirar tu estado. —Dijo sonriendo.

Espera, ¿algo que necesitaba? Mire rápidamente, su mama me puso el pampels de la menstruación, ¡que vergüenza!

—También te aplico algo para el mareo, ¿necesitas algo más? — Dijo preocupado

— Si, Irme de aquí rápido. — Me levante

—Vale, yo te llevo, estas aun delicada. —Me agarro.

— ¡Que no lo estoy...!

Me levante, pero mi mundo daba vueltas, pero sentí algo mas familiar, tenia hambre.

—¡Y llevare una pizza para completar! —Contestó animado.

Y bueno, era esto o ir mareandome a cada rato.

 



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En el texto hay: una chica cristiana

Editado: 10.08.2019

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