Hey Karrie

Bye

Me vestí para la ocasión ¿quien diría que me encanta los vestidos ahora? Agarre a mi panda, que ya estaba mas grandecito pero aun lo calgaba, Dios  ¡ya esta tan grande! Digo con la lágrimas falsas, soy una mama orgullosa.

Fui al lugar y Seth estaba allí, todo estaba oscuro, eso es raro y le encargue al panda.

—Estará seguro allí —Señalo una jaula de peluche grande que traje hace un mes.

—Solo dejame mucha comida y veras que dormirá mucho jeje.

—¿Nos vamos señora? —Sonrió.

—¡Que no estoy vieja ya te dije!—Lo fulmine, si las miradas mataran, ya el estaría polvo.

—Vámonos gruñona.

—Tarado —Rodee los ojos.

Nos fuimos en su auto, charlando y jugando, ya llegando al lugar, se detuvo pero no bajo del auto.

—¿Estas lista? —Dijo preocupado.

—Si, Seth tranquilo. —Lo mire

Me agarro la mano y entre, el pastor estaba predicando acerca de Jesús y lo que hizo por nosotros, llore al saber que mi vida era un puto desastre, pero el me lo cambiaría.

Jesús, el, solo el, me amo primero a mi, el dio su vida por mi, y yo lo amo a el.

El pastor preguntó que quien se digna a levantarse para que oren por el, pues yo hice lo contrario.

Fui y le quite el micrófono, le dije que se tranquilizara, solo diría unas palabras.

—¡1, 2, mierda! —Empecé a hablar —Buenas noches ¡Hola! ¡Soy Karrie! En esta noche, por primera vez en mi vida entro a una iglesia normal, ya que le tenia pavor y ataque de pánico a una iglesia —Y todos se echaron a reír —Antes mi vida era un jodido desastre, a nadie es un secreto que me drogaba, pero conocí esto —Levante mi biblia—¡y me ha cambiado por completo mi vida!  De verdad les confieso que antes yo odiaba a las iglesias por mi mama, era una fanática empedernida, pero ustedes son diferentes, especiales, ustedes me han enseñado al verdadero Jesús. Tengo 3 meses sin fumar y ya no hago lo mismo que hacia antes, quiero cambiar, para bien ¡quiero ser hija de Dios! Quiero ser bautizada...— Seth abrió los ojos, se iban a salir ¡de verdad que sí! Estaba sorprendido.

Todos estaban llorando y dijeron ¡amen! El pastor pidió el micrófono y empezó a hablar.

—Mis hermanos aquí vemos el resultado de la oración, teníamos 6 meses orando por ella ¡y miren como Dios ha cambiado su vida! —Todos respondieron con un amen pero yo abrí los ojos como platos.

Le quite otra vez el micrófono.

—¿Pero como es posible que me conocieran antes de yo llegar?—Dije sorprendida

—Fácil —Dijo el pastor —Seth nos hablo de ti, al principio presintió que estabas por un momento difícil y nos pusimos en oración, el dijo que veía en ti un gran potencial.

Me gire y vi a Seth mas rojo que un tomate ¿o como la sangre de la menstruación?

Fui y lo abrace. Ese día sentí la presencia de Dios fuerte en mi.



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En el texto hay: una chica cristiana

Editado: 10.08.2019

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