~ Jessica ~
— ¿Estás seguro de que funcionará? — miro hacia el puesto del nerd.
— Claro que sí, el idiota ni se percató de nuestra trampa. — dice apoyando los pies en la mesa — tu solo debes hacer tu parte, no te preocupes nena, hoy ese imbécil se irá para siempre de esta preparatoria.
Muerdo la uña de mi dedo índice mientras espero a que llegue el profesor, hoy destruiré a ese arrimado para siempre, pagará por su desfachatez, nadie me habla de esa manera, y menos él que es un recogido de la calle, mi familia le hizo la caridad y se atreve a hablarme de esa manera, debería estar besando mis pies como mínimo.
El profesor de ciencias entra al salón y es el momento de iniciar el show, me levanto de mi puesto y Tyler me da una nalgada antes de alejarme, lo miro mal y solo me guiña un ojo divertido.
Lo ignoro y termino de bajar las gradas, me acerco al profesor — Buenos días profesor Gonzales.
— Señorita Sherman, dígame ¿en qué puedo ayudarla? — inquiere sacando las cosas de su maletín.
— Me encuentro realmente afectada — empiezo a llorar frente a él.
— ¿Qué sucede señorita?
— Acaban de robarme mi billetera, llevo más de 300 dólares en efectivo y mis tarjetas de crédito — miento.
— ¿La perdió aquí en el salón? — me pregunta.
— Sí, la saqué de mi bolso por unos minutos y me distraje, y cuando volví la vista a mi escritorio ya no estaba.
— No se preocupe la encontraremos — pone una mano en mi hombro infundiéndome apoyo, asiento limpiando mis lágrimas.
Se para al frente de la clase conmigo a su lado, carraspea llamando la atención de todos — Buenos días alumnos, antes de comenzar la clase debemos solucionar un problema que se ha suscitado con la señorita Sherman como afectada.
Todos empiezan a murmurar, levanto la mirada y Tyler me mira divertido desde el fondo, desvío mi vista al cuatro ojos que ni siquiera mira a su alrededor con tremendo alboroto, está como siempre leyendo uno de sus putos libros — les pediré en este momento que quien tomó la billetera de la señorita Sherman la devuelva intacta si no quiere ser objeto de una expulsión inmediata.
Todos vuelven a cuchichear, se miran entre sin intentando descifrar al ladrón, ruedo los ojos el malnacido ni se inmuta — como tal parece que la persona que lo hizo no piensa decir nada me veré en la obligación de revisar sus pertenencias, una por una, pero lo que se le robó a la señorita Sherman en un acto deshonesto aparecerá, y la persona responsable pagará con la mayor sanción.
Empiezan los reclamos por montones, pero el profesor hace caso o miso y se pone en la ardua tarea de revisar mochila por mochila, va por hileras, golpeo mi pie impaciente contra el suelo, solo quiero que llegue el momento en el que le toque la fila de Morgan, el profesor continua en los suyo y yo lo sigo en mi modo Victima, negando y tocándome la frente sin poder creerlo, quiero reír pero eso lo arruinaría todo, cuando llega a la fila del nerd celebro mentalmente, pasa de compañero en compañero y no encuentra nada, por supuesto que no lo hará, no hasta que llegue al chico de lentes, se para frente a él, pero me quedo boquiabierta cuando lo pasa de largo, aprieto mis dientes con fuerza — ¿Qué está haciendo profesor?
— Emmm, pues buscar su billetera — responde con obviedad tomando la mochica del otro alumno.
— ¿Y por qué no revisó la mochila de Morgan? — inquiero molesta.
— Bueno… considero que es una pérdida de tiempo, el joven Morgan es un alumno ejemplar, además no se arriesgaría a perder su beca por…
— No suponga cosas profesor Gonzales — le digo en un tono para nada amable, mi modo Victima a muerto — le solicito que sea objetivo, o me veré en la obligación de reportarlo en la comisión académica.
Me mira frunciendo el ceño, pero es consciente de que no puede ir en mi contra, la comisión está conformada por los padres de familia de los estudiantes más pudientes del instituto, y sabe que tiene las de perder, deja la mochila que iba a revisar y regresa al puesto de Morgan, sonrío — lo siento, Scott — Le murmura, rechisto.
— No se preocupe, no quiero que termine afectado por mi culpa — dice mirándome con el mismo desprecio, ¡JODER! ¿Y es que acaso se montó en una nube o qué? En poco tiempo lo veré derrotado así que intento calmar mi ira — puede revisar lo que quiera, no encontrará nada.
Llevo una mano a mi boca para no reírmele en la cara, lo que el imbécil no sabe es que mi querido novio metió mi billetera en su mochila en un momento de distracción, el profesor empieza a sacar sus pertenencias y su cara de tranquilidad empieza a cambiar cuando la billetera cae de su mochila — ¿esta es su billetera señorita Sherman? — pregunta el profesor con tanta pena que me causa fastidio.
— Sí, es mi billetera — la tomo montando todo un drama, la abro y miro a Morgan que sigue consternado sonrío sin que el profesor se dé cuenta antes de volver a victimizarme — ¡¿y mi maldito dinero?! — lloriqueo — profesor ni mi dinero ni tarjetas están aquí.
— Pero, yo no sé…
— ¿Dónde está el dinero de la señorita Sherman, Scott? — le dice el profesor desilusionado — no lo esperaba de usted joven Morgan, en realidad me ha decepcionado increíblemente — el chico intenta justificarse, pero no hay nada que hacer, está jodido — tendrá que acompañarme a la dirección en este momento.