Capitulo 63 El resto del día con Callan

Sus labios me parecían tan tentadores.

— Yamileth...—hizo un gesto y cerro los ojos.

— ¡Toma! ¡Te di! Oh si, oh si— grito una chica por darle un pelotazo a Callan.

— ¡Gomery estas fuera!— exclamo el profesor desde el otro lado de la cancha— ¡Mckenzie quitate de encima de Gomery!

Me intente levantar pero me volví a caer sobre el, Callan hizo un intento de levantarse y yo también lo hice así que nos pudimos levantar.

Luego de que la clase terminara se llego la siguiente que seria artes.

— ¿puedes mover tu mano?— pregunte intentado dibujar unas rayas  y el señalo las esposas.

Suspire y Callan movió bruscamente el brazo haciendo que el pincel que traía en la mano arruinara mi mugrero de arte.

Sólo es un día.

Las clases iban pasando cada cosa era tan difícil de hacer teniendo a mi lado a Callan. La hora del receso llego, Liliana se sentó con los populares gracias a que estaba esposada al popular arrogante alías "Dustin" Es al revés.

Una chica llego hasta donde estábamos sentados y comenzó a coquetear con Callan.

Su escote no era suficiente, se inclinaba mostrando sus siliconas y sonreía dificultosamente por el bottox.

— disculpa pero no pedimos una zorra plástica llena de bottox a domicilio.— dije en el punto en el que me desespero.

— ¿como te atreves a llamarme zorra? —pregunto indignada— ¿acaso no sabes quien soy?

— no ni me interesa, ahora largate.— dije cortante.

— ¿vas a dejar que me hable así? — preguntó y Callan solo se encogió de hombros— suficiente me voy— se levanto y se fue meneando sus caderas exageradamente.

Mire a Callan y comenzó a reír.

Era increíble, me decía que yo le gustaba y dejaba que le coquetearan frente a mi.
¿Celosa?
Para nada.

La ultima clase por fin llego la cual seria matemáticas.

Callan levanto la mano y el maestro asintió.

— necesito ir al baño— oh, increíble ¿no puede decir puedo...? ¿Al baño?

— adelante— indico el maestro en aprobación, se levanto y me levante ya que si no lo hacia me caería y me llevaría un fuerte golpe por parte de la mesa.— ¿a donde Mckenzie...? Cierto, lo olvidaba, están esposados, vallan.

Salimos del salón y nos dirigimos hacia el final del pasillo en donde estaban los baños, mire a Callan y sonrió.

— estas loco si crees que entrare al baño de hombre contigo.— dije fría. No entraría a ese baño... No otra vez.

— ya entraste una vez así que otra no hará que pase nada— abrió la puerta indicándome que entrara. Es todo un caballero. Lo mire incrédula, se encogió de hombros y entro haciéndome entrar.

Se acerco al mingitorio y se desabrochó el pantalón.

— ¡Ni se te ocurra!— exclame.

— no voy a aguantarme las ganas — dijo de lo mas natural— volteate y ya.

— puedes esperar unos minutos y..— se bajo el pantalón quedando en boxers— ¡Ah!— lleve mi mirada hacia otro lado y cerré los ojos, pude escuchar como reía. —no es gracioso.

— termine— abrí los ojos y me gire encontrándolo ya con el pantalón abrochado.

Comencé a caminar y en un simple movimiento me estiró acorralándome en la pared.

Se acercó a mi apegando su rostro al mio, me miro por unos segundos y acerco sus labios a los mios.

Cada segundos disfrutando de sus labios era como estar en el paraíso, como probar algo que has esperado por años, como sentir la mejor experiencia nunca antes sentida, como vivir un momento al máximo, como sentir que te ahogas pero alguien te salva.

Era como tocar algo delgado, fino y delicioso, algo prohibido pero exquisito.

La puerta se abrió y unas risas se hicieron presentes, se separó de mi, unos chicos entraron y al verme dejaron de reír.

— ¿una chica? ¿Es enserio?— pregunto incrédulo uno de ellos.

Bufé y estire a Callan para salir, en el pequeño recorrido hacia el salón ninguno dijo nada, la clase continuó hasta que el timbre de salida sonó.

Salimos y comenzamos a buscar a la maestra pero no la encontramos, fuimos a todos los salones pero no estaba, fuimos a dirección, al patio trasero y delantero pero no estaba, recorrimos todo el pasillo pero  no la encontramos. Fuimos a la salida pero no estaba.

Liliana paso caminando naturalmente ya sin las esposas.

— como que ya les gusto estar juntos.— dijo en tono de burla.

— deja de bromear y dime donde esta la maestra.— pedí.

— ¿de que hablas?

— quiero saber donde esta la maestra, necesitó que me liberen.

Miro las esposas— la maestra se fue hace cinco minutos.

— ¿¡Que!?

— que la maes...

— si te escuche, pero... Pero... Pero... ¿Por que?

— por que su hija iba a salir temprano.

Debido a que pensé que era una broma de Liliana le pregunte a la mayoría y todos dijeron lo mismo y eso solo podía significar una cosa, el resto del día con Callan.

— quiero ir al parque.

— pues ve— dijo de lo mas normal y levante el brazo mostrando las esposas— esta bien, vamos al parque.

Me arrastró hasta llevarme su moto— no me pienso subir a esa cosa.

*****

— aun no puedo creer que me obligaras a subir— dije caminando hacia una banca.

— deja de quejarte.

Luego de unos minutos de estancia en el parque el celular de Callan comenzó a sonar muchas veces pero no contestaba, tal vez era por mi presencia pero ¿yo que podía hacer?

Observo su celular y después me miro— necesitó ir a casa.

*****

Freno la moto y bajamos, me sentía como una criminal prófuga de la justicia con las esposas.

Comenzó a caminar y seguí sus pasos hasta llegar a una casa roja con una mala pinta, pase saliva, Callan abrió la puerta y entramos.

— ¿aquí vives?— pregunte observando la casa y el asintió, los muebles estaban intactos, no parecía que un hombre viviera ahí, no había el mejor orden pero tampoco había desorden.

— ¿hermano eres tu?— pregunto una dulce voz.

Me gire encontrando al niño que había visto en el parque, al niño que se aferraba a su peluche, al niño que era ciego.